domingo, 19 de julio de 2009

Burbuja de goma

Si le digo “cuánto te quiero…” en el momento del cuánto se infla en mi boca una burbuja azul de goma en dos dimensiones que ya no me deja modular. Como con toda burbuja, estamos siempre expectantes a que explote. Pero esta no explota porque claro, es de goma.
Si alguien me entiende, porque esta es la mejor descripción que puedo hacer de eso que siento en el momento que pronuncio ese cuánto o cúanto. Esa palabra que a una misma vez es tan vaga para uno y expresa tanto para el otro.
Esa burbuja debe ser la distancia entre el que pronuncia y el que escucha, una distancia que creamos casi sin querer pero que nos separa; una distancia que queremos hacer desaparecer, para ver qué pasa.
Pero la burbuja sigue sin explotar. Quizás, en el fondo, preferimos que sea así, porque como podemos ver dentro de la burbuja sabemos que solo hay aire. Y preferimos que este ahí, ese aire, ocupando espacio, simulando que mi boca está llena. Preferimos la burbuja a ese plaff en el que se deshace y nos damos cuenta que esa distancia era en realidad lo único que nos mantenía relativamente unidos.
Es que en el momento de la explosión, los cuerpos se chocan y se dan cuenta de que esta vez lo que había no era más que un poco de encanto que ya no alcanza para opacar el dolor que ha dejado ese chichón. (Y un chichón justamente no es una herida, porque una herida sería otra cosa).
No podemos saber si el desenlace es ese o algún otro tanto más preferible. En todo caso, seguimos por miedo soportando la burbuja en la boca.

de 4 de enero 2009

sábado, 18 de julio de 2009

El dibujo que te regalé

Gime y ruge, la gema de una garúa
La peste retinta el sabor
el sol tirotea el tesoro
la fiebre, el corazón

¿Cuantas mañanas perdí de vos?
¿Cuantas noches fallé a la causa?
Del signo exagerado de la falta,
de tu calor, carne y alma

Celeste y amarilo, rojo pasión
Solo, el ruido de tu respiración
Solo, ahora yo.
Silbo las penas que algún día
serán guía y marea

Naufrago desesperado de la muerte
anunciado por el género del mar
del verde despertar, del gris languidecer
que se asoman en una pintura del sueño
Dalí, el Bosco y Van Gogh

Wisky, placebo de vos, nunca
Nunca olvidaré, esas aves blancas,
un estanque estancado en brizna,
el dulce sabor a sal que inundan tus pupilas
y estas rimas vacias que gritán !No más!

Un 19 de Julio abordaste un planeador
Silbo la espera que quema mi pecho,
junto al lago de Belgrano
donde tu nombre se imprimió;
tú nombre de constelación

Vos pipicucu, vos, tal vez yo
Tal vez nos encontramos en la misma foto
vos y tus flores que salen del bolsillo
esas flores conmigo
y yo con vos