jueves, 18 de febrero de 2010

Cajita de cartón

Adentro la nostalgia organizada, afuera el viento mueve la tierra. Los arboles saludan a mi pasar y se ponen a bailar.

“Dios creó al mundo y Jesús pintó a Maimará” con esa frase se presentó Chiquito Coca

A la tarde había visto los pincelazos en los cerros: blanco, naranja, rojo -paz, amanecer y memoria- me había dicho. Yo miraba como el viento se recostaba en las nubes, yo con mi soledad, mi hermana. Así empecé a silbar, a estirar las ideas.

A la noche llegué al bar, y la melancolía me pareció que había sido también pintada. Uno los veía sepultados en la oscuridad, compartiendo historias, como viviendo del pasado. Pero esa organización era un coro, un sollozo en forma de vals, un eco profundo de zampoñas maimareñas.

Era la noche pero yo seguía en la tarde, a la deriva de esos tantos cielos que forman al cielo azul cristal. Cuando despacito se me acercó con voz baja, y con dulce nostalgía en los ojos, el pequeño y viejito jujeño:

-Uno nunca debe aparentar ser más ni menos que nadie . . . uno es lo que es, yo Chiquito Coca...-: y señalándose despacito con el dedo, levantando una ceja con los ojos cerrados, se transportó al pasado: -mi Padre era el hombre más fuerte de todos, se había echo respetar a trabajo y yo. . .Chiquito Coca con 65 años, solo sé que no sé nada-: decía tan rapido su nombre que parecía un solo sonido mientras que sus palabras eran pausadas y los silencios entre palabras hablaban por si solos, y arrancaba a repetir la primer estrofa, con un aire de milonga pampeana:-soy lo que soy, no aparento más, no aparento menos-:

Terminó de hablar, y sentí que el tiempo se detenía, que se detenía en canto de los muchachos del bar. Entonces me vino una idea del ser y esencia, como que eran parte del pasado, de añorar, de querer. No podía explicarla con palabras y por eso me puse a silbar.

Se hizo tarde, y mi amigo salió de la peña. . . nos despidió a lo lejos acostumbrado a los ladridos de los perros. Desapareció en el horizonte y le dejó el lugar lugar a las espinas doradas del amanecer.

Un momento en el movimiento

Hasta aqui no habiamos hablado.
Un momento en el movimiento.
Ese hombre que vemos sentarse en una de las rocas y ponerse a llorar.
La humanidad se consuma, todos los filosofos de la historia quedan boquiabiertos y hacen silencio resignados.
Al ver la primera lagrima dios deja caer uno de sus atributos. Con los noventa y ocho restantes no puede ser ya, y se evapora.
Datattraia, abandonando en una calle repleta es el unico que aun conserva palabra: 'Sin el Poder Supremo el cielo no puede sostenerse mas sobre la tierra y cae.'
No mas. El tiempo que todo lo invade.
El impacto es en nosotros una leve brisa tibia que nos moja como rocio.
El hombre que llora sigue viendo la angustia en cada una de lasn rocas y en la suya. Sin embargo, un sentimiento de felicidad se apodera de el. Ya no tiene duda, esta vivo.
Nada tan fisico, tan fisico-quimico como una glandula.
Un pedazito de lugar donde todo los demas confluye, todos los imaginarios sobre el mundo. Toda contradiccion se diluye por un momento, cualquiera sea el llanto el hombre esta contento en su confirmacion.
El Hombre esta llorando. El predicado confirma al sujeto sin vueltas. Sin retorica, sin dialectica.
El amor.
La culpa de haber abandonado a un hombre en necesidad.
Una perra vagabunda que acaba de dar a luz, ?podra amamantar sus cachorros?
La impotencia.
Una mujer sensible por su periodo.
La vejez que todo lo ablanda; en cada cumpleanios al que se la invita.

Demasiado contemplativo es el estado de este hombre como para ponerse a buscar sus tijeras al fondo del bolsillo. A pesar de todo, Llanto cae sin piedad sobre su cabeza y, para sorpresa de los presentes.
Se parte en mil pedazos como mi abuela ganando una partida de solitario en el windows tres punto uno.

Contemplacion

El sol disparando diamantes intermitentes contra el mar de Oman por la maniana.
La pluma en su cita ineludible con el viento, trazos ininteligibles en ese salon de baile que es el aire. Dedos apretados bien fuerte intentando traducirle al hombre,
a espasmos.
El Hipnotismo. Intermitente, ineludible ininteligible. Hipnotismo obligado, el tiempo sometido por su seniora la redundancia.
No hay Espacio para la foto.
El humo del cigarrillo desvaneciendose en garabatos contra el vidrio y el cielo parisino como telon de fondo en su blanco inmutable.
Un arbol flaco informandonos del otonio o la primavera, solo en alguna calle portenia poco transitada.
La dureza del ladrillo. Impenetrable, el misterio de lo que no podemos conocer que se nos impone.
De vuelta cada vez.
Una mujer.

domingo, 14 de febrero de 2010

Los heroés caídos

Tarde y grís, sombrio y cerrado, yacía el cielo. Cuando un reflejo vino hacía mí, desde un charco, mostrándome que ahí vivía otro sol, ahí se escondían las luces de espinas doradas. Dos hojas pasan bailando y solo puedo sentir dolor, una ulcera con sal, tragando acido.

Mi cuerpo se desprende del suelo, siento que el pecho se me abre. Una piedra cae de mis ojos y me salpica con el charco. Veo a una ruiseñor durmiendo y escucho un coro a lo lejos. Una marcha militar y un ejército que se acerca a traerme el final. Por fin iba alcanzar el tesoro.

Mi sueños siempre fueron grandes y voluptuosos: Luchar por la libertad de trabajadores explotados, liberar pueblos conquistados, escribir libros que enloquezcan a la sociedad y la dejen lista como para plantear alternativas, tener empresas que hagan el bien, ser presidente y muchas otras más. Son tantos los sueños que nos los puedo contar, pero lo que sé es que en ellos solo aparece Nobleza como protagonista y es seguida por Justicia y Libertad, palabras tan bastardeadas como ininteligibles, esa palabra que suena a nombre de alguna isla perdida infectadas por enanos cabezones y algún pibe llamado Gulliver; así me veía yo, como un gigante en un mundo de enanos, de temerosos que ni siquiera veían su propio miedo, ni si quiera tenían la famosa libertad del preso, la de gritar “no tengo libertad, la puta que lo parió”.

¡¡Hay Napoleón!!, realmente me repugnas, pero como te entiendo. Uno se siente el más grande sobre la tierra y el resto, los mortales, lo ven a uno como un enano retacón. Ya nos van a levantar estatuas esos que ayer cortaron nuestros cuellos. Mis Yos se pelean, se amigan, apareceny desaparecen. Así, un día soy Napoleón y al otro Gandhi o Lennon. Siempre un profeta, un martir en pugna por una lucha, por resistir al poder y a su violencia y cuantos he conocido, todos caídos en batalla, algunos pidiendo monedas, otros, vendiendo diarios, atendiendo restaurantes, drogadictos, chorros de auto partes, choborras. ¿Cuentos héroes cayeron en batalla, sin siquiera ser conocidos y todos por alguna herida mortal que sangra por dentro? Todo causa de su sensibilidad, de sentir más odio al mundo que amor a la vida, de llorar por ver hombres en sufrimientos, niños con rencor, por no soportar la lucha, por no soportar la soledad de ser diferente. Mefistofeles es el espiritu que todo lo niega y ese es el principio de todo cambio.

Mi fe y mis dioses se fueron cuando ella me dejó, cuando me di cuenta que estaba solo en este mundo y nadie podía entender mi dolor. Una botella de Wisky y un blues de Norberto Napolitano todo para olvidarme de aquella que en una tarde soleada en plaza Francia me regaló un arcoíris con la mano, así como si nada, riéndose de los detalles más sutiles en mi forma de hablar, en mi forma de cebar mates y de cantar. Tal vez solo Nietzsche y Van Gogh me podían entender, tal vez, el Bosco y no más.

Solo vemos en los demás lo que vemos en nosotros, todo era gris. Me acordé de las dictaduras militares, de la alianza entre la burguesía y la iglesia, lo asesinatos y las torturaaaahs *** latinoamericanas. Conspiración e hipocresía todo en post del beneficio de unos pocos, esos amos que se jactaban de darle las migas a los perros. Me imaginaba un banquete donde estaban gordos y sus hijos rubios comiendo el corazón de una niña negra, siendo servida por su madre, la esclava, y ellos sacándo fotos y teniendo orgasmos repetidos por su poder, sientiendose en la cima del mundo para después a la tarde hablar de moral y religión y a la noche pagar una hombre transvestido para que se los coja. Todo eso pasaba por mi cabeza y ver como aquellos en la misma situación que yo, no lo veían. El hombre piensa que lo presente es eternidad y siempre fue así, la historia es el peor enemigo del poder y cuando uno conoce un par de casos sabe lo que puede hacer.

Conocí tantos que pelearon y dieron todo por cambiar esa situación; por ver gente abrazada tirándose flores, disfrutando de la vida, de aquello llamado alma, los sentidos y el valorar, algo tan simple y profundo como eso y siempre, siempre, pensando en mi miseria, en la de ellos, que ayer eran Che Guevaras y ahora solo pordioseros o mozas prostitutas. Estaba en el infierno, acompañado de demonios y sabía que había encontrado sabiduría, Alegría Embaraza pero el Dolor da a Luz y como Sisifo estaba condenado al eterno sufrimiento de cargar una piedra. San Anistenes si yo te habré rezado en mi celda, en esa alcoba de castillo embrujado donde encontré un mar custodiado por almas en pena, volando con sus capas de agua oscura, yendo a un ocaso gris dorado y yo solo en esa balsa con olas queriendo matar, sin lluvia per con la paz más terrible donde uno puede darse cuenta de lo que está pasando. Grite y me arranqué los ojos de un tirón y caí al fondo.

En el barro de la profunda oscuridad ví un gauchito que me saludó ¿Algún nuevo dios? y me di cuenta de que al lado del mar, al lado de los andes, todo hombre que se crea grande se va a dar cuenta que es chiquitito pues la vida es demasiado perfecta cuando uno la quiere y que el dolor es un principio de muerte y una forma de acercarse a la vida pero que tal vez, y eso con toda seguridad, la vida y la felicidad son dos medios para algo más.

La grandeza está en los arboles y las estrellas y todo acto de soberbía y todo intento de ser profeta sacrificado tiene como contrapartida el deber y la culpa y eso no es vida. El eco de los inmortales grita sufrimiento, y los senderos van hacia la muerte temprana. El principito me dijo que la lucha era una forma de relacionarse con los otros, también los es el abrazo. De eso me di cuenta, después de que mis ideales parecieron caer, después que pensé en morir por un amor, ahí encontre una reunión ed amigo de café con leche y magdalenas recién horneadas y una nueva manera de luchar al dolor de estar vivo, de abrazar a la vida.

viernes, 5 de febrero de 2010

patetico relato de un explora-explotador

Por la maniana lavo mi ropa en un balde lleno de tierra. Desde Kanyakumari podia mirar Buenos Aires a traves del polo pero ya no desde aqui. No queda mas que agarrar el sol con las manos y lanzarlo contra la tierra. Unos pescadores me confirieron el secreto de las latitudes y las longitudes y la inclinacion de la tierra. El agujero solo tiene 15 cm. de diametro. Suficiente para enviar mi libreta, adentro de una caja. Segun dicen, el agujero desemboca en alguna esquina tambien calurosa. Santa Fe y Ayacucho?

Patetico relato de un explora-explotador. Parte dos.

Al lado mio el hombre de Banglore –la ciudad del software- habla ingles.
-Aca viven, 24 horas. No descanso, no fin de semana, no vacaciones.
-Si, aca dormimos, en el piso, asi.- Se acuesta rapido, casi que se tira al piso de la pequenia recepcion del hotel. Pone el antebrazo como almohada. Me mira para recordarme que me esta mostrando, sonrie.
-No complaint?
- No no, no complaint, no complaint.
Giro la cabeza a mi lado, de vuelta al hombre de Banglore. –No complaint?
-Esto es pan y casa para ellos, es todo.
Las sonrisas no son fingidas. Las voces finitas, lisas, sin dudas.
-Nunca salen. Duermen aca, cocinan aca, comen aca. Todo.
Nunca salen.
-Es una familia que administra el hotel. Se trabaja cp,p em ima familia, no hay reglas. No hay reglas, ni horarios, ni vacaciones.

Hace tres o cuatro dias que vengo tirando del cordon del relativismo cultural, pero, espalda insolada, ya voy llegando al final.

-Chai?
-Chai?
-Chai chai, chai chai.
Twenty rupies para cuatro.
-No yo no quiero gracias.-
-Yo pago esta bien. – Saca dos billetes de la camisa celeste, se los da a un muchacho, lo manda a comprar en Tamil.
-No no no no no. – lo detiene. Le saca amablemente los dos billetes de diez, le da uno de veinte, le devuelve los dos billetes al gordito de la camisa. – Yo invito, insisto.
El gordito agarra, se guarda diez, le da todavia diez al pibe.
- Bisquits.
Giro la cabeza una vez mas, el senior de Banglore explica que cada uno o dos meses viajan a su pueblo a visitor mujeres e hijos. Se va.
- Veni. – Se sienta en el piso, le deja la silla.
- No gracias, el piso esta bien. – Se sienta en el piso, al lado de ellos.
- Veni aca.- Golpea la pared, senialando de movimientos rapidos siempre.
En realidad no es una pared, sino un alto armario de muchos cajones. Abre uno, saca algo, lo vuelve a guardar. Al parecer guarda sus cosas personales alli. Guardan ellos sus cosas major dicho, son dos amigos del mismo pueblo que viven ahi.
Me ofrece su parte de pared, para apoyar la espalda.
-No gracias. –Lo rechazo buscando una excusa. – Mi espalda esta caliente, por el sol.

Todo el tiempo esta esperando que le ensenien algun juego, los tres sentados en ronda. Que le muestren como pasan el tiempo, todo el anio, lejos del sol.
Legan, el te y las galletitas.
La jarra esta caliente, abre par aver adentro. Empieza a server, le pasa el vaso al gordito de la derecha, camisa celeste.
- No, no, you first.
- No. – Le da el vaso y sigue sirviendo en silencio.
La sonrisa enorme. El agradecimiento infinito de para quien, siempre casta abajo, derecho y dignidad son palabras de raiz extrania.
- Les gusta la musica?
Si si, si si.
Saco el telefono y hago sonar algo. Musica latina.
- Les gusta?- Sonrisas. Ya tienen el telefono, empiezan a sacar fotos. Varias. Todas salen movidas. Pasan de una cancion a la siguiente.
El chai y las galletitas estan riquisimas. Preferible quedarse ahi que salir a comer con australianos y belgas.

Quiero muchas fotos. Lo abrazo. Aca hacemos todo de cerca, de mas cerca que en cualquier otra parte seguro. Le apoyo una mano en la pierna, sonrisa enorme, negro sobre blanco. Le pido a mi amigo que me saque una foto con el. Varias. El tambien. Se saca otras a si mismo.
-How much?-, le pregunto.

-Free, in France- respondo. De alguna manera es cierto.

Le doy las ultimas galletitas, le lleno el vaso de Nuevo, le sonrio.

Ya hace un par de ciudades, se venia dando cuenta que las mismas personas atendian, dia y noche. Despertearse a las tres de la maniana y encontrar los pasillos de esos hoteles baratos con camas improvisadas por todas partes. Por las calles, los taxis estacionados, conductor durmiendo adentro. Los rickshaw a sangre; en las bicicletas no se puede dormer, manta sobre la vereda se estaciona al lado del pequenio artefacto.
-Donde aprendiste a hablar ingles?, en el colegio?- Se da cuenta al instante de la torpeza de la pregunta, ingles en el colegio, hace veinte anios en un pueblo rural indio sin colectivos?
-No, aca, hablando con los viajeros.
Hablan muy bien cuando entran en confianza.
-Hablas muy bien-, le dice.- Me tengo que ir a baniar.- Se levanta.

-See you soon-, me dice. Soon? Donde aprendio esa palabra? Entre viajeros europeos que solo estan de paso, y que jamas regresan dos veces a un pueblo como ese?
Politeness, la buena educacion. Inercia de algunas legunas qeu gustan de pintar el mundo de ‘lindo’. No es tan dificil, pocas horas ahi adentro, incluso entre tanta humedad que aun con el ventilador girando sabe a esclavitud. Con un poco de pintura alcanza, por la recepcion solo se pasa. ‘See you soon’, poniendo musica al idioma, esa musica que solo saben dar al ingles aquellos que lo hablan en su casa.

Se va al cuarto. Se mira la espalda Toda roja y reflejada en un espejo, adentro de un televisor del futuro imaginado en las peliculas de los anios sesentas.
Quiero ponerme a escribir todo, pero tengo que baniarme, ponerme crema en la espalda.
Salgo afuera, a buscar el banio.

Mientras escribo esta parte el belga entra al cuarto, quiere fumarse un faso, pero no encuentra su hash, al parecer estaba en un papel de diario.

El agua esta fria. Lo que no quiero saber es cuanto ganan, como les pagan. En el bolsillo de la camisa habia algunos billetes al menos. Me pongo a escribir.

Toco la puerta, me abre y entro. Traigo un colchon extra, quiero limpiar pero no me deja, dice que no hace falta. Un cienpies en el piso, le digo que me deje limpiar, el colchon no sube mas de dos centimetros del piso.

El belga sigue buscando el papel de diario, revuelve todo. Me pregunta, pero digo que no, que nadie estuvo aca, que el colchon lo acomode yo.Ya se quejo suficiente por el dia de hoy. Por suerte la llave la tuvimos todo el dia nosotros, no puede acusar a nadie. Le cuento que a mi me robaron los anteojos por la maniana, para que se sienta acompaniado.

Lo del colchon era solo una excusa. Querian que les muestre las fotos, sacarse algunas mas. Me saco otra con la camisa celeste, muentras el otro va a buscar un major colchon. Nos sentamos en la cama, se sienta atras mio, me abraza. Otra foto. El carinio. Agradecimiento repentino de un ho,bre acostumbrado a la soledad? o una forma de pensar el espacio que nos resulta extrania?

El belga ya me esta empezando a dar pena. Tiene cara tristona sin su hash. Hago un esfuerzo para contener la risa.

En el lenguaje de la explotacion, las personas y los pronombres no necesitan diferenciarse. No son mas que un arreglo estilistico, en un idioma en el que el ‘yo’y el ‘tu’ estan gravados en la roca antes que empieze la partida.
En el lenguaje de la explotacion esta claro quien es el ‘yo’, y quien dice ‘tu’ para llamarse a si mismo, quien escribe la historia o el relato.

El cuento ya se termina, pero el belga todavia tiene tiempo de salir del cuarto, pegar dos gritos en la recepcion, amenazar con la policia, golpear algo en la mesa y tirarlo al piso.
Los hombres se asustan un poco, piden disculpas. Lo tranquilizo le digo que busque en la basura, seguro lo tiraron por confusion, era un pedazo de diario al fin y al cabo. Lo encuentra, se tranquiliza con su droga en la mano, pide disculpas. Me pide disculpas a mi tambien por los gritos, me dice que en realidad no esta arrepentido, que es la unica forma de conseguir sus cosas. Con estos animals, solo le falta decir.
Salgo a la calle, pregunto donde comer, alguien me lleva en su moto. Por alguna razon lo que de dia se paga de noche es gratis, en un pais en el que nadie se acuesta pero sin fiesta.

Estoy sentado en una mesa con mantel a cuadros violetas y azules, con musica India no tan lejos de la Guerra de las galaxias. Lenguaje de la explotacion? Estabas muy seguro hace un rato, una gota mas de docilidad y se convertirian en mariposas. Perot anta sonrisa te hace dudar, te hace doler la cabeza.
No complaint, no complaint.