Escritos

domingo, 18 de noviembre de 2012

Esto también tendría que haber ido al principio


Dos.

- Nos dejamos afectar por el odio al mundo y el amor a la vida. La belleza y la ternura que asoma entre tanta miseria, la flor que brota en un basural enorme, y que cuidamos con esmero.

- El puente desde los tiempos de la lógica hacia los tiempos del cuerpo solo se puede tender haciendo pilas y montañas de basura. Esperemos que no se nos impregne tanto el olor a mierda, o que la sonrisa que sepamos aprender sea lo suficientemente grande.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La Historia del Swing. Parte dos. La avanzada de los petizos.



  
Como toda historia que tomó sus años esta parece ir lenta, pero si ustedes supieran la velocidad a la que iba ese ritmo, nada les sorprendería la potencia y la certeza que comenzaron a tomar esas patadas.
Como siermpre estaban los que, por creencia profunda o por creencia avivada –que no es tanta la diferencia como se suele decir-  creían que el placer, el compromiso y la belleza debían ir de la mano e invitaron a las señoritas a que se sumaran a la causa.
Para las embarazadas la pata para atrás era por lo menos peligrosa. Se imaginarán, que parir en esos pasillos no era el deseo de ninguna si bien casos había, y aquellos rituales de vida, ese desnidar anidado en el nido del pasillo, signaba el nacimientos de campeones.

Empezó así la patada para adelante y de la manito que los que han olvidado la historia o nunca la conocieron suelen confundir por la patada inicial de aquel baile.

Fue esta la avanzada de los petizos, comandada por La Oruga Estevez que inventó la patadita agachada. Se apareció un día caminando al ladito de Marina, cada uno con la mano de afuera de la mano y la de adentro por detrás de la espalda del otro. ¡Ay!, que dúo que hacían esos dos, dando pataditas para abajo con la pierna de adentro al unísono. Esas sí que eran patadas combinadas, pues Marinita también era petiza, y a no podemos dejar de mencionar, el bombo más codiciado de aquella temporada.

La patadita de puntín sí que supo imponer tendencia. Algunos dicen, era funcional a aquella división del trabajo revolucionara, pues falta hacía erosionar también en la base las paredes,  porque todas las patadas de atrás siempre iban un poquito más arriba. 
¡Cómo se ganó el respeto de todos!, ese petiso orejudo, al que la historia  y los envidiosos condenarían como anarquista y asesino.

Las variantes se multiplicaban y los bodegueros se empezaban a preocupar, porque a las paredes ya no les quedaban más que unos poco centímetros de espesor. Por lo bajo, el rebote contre el piso y el despegarse con los gemelos siguió latiendo, santo y seña que hasta hoy abre un abismo frente a los recién llegados, y les recuerda que aquí no se paga derecho de piso, pero se tiene que demostrar que si uno quisiera podría hundirlo –al piso-, y al momento siguiente amenazar con chocarse la cabeza contra el techo.

 (el petizo que ni siquiera era orejudo, pero ¡cómo insiste en mentir, la historia!).


domingo, 11 de noviembre de 2012

Gorgias

Un antiguo griego expuso la siguiente idea: Cuando alguien dice la palabra mesa se imagina un particular, la mesa en la que come diariamente, el que lo escucha se imagina otra idea de mesa, la primera tal vez es redonda la segunda cuadrada y así podemos pensar con la palabra silla, amigo, música, libertad, democracia, paz. Uno entiende que la guerra es la única manera de conseguir la paz y el otro entiende que la amistad es la única manera de conseguir paz. Así podemos seguir imaginando ejemplos sucesivamente, hasta afirmar que no existe ninguna palabra que podamos decir que sea exactamente lo que queramos decir. Este viejo griego entendió eso y por eso quedo en silencio de por vida, sabiendo que toda comunicación era imposible.

sábado, 10 de noviembre de 2012

La casa Promueve Variantes. La historia del Swing: Parte uno.



Un cartel en la pared de letras rojas en marcador decía en algunos boliches: la casa promueve variantes.

 eran palabras de entendidos.

Los viejos empezaron a bajar un poco las rodillas nada más, para prevenir los dolores, y las embarazadas los siguieron. Y qué codiciadas que eran las embarazadas en esos días, en aquella tribu sin armas, esos bombos al viento, prolijamente embarnizados con betún, reflejando luz, hipnotizando hombres.

NO había niños sin padre en aquella ciudad.
Por el contrario, existía una ordenanza que limitaba a tres el número de padres por pibe.

Los hombes hipnotizados por aquellos vientres empezaron a moverse como aquellos, que el lugar era poco y no se quería acalorar a los no nacidos.
Porque aquello que llamamos bolichers no eran más que pasillos largos, que de ancho medían tres personas a la vez y siempre habían, en promedio, cuatro.)


Pero como querían seducir, y esto pasó solo en las casas de carteles con marcador, los hombres empezaron con movimientos de rodilla hacia dentro y hacia fuera. Y tal era el barullo que la palabra no podía oírse, y las embarazadas tenían que imitar esos movimientos cuando querían responder cortesmente aqeullas invitaciones y dar rienda suelta al cortejo.

Los no nacidos ya se agitaban antes de conocer este mundo, eran llevados cada noche de fin de semana a empollarse en grupo, tal era el calor que hacía en aquellos lugares. Los doctores del pueblo favorecían esta práctica.
las letras de los marcadores ya parecían de fuego. Y como cada vez que el infierno se siente en carne, y la sangre en las venas se recalientan, algunos hombres, pues este era pueblo patriarcal a fin de cuentas, empezaron a promover variantes jugadas.

Patadas largas para atrás con el talon en punta, que al principio fueron confundidas por puro odio a la vida, tal era la certeza con la que golpeaban tres o cuatro tibias al mismo tiempo. El desconcierto dejó lugar a la moda de tomarse una ginebra para resistir los dolores y los bodegueros encantados, agregaron la palabra JUGADAS a los carteles, también con marcador rojo, los que tenían, y los otros con azul, incluso con birome repasada varias veces hasta que las letras se hiciean gordas.

Cepééé!, Vejota!, era lo que se decían unos a otros cuando recibían una patada. Como era una expresión nueva, nadie entendió mucho y la mayoría creyo que quería decir Cuidaaado!, Pibe!

También estaban los que se creían más vivos, y que con cara de inteligentes dijeron descubrir en esa expresión la sigla que resumía la única normativa del lugar: la Casa Promueve Variantes Jugadas (CePeVeJota). De estos hombres la historia tiene, como tropel en catarata hacia el abismo de ejemplos. Y sí que suelen ser peligrosos los de esta calaña, pero esta vez solo jugaron un rol menor, así que dejémoslos.

Cepééé! Vejota!, significaba apuntá bien!, y eso quería decir: contra las paredes.
Las paredes estaban hechas de piedra y cal, y patiarlas un poco se iban erosionando, con tanta termita en el boliche. Lo que se podía hacer para agrandar el lugar por lo bajo, sin discutirlo con el dueño del boliche para quien el calor y el apretujo repercutía directamente en los litros de alcohol vendidos. 

sábado, 27 de octubre de 2012

Historia del swing: El cuerpo en cuerpo. (Preludio)



Un eco susurra que los poetas en diatriba –que son la tribu guerrera que destronó a los poetas en formal- están de vuelta. Un eco los anuncia, porque ellos solo se dejan ver reflejados.

Dejate caer decían Los Tres,  y no eran Los Tres Iniciados.
Nosotros decimos: dejate temer.


Los reyes del ritmo, (no sé si aún se habla de ellos ni qué cosas se dicen estos días), promovían el zarpazo como único medio de comunicación y sostenían que el alma está debajo de las rodillas, en los gemelos.
Apedrados fueron todos estos, cuando nuestros pueblos comenzaron a ser gobernados por paralíticos y otros veteranos de guerras.

De piedad ellos desconocían, y del mismo modo fueron tratados. Pero el boca a boca persistió e incluso tomó otras formas. Tantos haikus que hablan del miedo, pero uno solo del placer del salto y la caída,
de roca en roca,
con pantalones cortos y zapatitos de ballet.

Una oda a los gemelos, un placer del que nadie jamás habló.
Si cometo yo ahora sacrilegio –y hablo- es porque estoy al borde de la muerte, porque solo escribo estas palabras para sentirlas deshacerse en mis entrañas, luego de una negociación desigual con las enzimas de mi interior.

¿El boca en boca dije?
Me disculpo, es que en mi delirio me dejo gobernar por frases hechas. El cuerpo en cuerpo quise decir. En silencio fueron estos predicamentos trenzándose con cada cultura. Lo que otros llamaron Babel o el castigo divino de las lenguas, no era nada más que el vigor y el orgullo que se infiltró desde los gemelos para arriba en cada reino de este planeta. Y como no podía ser de otra manera, algunos ojos se llenaron de lágrimas, otros se hicieron de vidrio e incluso otros, rojos de ira, iniciaron las matanzas más sangrientas.


los que no tenían ni armas para armar a sus hombres, inventaban bailes. Los que no tenían lugar para ir de roca en roca el salto en el lugar. Porque sí, una vez que este incienso en conexión medular –pueden decir embriagador, pero esta tarde estoy atenta a las palabras- comenzó a expandirse, las condiciones materiales de existencia hicieron bastante en darles forma.
Así que el saltito en el lugar se promovía, y para los cansados, o para los que eso ya no les pegaba comenzaron a promoverse variantes. 

Un Pichón es una cantidad

Un Pichón es una cantidad
es todo lo que tengo
para la humanidad,

Un Pichón de vuelo.

lunes, 8 de octubre de 2012

Si las fuerzas del destino se unieran y aplicaran sus reglas

Nadie sabe lo que es un día, nadie sabe lo que es un hora. El destino puede interferir al cambiar un pelo en el movimiento de la tierra. El clima no seguiría su curso y esto produciría un cambio en el destino, es decir, en lo que se tenía que dar. Lo que se tenía que dar eran las fuerzas interactuado, un entre fuerzas que constituye el presente, es decir, condiciones fisicas y biologicas inviolables.
Por lo tanto sólo cambiaria un factor externo de la inter-acción. Esto no debe ser muy significativo, debido que por lo general cada territorio tiene una amplitud termica determinada, lo cual, a menos que en territorios hostiles, y esto es, solo para extrajeros, existen años y meses de oscuridad que pueden aflorar nuevas ideas.
Entonces si todas las personas son, es decir, sus personalidades, lógicas, no podrían cambiar mucho las interacciones. Por lo tanto la gran masa de relaciones que se generan a nivel rutina micro cómo eventos DIARIOS, están reflejadas en una historia que aprende de sí misma.
El estudio historico no puede una fenomenología del futuro dado que cada evento hace tomar escencia a los hechos y ningún hecho es independiente de su sucesivo. Si a grandes rasgos entendemos cómo la sociedad a-prende, a-propia, cada aprendizaje entonces puede entrever con el estudio historico cierto destino a nivel totalitario, media estadistica, personas como una masa uniforme.
Ahora bien si sabemos que el humano surgio dentro del azar, es decir, la evolucion significa unos dados que llevan a condiciones geneticas diferentes agregamos un factor sumamente importante. Bastaria entonces ocn saber historia, conocer las leyes fisicas y reconocer el porcentaje de lo azaroso.
Dado el porcentaje de lo azaroso valdrìa reconocer los factores para limitarlos. Dado su reconocimiento habría uqe controlarlos y dado su control había que invertir con una alta probabilidad de ganancias.
Ahora bien, si queremos ser nosotros y esto es, controlar nuestros destinos y que ninguna fuerza externa controle nuestras decisiones, habría que primero destruir las maneras de aprender establecidas culturalmente (a nivel masa) luego conseguir una nueva maner, por principio basico, contradictoria, por el solo hecho de oponerse a la masa, y luego elegir, ya sin probabilidades, sino con certeza.

El unico que tiene certeza es dios, dios ha muerto, yo lo a-prendi, ahora hay que prender al ultra hombre, chispazo a la ultra conciencia, al azar propio y no el de la probabilidad

domingo, 9 de septiembre de 2012

El Dios ha muerto, Viva el Dios



Si preguntas ¿Que es el ser? o ¿Qué es la libertad? Ya perdiste. Para saber esto se necesita mucho camino recorrido. Sólo se es libre siéndolo  cómo un árbol o un gato, cómo vibran los colores que se arruinan cuando busco permanecer en el remanso de los ídolos que tanto mal me hacen. Sentirse opaco en el reflejo, olvidar del propio brillo del sufrimiento, mi sufrimiento de estar siempre cayendo al vacío con los ojos ciegos bien abiertos.

Un guerrero afirma, Dios no existe, yo soy Dios. La magia del mundo aparece en las calles oscuras, ahí donde el vértigo y la miseria inunda la capital, donde la razón nunca ha llegado. La razón, siempre más al menos, siempre es preferible en un estado de bienestar que muera uno a quen mueran diez, por eso siempre existirán guerras, mientras dos sea mayor a uno. Conozco pocos que prefieren el sacrificio, morir por ese extraño a vivir con un cuerpo en la espalda.
 Una vez leí un cuento de un pueblo en el cuál si alguien moría el resto debía llevar una parte del difunto aunque sea en el bolsillo, aquél tiene un cacho de cara de aquél otro y ese lleva una pierna de alguno. Todos se llevan a todos.
Ver el vacío y más allá de querer destruirlo y destruirse, crear un oasis o un infierno. Volar, extender las alas y que los pies descalzos no pisen la mierda.

La mierda para mí es conocida. En mi vida he conocido tantos enamorados en silencio tantas vidas que han quedado en el olvido, tantas muertes en tristeza, viejos que conservan antiguas culpas en vermú y esperanzas bailando tangos con el pasado. Por eso es que la poética sin cuerpo me cansó, la estética,  por eso nosotros, los del club, preferimos la muerte por sobredosis que el ataque al corazón por comer bifecitos. El coma cerebral al partido de todos los domingos.

Sabemos que esto es una obra  de teatro, nos dimos cuenta, ahora se trata de elegir el papel que interpretamos.

 ¿Vale de dramaturgo?

Hago la pregunta y el viento me contesta...nada, contesta nada.

El viento es el grito de los recuerdos perdidos que lloran sus culpas y besan las ansias de los poetas que mendigan palabras a algo que se niegan a llamar Dios.

jueves, 2 de agosto de 2012

Carta para una chica en otro país

Ani,

este mail lo estoy escribiendo para no mandartelo. Por ahí te lo muestre después. Creo que es por esa cosa de hombre de no querer mostrar el dolor, de tirar para adelante, en silencio, cómo se presentan las ideas en su estado mas puro en la mirada de una abuela o un hombre intentando esconder su tristeza. Son pesados los mares y las montañas, así se presenta el pecho lleno de honor, las cosas que mas nos dan, sin luces, sin las marquesinas de lo que brilla demasiado y es sólo aire.

El dolor de los cuerpos Anita, cuerpos de laburantes honrados. No hace falta hacer una oda al ser laburante, tipos miseros hay siempre, al fin al cabo los grandes traidores de la humanidad siguen entre nosotros escondidos detrás de las pequeñas ofendas; un trago sin pagar, comerse la última factura. Pero si es así y estamos todos en el barro, si el mundo fue y será una porquería, entonces también tienen que estar entre nosotros santos, hombres que inspiran grandes ideas, sentimientos que lo hacen a uno enaltecerse de pertenecer al género, cómo si el único atributo necesario de la belleza fuese el respirar. 

Estoy triste Ani y me gustaría compartirlo con vos a pesar de que los hombres no lloran. Es que hoy vi a un hombre llorar. No tenía lagrimas en los ojos. Miraba el vaso en silencio profundo. Lo miraba cómo si estuviese viendo lo que fue de su vida. Me hubiese gustado decirle algo, pegarle un abrazo, mostrarle lo que le queda por ver. Pero hay cosas que no se solucionan así, tantos años hacen que las esperanzas se vayan, colibries que escapan de la lluvia.

"Ni las idea de un infierno hace que la gente deje de ser mala" Lo decía y de sus ojos caía bondad y el frío del taller helaba los huesos. Tomaba caña y nos sentábamos al lado de la estufita de garrafa. Arrastraba el pie de artrosis, se agarraba las enormes manos. El viejo Arcuria  el mismo que preparo autos de carreras, crío una familia y que una vez me contó que estuvo por pegarse un tiro con la treinta y ocho en el medio de la laguna.

Me ahogué cuando lo ví, no sabes lo que fue. Èl miraba el vaso y yo no decía nada, no podía decirle nada. Aunque me hubiese gustado. El silencio es pesado Anita y no puedo llevarlo solo. Por eso sí te mando el mail.

besos

....

martes, 24 de julio de 2012

La revolución es un sueño eterno


El Sopera se cebaba unos mates. Mato había traído un par de galletitas de aguas, macitas le decían en el interior. Era el bajón de faso mezclada con la ansiedad de merca lo que los hacía delirar. Hacía tiempo que ya no hablaban de utopías y revoluciones, hacía tiempo que no estaban sobrios. Descubrieron que la cosa era más profunda repasaban cómo crear una nueva sociedad. Necesitarían una nueva religión.
-Cinceles de goce, dolor que se olvida, esa terrible sensación de flotar por el aire llegando a mirar la tierra desde el universo-  Sopera deliraba la música clásica que escuchaba. Matias absorto se dejaba llevar
- Tenemos que aprender a morir si queremos saber a vivir. Había leído que Platón creía que la filosofía era el ejercicio de acercarse a la muerte sin morir- Mato opinaba más racional de lo común
-  Pienso que al morir me voy a elevar y ver el fuego del sol, las llamas se esparcen lentas, un ángel llora y caemos- Matias recuesta su cabeza todavía con el mate en la mano y Sopera sigue en su delirio cada vez más elaborado – No podemos tener cielo, sería hacer de las personas pacientes cómo un enfermo de hospital esperando a su salvador. No habría que esperar nada. Habría que caer hacia el fondo del mar y que las lombrices nos coman cómo a los perros-
-¿Cómo estamos ahora? Un día perfecto para morir- Se ríe sólo y devuelve el mate – Siempre me imagine cómo en Limeligth de Chaplin unas finas muñecas de porcelana bailando ballet viniéndome a buscar a llevarme hacia la nada pero con otra música, con la parte más mística de Adiós Nonino- Pone cara estoica
-¿Todo muy bien pero no preferis que venga tu abuelo o tu hermano a buscarte?- Mato se siente herido y le devuelve el mate
-Che me parece que me voy tengo cosas que hacer-
Se saludan. Sopera vuelve al sillón, cómo todo revolucionario de clase media, figurita reprimida a exprimir la vida con los culos de la tv. Un trago, dos, cinco.  Vomitar es dejar morir un parte, piensa, y cree que los recuerdos se pueden amputar matando neuronas.
Sopera se mira al espejo. Se pregunta si el dolor le da de comer y todo esto es un pedo de Valium, una felicidad narcótica de no poder gritar, camisa de fuerza bailando el vals de un casamiento. Tiene que volver a laburar a la pizzería en la mañana pero se mira al espejo
-Si es una religión que no tenga nada que ver con el budismo ni todas esas mierdas de hippies- lo dice y sabe que antes creía en el karma – Mirar la tierra en vez de rezar, respirar profundamente, sin nada sectario, libre, ni en domingo misa ni en domingo shopping, llenar el vacío con otra cosa. Algo revolucionario. Una organización vecinal, la expresión de la singularidad, la revolución, el superhombre-
Se duerme en el sillón y lo despierta la luz del día. Al laburo. No se acuerda muy bien pero sabe que algo pensó -¿Mato que hablamos ayer?- mensaje de texto –Flasheadas-
Duerme en el colectivo, olvida otra vez. Si se trata de morir Sopera muere todos los días.

domingo, 3 de junio de 2012

El amante de Billie Olliday y su gato Himalayo


(cantando con este ritmo: http://www.youtube.com/watch?v=4hZ4qiDEK8k ):

Be
Ai El El
Aii Eich ou el
Ai di ai uaaaiii (x4)

(Luego:)

Las cajitas de colores imitación de Cachemira me producen naúseas.
Los fósforos, las paredes de durlock, los bombones, no me disponen.
Los cuerpos muy flacos y demasiado depilados, me dan mareos.

Los manteles a cuadros me dan tranquilidad, sobre todo cuando están recubiertos con miguitas de pan.
Pero en mi cuarto no hay manteles a cuadros ni miguitas de pan. 

Mi gato himalayo también es sensible a este estado de cosas y sufre, lo que me parece justo. Tiene un trastorno obsesivo compulsivo, y se muerde la cola hasta dejársela pelada o se lame la pata, que se le infecta de dermatitis y le crece del tamaño de la de un elefante.
Vendándonos nos entretenemos un rato. Tengo vendas elásticas, de esas que dejan pasar un poco la sangre. Para que no se chupe, me veo obligado a aislar su cabeza con un collar Isabelino. 


Cuando veo que el tiempo no avanza más en mi habitación voy a mi armario y me visto de nuevo. Me visto de azul, me calzo un cinturón blanco y un reloj de abujas frenado a las siete menos diez. Me siento en una silla sin respaldo al lado de una mesita de luz y me quedo esperando a que suene el teléfono. Apoyo bien los isquionos, la espalada recta... pero después de un rato me viene la ansiedad y me pongo a garabatear canciones para chicos en un cudernito Michelin. Escribo las historias de Pablo El Bonito, un gato que quisiera ser zorro, y que se camufla como agrimensor para penetrar en las tierras de Irka y robarle 17 palomas.

¿Qué espero?
La llamada de Manola, solicitándome le extienda una invitación a dibujar el universo.
No es que no me anime a llamarla yo. Es que ya la llamé muchas veces, tantas más  de lo que cualquier Guïa Para Viajeros Del Cuerpo consideraría prudente.

Los tiempos de la oxidación, los de la decantación, los de la manutención y los de la pava que hierve…
Todo lo que tarda demasiado en mi habitación de líneas, rectángulos, y redondeles, y que me obliga siempre a empezar de nuevo... Escribo solicitadas dirigidas a todos nuestros amigos comunes y a ella; le envío fotos de una mujer caminando en la playa al amanecer con mensajes en el dorso, y que primero hago dar la vuelta al mundo a través de un conocido que tengo en Kuala Lumpur; me acerco hasta su casa en bicicleta, le toco el timbre, le dejo un helecho pintado de colores y me voy sin que me vea…
  
Otras veces marco desde números desconocidos; con voces forzadas invento pretextos, encuestas de mercado a nombre de empresas brasileras que imagino la harían sonreír o acordarse de mí. Todo eso para escuchar un rato su voz tan Billie Oliday, ese frescor que abre el viento a cachetadas amables, como quien no quiere la cosa.  

(Esta vez es una voz de fondo que canta, o varias voces, de hombres y mujeres. Murmuran, gimen, sufren).

Be
Ai El El Aii
Eich ou el
Ai di ai uaaaiii (x6) 

(Y mientras se escuchan las voces: )

Hola, sí, ¿Manola? ¿Qué tal?, ¿cómo le va? La llamamos de la dietética…
[…]
Sí, sí...
[…]
No, no se olvidó nada, lo que pasa es que estamos haciendo una encuesta. Necesitábamos saber su opinión sobre las bolsas que le damos cuando viene a comprar.
[…]
Sí, es que estábamos pensando en reemplazarlas por unas reciclables, que se desintegran en cuanto usted llega a su casa y le dejan un olor a lavanda... ¿Usted estaría dispuesta a pagar unos diez centavos extra por cada bolsa? Previenen la contaminación, absolutamente.  
[…]
-Ajá…Y, digame, ¿usted escuchó hablar del gato Pablo El Bonito?
[…]

No, claro, no es que quiera confundirla, es que nos estamos llamando desde un Call Center en Sri Lanka y para amortizar la comunicación de larga distancia hacemos varias encuestas a la vez, espero no le moleste…

Be
Ai El El Aii
Eich ou el
Ai di ai uaaaiii



lunes, 7 de mayo de 2012

Clase proletaria, antes que poeta, contable

No escribo porque debería estudiar para trabajar en una buena zapateria. No estoy escribiendo pero cómo el principio de la escondida a veces me dejan la piedra libre y no puedo hacer otra cosa que tocarla. Esto también pasa cómo aquél que juega a personificar al otro, El Cambiazo.

"El Cambiaso, es un cambio de roles,  tendran 2 minutos para charlar entre sí, copiar gestos e ideas y luego por cuatro minutos personificaran al otro"

Juega un poeta contra un contable.

El contable con toda su dignidad de activos y patrinomonio neto, exagera el paso con resortes de un soñador, coleccionista de chapitas. "Mirá mis estrellas jojo" se ríe esperando complicidad, el poeta actúa "Todos los recursos tienen como contrapartida una ingreso, usos y generaciones. Hay que analizar los tiempos de los pagos en relación a lo de los ingreses, pensar los flujos de caja y por último chequear si la maquinaría, el activo fisico funciona"
Al ver el razonamiento tan estructurado el contable emprende un contraataque "Sé que no son estrellas, pero ¿Qué son las estrellas sin su brillo? ¿Qué es el hombre sino alguien que espera ser iluminado? Ninguna estrella brilla por si sóla, necesita alguién que la mire. Las que tengo acá (mostrando las chapitas) son mis puertas a otras realidades, ser Carlo Magno, Marilyn Monroe o el Gladiador, puedo ganar o puedo perder, es un elige tu propia aventura, pero esta cascara, que todos reconocen como mi humanidad, siempre pierde"

El poeta mira al contable y el contable al poeta, se dan un abrazo y empiezan a girar, bailando un vals. Cuando terminan ya ninguno sabe quién es quién.

domingo, 6 de mayo de 2012

El posible inicio de un libro imposible



<< Dame el descanso eterno señor, que me ilumine la perpetua luz, atiende a mi llamada, oigo el coro celestial, una trompeta que abre el cielo. Yo soy mi Juez, no puedo enfrentar a aquél al cual temen los justos. Jesús, que te redimiste en la cruz, que perdonaste a María y al ladrón, ten piedad de mí, que yo también cargo una cruz >>

Ruta 5, Km 214, Partido de Bragado. Irrumpiendo a la pampa bonaerense de palabras largas y pausadas, una casona antigua en la banquina. Parte de ladrillos otro poco de revoque viejo, humedad, un gallinero y un perro en la parte de atrás. Pocos autos pasaban, siempre la luna, soja y alambrado.
Adentro un par de minas, un vaso de metal bailando al compás de una cumbiancha, cuatro mesas distanciadas, el techo alto, lúgubre excepto por la música y el vaso que ahora brilla al canchengue de los colores que vomita la rocola y que lo hace transpirar de vino tinto.
Unos pibes llevan a un amigo a debutar, ritual de iniciación, pieza de paredes con humedad estufa de kerosen, una cama torcida y un ropero que Duraznito, camionero gordo y joven,  es el único que sabe lo que tiene dentro.
El Cafisho y su mirada se apoyan en la barra y mandan a la matrona a laburar. La vieja se dirige al gordo 
- ¿Querés mojar la chaucha?-  Labios pintados, boca paspada. El contesta que hoy no, hoy llueve y es diciembre, tiene que estar despierto para la ruta.

 <<“Arroz con leche, arroz con leche, me quiero casar, con una señorita de san nicolai” largo guardapolvo blanco, el pelo atado con una colita rosa, las medias blancas bien altas, el primer día de colegio de la nena. Jugando con los perros y los gatos se le hace tarde para empezar, la vida sin preocupación, ninguna, nada y todo, tan todo en la dulzura constante de sus juegos y risas, pan con manteca y matecocido con leche, tan poco y tanto >>

El Seis, el seis de diciembre pensaba el gordo y se escondía en esa mesa del rincón al resguardo mientras miraba a las minas y a los pibes, casi una década había pasado y todo igual, en la misma miseria. Primero murió la hermana y después el papá la fue a buscar. Matarse de a poco, Luisello lo había logrado a tinto y wisky berreta. Él todavía no. Sonreía porque no le quedaba otro pero la mirada se caía al piso. Se tuvo que ir.

Ruta 5, km196, Partido de Bragado. El amanecer de esa noche pegajosa, minutos después. Cardos de soles violetas, olor a alfalfa, el horizonte de inmensa tranquilidad. Yuyos desgollados caían en la banquina, después de un choque. El gordo quiso ser él, porque le tenía que tocar a una nena. Hacía mucho que no rezaba, pensó en el diablo. La vida de él a cambio de que ella resucite.
Se le fue el manubrio del 1114 modelo 88 rojo, préstamo a pagar en diez años, mandar a la nena a estudiar y ahora tanto pérdido, el hijo de un concejal la mató a Belén en el acto y después a toda la familia, no fue preso, pagó nada.Ahora Duraznito se la pone contra un Fiat Duna rojo, el pacto con el diablo se cumplía, por lo menos por su parte, de la otra siempre hay problemas burocráticos y no llegan los pedidos.

Dicen que uno antes de morir recuerda pedazos de su pasado y sabe los secretos que siempre deseó conocer. Pero a él, a pesar de todo lo que le había pasado y ahora con su cuerpo en pedazos, sólo se le vino a la mente el caserío del km 214 en donde había estado minutos antes.
Lo primero que hizo fue putear en todos los idiomas al darse cuenta que se estaba muriendo, pero observó que el tiempo se había detenido y podía ver a los cuerpos sin movimiento. Las luces de la rocola se apagaban de a poco, el vaso lo saludaba. La percusión de cumbia se iba, se desvanecía el cafisho, las trompetas en silencio y se apagaban las luces de la barra, el rayador y los pibes, de a poco la rocola se iba quedando sin colores. Se apagaba el rayador de la cumbia y quedaban el pianito jugueton sonando y las putas. Le sonó a música de angles, trompetas y se acordó que todos los niños van al cielo. Pudo ver el llanto de las putas que nunca antes había visto y se dio cuenta que eso era una misa en su honor, para él, Duraznito, para su familia, Belén y Luisello y sobre todo para Dios.

Ahí nomas se murió, todo siguió igual, excepto por el Duna rojo.

jueves, 3 de mayo de 2012

Cuadernito verde


Encontré este cuaderno en el tercer estante de mi biblioteca. Las primeras páginas tenían los siguientes títulos, Salario, Obrero, Critica a la propiedad privada, Apunte Grundisse Nro5, Morfología del desarrollo económico, Marketing, teorías del desarrollo, planificación económica, fetiche, alegría, tristeza y diferentes textos sin titulo y con contenido ilegible.
Hasta que apareció esta inscripción al final del cuaderno:

“Una vez soñé que yo era un texto y alguien se enojaba, se sentía traicionado.
En ese texto parecía hablar de mí esencia presentando paisajes con estratégica tenacidad y metáforas calculadas.
Alguien se dio cuenta cuando a un niño le agregue el peón y cuando al recuerdo de la casa de mi abuelo le sume el paso del tiempo y el olvido.
Ahora no podía reírme había quedado al descubierto, debía desistir y rogarle al destino o negar absurdamente.

Nunca creí en la lógica ni en la mar.

No soy amigo de la caridad, le da un mango a la pereza que le oxida el alma a uno"

miércoles, 2 de mayo de 2012

Declaración Inicial


¿Qué no soñemos?
Yo lo he dicho señores ¡Laburan cómo perros! Mientras tanto ustedes, burgueses, soñando! Agarren una pala y salgan a laburar.
He afirmado, déjate de joder con esa mina, búscate otra, son todas iguales, una más una menos, hay tantas en el mundo.
La verdad es la realidad, no se pueden imponer los cuentos, hay que ser machos, bien hombres, aceptarla y seguir para adelante, sin quejarse.
¿Dónde? ¿Cuándo?
No vivimos sólo de pan, vivimos de sueños y esperanzas porque definir la realidad y definir la verdad mirando con los anteojos de un verdugo es lo más simple que hay, más es más y menos es menos, contabilizando, sabiendo las cantidades.
Pero otra cosa es saber que es lo bueno y lo malo, porque vale la pena vivir y esforzarse, sabiendo que las reglas son simples convenciones y lo que está dado es una simple situación fortuita que se dio un poco porque el viento sopla y otro porque lo dejaron soplar. Basta de comernos el discurso y ser unos dominados, el mundo se compone de dos clases de hombres los que llevan y a los que traen.
Esto es una critica y una propuesta.
Por la fundación del Barriletismo Barrial

domingo, 29 de abril de 2012

lo que pienso de galeano

Una ribera, el río y la luna. En eso pensaba nuestro romántico héroe que de tanto fracaso se autonombraba estoico. Vida y obra de los hombres que quedan en la historia, eso pensaba, después se acordaba que la locura, el cinismo y la traición eran los grandes hechos registrados y pensaba en todos esos angeles que aguantaban la tormenta con honor, siendo caballeros y hombres.
Pensaba en mujeres sólo cómo parte del cielo, tormenta o sol, respecto a los ojos de un linyera que ahora se posaban en un partido de futbol en la plaza de cemento de Facultad de Medicina y una mirada que le daba de comer a la quimera, cómo también se llamaba su perro.
Es fácil escribir historias de linyeras que mueren de frío o sobrevivien una noche más, refugiados en el calor de la orina. Simple es construir a un pianista asesinado con la donación de una hamburguesa condimentada con vidrio molido  o pensar que el tipo de la calle es un Zaratustra en la búsqueda de su montaña.
Lo difícil sería pensar a nuestro vagabundo masturbándose con las colegialas que pasan, pidiendo para el vino tinto, clavándole una púa a un turista perdido. Las figuras retoricas melosas la dejamos en el cajón y salimos a pensar en ese héroe que antes de vivir en la calle se creía un ganador, jugando a los caballos de Palermo, con anillos de oro y prostitutas obligadas, de festejos y con hijos en patas.
Festejado por su esposa, mientras el escolazo siga dando hasta que la planta se marchitó y lo echaron. Por quedar sólo siendo él, una basura humana, cómo cualquier otro que termina con la mano en el pantalón eun una fría noche de abril

sábado, 28 de abril de 2012

Pido pido.

Soñó de nuevo con ella,
Que ella se tenía que ir temprano de la fiesta, que era en un cuarto con dos camas cuchetas. Se tenía que ir porque llegaba tarde a presentar su instalación titulada emaco-anarquismo. Nadie se atrevió a preguntar.

Antes de que se fuera hablaron acostados en la cucheta de arriba, hablaron contra la pared a uno de los costados de las cuchetas. Sutil, él llegó a preguntarle por qué no habían ido nunca a andar en bici, al final.
Ella dijo: " Me pareció muy paracaidista".

Él no entendió, lo pensó un segundo e imaginó que para ella era un problema que tuvieran tantos amigos en común, pero eso no hacía sentido.

Siguieron hablando, ella se apretaba junto a su cuerpo y le hablaba despacito, los dos en la cucheta de arriba. Ella le daba besitos en la boca, como de pajarito. Un pajarito con un pico que indistintamente se abría en vertical o para los costados.

Ella tenía un vestido azul que le brillaba, como de lentejuelas, y que hacía tan obvio que ellos estaban allá arriba. Se tenía que ir.

Él no entendía nada muy bien, quería volver a jugar con los muñecos de plástico de su infancia, los aviones y los soldaditos. Allí donde las acciones se sucedían más o menos con una continuidad y una justicia que él entendía (y determinaba), un avión que despegaba, luego aterrizaba o caía al suelo bombardeado y arruinaba un poco el parquet.

Tan ingenuamente se confiaba Julián en los tiempos de la lógica -"los que se gustan, se besan"-, para luego sentirse un mártir que fracasaba en su ideal y poder sentarse a esperar, llorando bajito al costado del camino, esperando que los altares celestiales lo pasaran a recoger en carroza.

Tan tonto se reconocía, pues sabía perfectamente que aquella carretera pertenecía a los reinos del cuerpo.



jueves, 29 de marzo de 2012

La Biblioteca bar: 2- Hernesto

-Era una mañana de invierno. El taller estaba helado, cuando te duelen las manos. Me senté contra la estufa de kersone a cebar el mate- Relataba, fumaba un pucho en el boliche del Coco, La Biblioteca bar -Prendí la radio y sentí un nudo en el pecho. Me quedé sentado mirando la pared y sentía que me caía, un ambiente espeso. Dije, está mina me está cagando. Así era, el cornudo es el último en enterarse. Esto es cómo me dijo el viejo Petraglia, las minas se enamoran muchas veces pero el hombre sólo una vez- Se frotó las enormes manos corroídas por el trabajo con autos viejos. Se agarro la cabeza con el pulgar y el indice, bajo la palma a los ojos -Traeme otro Coco! La puta madre ¿La muerte? Me salvó el viejo Grippo, que me sacaba de casa y me llevaba de putas pero lo pensé. Agarré la moto y me fui hasta la laguna y pensaba que si me mataba podía empezar todo de nuevo- lo mira al tipo del sombrero con el vaso que le acaba de dejar Coco, el silencio inunda la mugre del lugar -¿Que todo termine como un perro? má qué, preferiría volver a empezar y eso pensaba, en volver cuando los viejos vivían y por ahí enamorarme de otra mina. Pero venís con ese gorro y vestido así a plantear filosofía, me parece bien- todos rién -Perdona si salí con los botines de punta, pero sí a veces la cabeza hace aparecer todas las historias y la mierda, pero hay que seguir por más que un día todo se venga abajo, por las mujeres lindas, por los amigos estos ¿Que querés que te diga? Los laburantes no podemos ser intelectuales- tomó un trago largo y se despidió de todos.

lunes, 26 de marzo de 2012

La Biblioteca Bar

"a nadie le importan las reflexiones" Pensaba y se contradecía con el simple hecho de esas lecturas que lo empujaban a la calle "¿Sabes que pasa Tito? Que el hombre moderno ya no sabe que hacer, está buscando alguna batalla en la cual desperdiciar su vida, alguna quimera y que lo crucifiquen" Claramente Tito no sabía el significado de la palabra quimera, pero lo escuchaba al tipo, lo escuchaba desde mucho antes de ser el tipo del sombrero, cuando era sólo un pibe y llegóal bolichón con intenciones de hablar con alguién; de fútbol, de anécdotas y de tango. Jacinto Chiclana y Ferrocarril Oeste, Edmundo Rivero y la anecdota de la gorda gallega que se la llevó a su casa después de invitarle un alfajor.

Pero era la primera vez que hacía un planteo de ese estilo. El flaco Bermudez lo miró y Arcuria largó un "dejate de joder" empacado y se puso hablar "¡Vos sos cómo el tipo ese que se mató por una boluda que se garchaba al amigo, dejate de joder... Te hacés tanto problema porque estás bien, nosotros buscamos el mango día a día y venís a colgarnos una garrafa de los huevos" El Flaco lo miró "Arcuria, siempre el mismo hijo de puta vos. Escuchá lo que está planteando, es lo mismo que me decí¿ias el otro día, de que no hay cielo ni infierno, a todos nos come la tierra cómo los perros" "A vos galgo de mierda que le oles el culo a la vieja" Todos rieron, hasta el tipo del sombrero, bebieron un trago largo.

El silencio inundó el lugar, se respiraba el frío y la humedad y los ojos parecían aflojarse a la lamparita bajo consumo, el estaño quería crujir mientras que la maquina de cortar fiambre le guiñaba el ojo a un fernet berreta camuflado en una botella sin marcas. Resonaba "Que a todos nos come la tierra cómo los perros" casi como sentencia de muerte y todos la entendían y nadie la mencionaba y parecía de afuera que poco pasaba.

sábado, 17 de marzo de 2012

Emes de caras y de ripio Revisitadas


Para Facu





Juan Patrico, un desertor de una guerra argentina entrevistado por un periodista de La Batida, una revista que lo ha designado como El Emprendedor del Año.
Juan Patricio está vestido con una calza y un sobretodo militar, y mientras responde a las preguntas del periodista que ha venido a su casa, practica ejercicios corporales que incluyen una amplia gama que va desde las flexiones de brazos hasta ejercicios de estiramiento, casi de yoga.
Pero el periodista no está.

[…]

(recita)
Cuánto más se siente la pampa que el ripio.
Cuánto que la arenilla en la que solo se puede
escribir tú nombre con ametralladora,
Manuela;
En Las Conchillas,
 en la República de Río Negro.

(Se pone serio)
Que le voy a decir, me costaba muchísimo explicarme romántico ante mis compañeros que solo veían en torno suyo desilusión, y en mí, extravagancia.

[…]
Lo único que me mantuvo vivo aquel tiempo, fue ese nombre: Julieta.
Sí, y las  canciones  gitanas que me gustaban por sus ritmos, y que por eso aprendía en lenguas.
(canta)
Dami dame undi
enlarena del tiempo
damidami undo
enlarena del sol
dami demi undo

enlarena del tiempo
damidami undo

en tu calor


[…]

No sabe cómo le agradezco que haya venido, y en representación de La Batida, que honor. No le ofrecí nada para tomar…  A veces parecería que ya nadie nos escucha… Y tenemos tantas cosas para contar, imagínese.
Cuánta desazón me produce,  que ya nadie me tome en serio cuando me refiero a paradas de colectivo y hoteles transitorios como metáforas sobre el crecimiento espiritual.

[…]

Sí usted supiera toda la crema de afeitar que tuvo que pasar por mi cara antes que descubriera el Efecto Mascarilla; para que entendiera el mensaje de aquellas pompas montadas en aspiradoras que solían visitarme en mis delirios de enfermo, y que le tengo que confesar, fueron las que me revelaron la fórmula que hasta hoy utilizo.

[…]

Así es. Fue en los días que empecé a montar mi instrumento para la huída, aquel disfraz de Pororoca. Visto retrospectivamente, como quien dice, podríamos incluso señalar aquel, como el puntapié inicial de la próspera profesión a la que me dedico en tiempos de paz.

[…]

Es Exacto. De-li-ve-ry de camuflajes.

[…]

Bueno, utilizamos  mascarillas de ripio moldeadas con una calibre veintidós. El proceso ayuda a abrir los poros, así que el beneficio es doble.
(Nostálgico). Pensar que todo comenzó en mis intentos por disfrazarme en los baños de aquella base militar del respetable ejército argentino. Se imaginará que no contaba con mucha materia prima. Todos creían que lo que buscaba era cortarme las venas con una gillete. Ya ve como los engañaba.

[…]

No, no, no, nunca estuvo entre mis planes. La muerte, siempre a distancia, esa es mi filosofía.
Luego cada uno la aplica como puede, en eso podemos estar de acuerdo.
Lo que me impulsó, desde que tengo memoria, fue una caricia en el semblante que sentía siempre al despertar, y que volvía a dibujar en mi memoria las facciones que empezaba a olvidar. Martaa…
Tampoco puedo negar la influencia que tuvieron en mí los dibujantes de la Warner.
¡Oh, Nuestra queridísima Warner!, siempre te supimos argentina. Y si seguimos reclamando las Malvinas es porque sabemos que todos tus personajes han corrido y re-corrido en patas aquellos áridos territorios.

[…]
(Empiezan a bajar las luces)

Mm…siempre confundí la geografía del continente argentino. Pero ahora que lo pregunta, creo que el himno Chubutense hubiera sido silbado por orcas y delfines.

[…]

¿El porteño?... un tango supongo, no sé.






jueves, 8 de marzo de 2012

Ululeos y Payasos Maricones



Sabido es que algunas clases paraguayas se reniegan a hablar el guaraní. Imposible se les hace no entenderlo, por más empeño que pongan en fingir.
Nadie ignora tampoco que los verdaderos lenguajes, aquellos que con verdad se clavan en los poros, son los orales, los temporales. Todo eso a pesar de que tan tontamente hayamos acabado por asociar el lenguaje a los alfabetos. Quizás, porque las letras son imágenes fuertes, fáciles de recordar, aunque esa explicación suena un tanto ingenua.

A pesar de todo, la tiranía de la letra y la pluma no ha podido frenar el empeño de todos en crear lenguajes nuevos todo el tiempo, códigos secretos o públicos que se imponen e imponen, y buscan demarcar todo el tiempo lugares y formas, siendo al mismo tiempo parte de esa misma demarcación. Lo hacen por dentro, como los fierros que determinan la figura de un dinosaurio de yeso.

Los ejemplos son tantos que amenazan por adueñarse de toda la hoja. Los adolescentes con su lenguaje de clan o los marineros que pueden imaginarse mejor que nadie a la tierra girando. Los payasos y trapecistas, y todo el batallón circense, que con sus abreviaturas de profe de educación física para adolescentes acaban por verse sitiados por el mismísimo Club de Amigos. Los enamorados que no pueden evitar el ululeo entre la poesía y la cursilería, poseídos por bandidos de mercado oriental, tomando algo de allí y de acá, todo para armar naturalezas muertas coronadas por una daga incrustada en una naranja. Naturalezas y dagas recubiertas por pieles de camello. Fantasmas íntimos y compartidos.

Demarcaciones con sentido que acaban por producir lugares para sentidos nuevos. Ululeos de personas por los lenguajes, personas marcadas por los lenguajes que sin embargo pueden y suelen escapar hacia otros, fingiendo olvidar los anteriores.
Ficciones –aquellos escapes- que incluso suelen adquirir potencia de verdad y mantenerse incólumnes frente a un coro de payasos que lloran y se lamentan al verse no reconocidos por su viejo amigo.

Como siempre, todo eso era solo para contarles que aquí nos interesamos por los lenguajes vitales, aquellos que acaban estando tan impregnados a la carne que no podrían despegarse sin consecuencias cáusticas, sin acabar con la vida misma.

Estos lenguajes con amenaza caústica, esa información o intención detrás de los ojos que no dice solo cómo mirar sino que también es el origen mismo de algún semblante cualquiera, son reaseguros de clanes invisibles. No ya códigos simplemente, no ya modos secretos de comunicación en tiempos autoritarios.
Son cables tensados con punto de apoyo detrás de algunos ojos; cables que tensan lugares que sobreviven a cualquier amor o amistad. Lugares de superficies tensas que rebotan, y en los que uno no puede pararse de cualquier manera, pero en los que nadie que se sepa parar será jamás abucheado, incluso frente a aquellos payasos que ni siquiera lloran ya por un amor pasado del que nada queda.

Excepto,
a veces,
esto.  

martes, 6 de marzo de 2012

4- Los obstáculos hacia la conciencia

Se ha definido la virtud del heroísmo cómo parte inherente a la batalla, sin guerra no existe la concepción. Discuto este principio sosteniendo que el héroe nace antes y es su conciencia cruda la que lo arroja contra una metralleta y lo hace vencer a un imperio con una honda, una escoba y una cuchara.
Cuando todo era nada, los niños asesinos se sentaban en el parque con pegamento, el agua se derrochaba en discursos de mortales hombres y vanales temáticas, ellos descubrían el principio, en un patio uno y en una iglesia el otro.
Era una noche de octubre, cuando los naranjos y limoneros dan a flor y los patios con sus cisnes maceta y radios prendidas llenan de fragancias las noches estrelladas de la pampa bonaerense. En soledad contemplaba la escena uno de nuestros héroes, el más nostálgico que conoció alguna vez la humanidad.
La luna jugaba a la rayuela y los sauces lloraban canciones de cuna, vio un camino hacia el fondo oscuro. Los pies se le congelaron y el corazón empezó a latir, miró como un felino, dudó, dio la espalda a aquello que atraía toda su esencia.
Pero ni bien quiso retroceder pensó que si lo hacía nada de lo que el hubiese amado podría valer, lo mismo sería irse al maso con treinta y tres o cantar truco con un cuatro de copas, beber agua estancada o vino tinto, amar una mujer o a un calefón.
Dio media vuelta y se enfrento con su llamada. Siguio el camino construido para él y sólo para el y fue hacia el final flotando, con el corazón adelante,arrastrándolo. Un brillo extraño en el aura del último árbol. El brillo, contorno expansivo de colores, paralizaba al tiempo y pronto vío arcángeles renacentistas con trompetas en sus manos. Supo lo que debía a hacer.
Nuestro otro héroe miraba la cruz en una iglesia de una gran metrópolis, rodeado de un bosque de cemento y la desolación carmesí de colectivos de chapas oxidadas que torturan a los dientes de los paranoicos androides que transitan la ciudad.
Pensaba en el sacrificio, toda génesis tiene un costo. Sin embargo algo había aprendido del infierno de los griegos y había reflexionado de esto, a pesar de su corta edad. Levantar una piedra por el siglo de los siglos es tal vez la peor tortura, pero no por su repetición infinita, cómo lo plateaban los libros de texto, sino por su finalidad.
Pongamos un ejemplo, pensaba, si uno pierde una y otra vez una batalla, muere una y otra vez en una guerra contra un invasor, sabiendo que esta peleando por un fin justo cómo lo es la libertad de su pueblo o si fracasaría una y otra vez en seducir a la mujer hecha y concebida para uno, al amor imposible, uno podría intentarlo y fracasar y aun así querer volver a intentarlo, realmente no sería un infierno.
Levantar una piedra a la cima de una montaña y tal vez un poco así vivían sus conciudadanos porteños. La muerte, lo injusto y vengativo de Dios no era una conjetura de los fariseos. La diatriba era la siguiente, que tal si Dios era realmente malo y los momentos de felicidad, la esperanza de un final feliz era una simple grotesca mueca de su humor ¿Qué era acaso un momento de felicidad, en una eternidad de sufrimientos? Tal vez por eso, los males de la humanidad fueron encerrados en la caja de Pandora, junto con la esperanza.
Así fue que ambos entendieron lo mismo, iban a hacer una revolución, los iban a traicionar e iban revivir para volver a hacer una revolución y volver a morir nuevamente en la mano de los mismos hombres que luego construirían estatuas en sus nombres. Había entonces que construir una manera de crucifixión que pudiese repetirse eternamente a pesar de su fracaso.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Emes de caras y de ripio


Cuánto más se siente la pampa que el ripio. Cuánto que la arenilla en la que solo se puede escribir tú nombre con ametralladora en Las Conchillas, en la República de Río Negro.

Cuanto le costaba explicarse romántico, que tantas canciones sobre angustias existencialistas y gitanos solo le gustaban por sus ritmos, y que por eso las aprendía en otras lenguas.
Cuántos jabones en pompis y cremas de afeitar tuvieron que pasar por fuera y por dentro de su cara para que entendiera el efecto de la mascarilla; el de los botones a borbotones y las pompas montadas en aspiradoras, inyectadas por su oreja.

Mascarillas de ripio desechas con una calibre veintidos.
Pompas de libido abriendo sus poros, solo para poder maquillarse en los baños del respetable ejército argentino, aunque todos creyeran que lo que buscaba con eso era cortarse o no cortarse su ser con la yilet.

Una caricia en semblante dibujando las facciones que ya había olvidado.
Metáforas sobre caras para sensualistas que así solo pueden entender cabezas dando vueltas en su lugar, ideadas por dibujantes de la Warner.

¡Oh, Nuestra querida Warner!, siempre te supimos argentina, y si seguimos reclamando las Malvinas es porque sabemos que todos tus personajes han corrido y re-corrido en andanzas y en patas aquellos áridos territorios.


Cuánta desazón le producía.
¡Cuánta!, que ya nadie lo tomara en serio, a él que había representado a su patria en cada lugar al que había ido, en cualquier paisaje del mundo. A él que comparaba paradas de colectivo con hoteles transitorios con metáforas sobre el crecimiento espiritual.
Y que si confundía todo eso era porque con los años ya veía un poquito mal de lejos, y ya pensaba en otras cosas. En lo que siempre había querido decir, y no creía una confusión.

El himno Chubutense hubiera sido silbado por orcas y delfines, el porteño un tango.
Siempre había confundido la geografía del continente argentino y era porque los ritmos él los escuchaba diferente, porque veía ritmos en las palabras de cualquiera, y las canciones le parecían eso y melodías. Y a él le venían a hablar de tristezas y existencialismos, ¡incluso, decían escucharlo hablar de eso! 

martes, 14 de febrero de 2012

Las inundaciones de ese verano

Pronto el cielo empezó a oscurecer, la pampa se veía profunda y de a poco el brillo intenso del sol se fue opacando entre las nubes q ya formban un remolino contraido en el panorama pampeano a ver desde el acceso a Bragado.
-Nos deberíamos rajar- Mueve la caña Fernando
-Pero no pasa na- sigue mirando el zanjón verde que se abría paso en un tubo por debajo del acceso y terminaba en un canal aledaño a la laguna. Pronto el viento bramó sin clemencia y el crujir de las bramas se interrumpía por un silencio que dejaba contemplar cómo estúpidos cómo el cielo se venía abajo
- Creo que tenes razón- observa su entorno y sus ojos brillan cuando empieza a contar - De un pescador amigo de mi viejo, escuché que en las tormentas de verano era donde más se pescaba. Es una conducta de la naturaleza seguir los movimientos del cielo, por eso las diferentes lunas modifican el mar y la pesca. Es que en parte se da un movimiento de gravitación en el magnetismo entre la tierra y el sol, al fin al cabo la luna llena es sólo un espejo del sol- mira al cielo y espera
- Pero también es la naturaleza que sigue a los movimientos celestes. Árboles que crecen buscando la luz, los girasoles, y también los peces que se mueven dibujando una copia de las formas. Pero también nosotros lo hacemos, usamos el calendario y la astrología y quien dice que también nuestra personalidad se da según los dibujos de las constelaciones-
-¿Será porque la tierra es blanda o por lo menos con el agua las manos del hombre pueden dejar marcas? Pero nunca se puede cambiar al cielo
-¿¡El amante que le baja la luna!? le consigue lo imposible
Nuevamente escuchan el viento y el apagón, ya empieza a llovizna. Juan decidido luego del discurso mira al cielo, recoge la linea, vuelve a soltar el riel y tirar con un movimiento torpe, la linea al canal -¡Hay que quedarse-
-Pero nos van a cagar a pedos, llegar todos mojados- Fer siempre era la cabeza y Juan se mostraba impulsivo y a la menor excusa tomaba decisiones que le terminaban en grandes reprendas de sus padres
- Si, tal vez si nos quedemos acá, pesquemos-
Fer lo mira reprobado -pensé q ibas a hablar de estar bajo el cielo y algo del alma bebiendo el apocalipsis que parece esta tormenta
- No ni en pedo, por ahi pescamos-
Empieza a llover fuerte, relampagos y mucho vieno
-No ya fue, rajemos-

Se suben fuerte a las bicicletas y contra el viento pedalean una y otra vez, parece imposible avanzar, sienten que retroceden y el agua los golpea, y nuevamente, uno cae y se levante, siguen y parece que no tienen más fuerzas y que no queda otra cosa que caer en el canal. Pero logran doblar y el viento los arrastra cómo aves y llega en dos cuadras a la casa de Fer a recibir una reprenda. Esa fue la última vez que tuvieron una oportunidad, que rechazaron la postura estoica de permanecer calmos frente a la tormenta y recibir sobre sus cabezas un beso de Dios, engrandecer sus personalidades con las formas, fortalecer el caracter con el viento en la cara y los pies sobre el suelo. Pero esa fue la última vez que rechazaron una oportunidad así, fue la última vez que se les dio en la vida. El resto fue sólo un epilogo y casi cómo si la existencia se hubiera desvanecido, la historia es el resumen de mi noción de la huida, escaparle a la muerte cuando en realidad es el único punto de inflexión de cualquier historia, la negación

sábado, 11 de febrero de 2012

Respuesta

Jorge,

No me aclaraste nada. Ahora entiendo q te estas por morir pero no sé si tu delirio va a ser un eco q retumbe eternamente en mi pecho hasta deshacer toda mi esperanza y todo el amor q tengo a la humanidad. Te fuiste para otro lado y vos sabes que no tengo correa, entiendo que en tu espalda pese un amor q te hace inmortal, pero no te inventes mierda (parte borrada)

Jorge,

Siempre te amaré, espero q nos encontremos algún día y esta vez sea para siempre. La realidad es el sueño de un niño, esperemos despertar y besar el aire cómo nos tocamos los labios en aquella esquina.

No pude visitarte, me dolía quedarme con otra imagen, prefiero recordarte bailando y mirandome o queriendo trepar esa montaña. Vos sabes q te quiero mucho y nunca te lo dije, sos la mejor persona que conocí y que pisó la tierra. Si esta sociedad pudiera copiar tu ejemplo.

Besos querido,

Lauri

jueves, 12 de enero de 2012

Carta titulada Epilogo y Epitafio

Lauri,

El único dolor es el de desaparecer. Si todas las formas de amor, de mi amor, se olvidan, se olvida mi esencia, ese es mi peor miedo. Sin embargo tengo fe que en el infierno queden prendidos retazos de la vida y al zurcirlos se forme una alfombra mágica que me rescate del olvido.

Los planes a veces no salen según lo planeado. Aquellos que nunca tuvieron una crisis o aquellos que no la enfrentan y se esconden detrás de drogas y fantasías no podrán jamás tener un mínimo ápice de lo que es la conciencia, no podrán ser mis amigos.

Sin saber quién es uno, no hay muerte, no hay vida. Pesadas son las montañas y los mares, bienvenido el peso al alma que pelea batallas que ya están pérdidas de antemano, bienvenido el infierno dijo Dante y allí encontró el secreto de la vida.

Sí, es mi último año de vida, sé que lo sospechabas Lauri, tantas ideas y venir, los doctores, las internaciones. Todo eso ahora lo sabés, lo que no sabemos es que va a pasar después. Entiendo si no venís a visitarme, ¿Para qué charlar con un cuerpo en descomposición?

No te voy a suplicar, te deseo lo mejor, no sé si me reconocerás la próxima vez que me veas, al fin y al cabo pasaron tantas cosas sin embargo en mi pared se vislumbran los ojos del universo que me muestran tus labios el día que bailamos en la peña de Olivos y esa imagen tuya es una y otra vez mi resurrección.

Te quiero Lau espero que tu vida sea eterna, tu conciencia y la mirada que nunca voy a olvidar; ni después de muerto.

Besos.