martes, 2 de junio de 2009

La Realidad, la academica, actitudes y signos

Sexo, un libro con imágenes y dinero en su construcción. La cuestión humanitet, el Dassein, estamos arrojados hacia ese plano, pensaría que la lógica y los ideales sobreviven a todo, dicen, bueno, está la frase que dice: Pueden matar a un hombre pero no a sus ideales, estos son a pruebas de balas, estos son un leñita que siempre queda prendida. Pero la cuestión material que se contrapone, en este punto, con la cuestión humana; la prueba suficiente es el cuerpo de los grandes filósofos, la falta de sexo, la falta de vida social, la presión, reprimidos sexuales.

Ellos en su fobia argüían al argumento de la búsqueda transoceánica, yo lo he hecho, no lo niego, pensé estar en un mundo que podía permanecer a pesar de los hechos, a pesar de lo incontrolable había algo con un marco de previsión. Aparece el rojo escarlata entonces, es pulsión, esa motion, que descarta el dominio de uno. Es esta la que plantea estos planteos, es esta la que lleva a que algunos estén pensando en sus cuerpo reprimidos, lo repito para que quede claro, mientras que otros le sirven el café.
Ese cuerpo construye un medio de decodificación, es la expresión del significado, una de las formas que las ideas pueden pasar al plano de lo real, para ser refutadas por lo inesperado, lo incontrolable, lo dionisiaco.

La carta entra por el cuerpo, la primera reacción también es corpórea, hay un procesamiento, hay una búsqueda de lógica, y se responde según lo pactado si esa pregunta fue también prevista en otro momento. Por lo que toda la comunicación entre ciertas capas sociales, la mayoría, entre ciertas personas, la mayoría, es una sucesión de respuestas ya hechas y de símbolos ya configurados. De esto se sigue a que la historia cotidiana sea la historia de la monotonicidad absurda.

Frente a esto me doy cuenta de algo muy importante, y es que me voy de lo material a nuevamente al dassein, hacia el dios de turno, la identidad pura que busca naturalizarse como fondo operante, como principio magnificador de la potencia al acto. (-105) Desde la categoría sujeto individual agarro y me tiño de gris, lo generalizo, lo destiño al blanco más puro, al color que refleja la luz, no es más que eso, un color de una mentira, un material. En esa categoría individual uno construye ese fundamento y es allí que se crea valor y se lo quita.

Podía llamar a algo así como categoría social, como sujeto colectivo, pero no vale la pena esa perorata que necesita el mundo académico, por suerte yo no voy a tener necesidad de cumplir standarts ¿Se puede hacer una lista ordenada para desordenarse? ¿No tendría su lógica y por lo tanto no sería una nueva forma de estructuración? ¿Peleo a la estructura o al orden?

-97.5
El cuerpo lo lleva a uno a estar con otros, siente en ellos risa, pulsión sexual, olvido de la individualidad o al menos ve en ellos un medio de alcanzarla, también ve en ellos un medio para alcanzar algo más allá, algunos de esos ideales de la cuestión humana. Pero entonces no importa que se haga con el otro. Así que todo esto es una mentira, una mentira para que yo me contente, es una mentira para buscar excusas al compartir momentos, para jerarquizar algo, buscar alguna relación, mostrar que existe algo así como una cosa de entendimiento corpórea.

Entonces lo que realmente queremos es encontrarnos con signos tibios, con respuestas esperadas que nos generan un confort ficticio, el cual lo sostenemos con lo material, con el sexo, con un sentir muy fuerte y comparable a como en otras épocas se impartía la enseñanza, con dolor, con lo corpóreo. Ya tenemos la estructura, faltan los cimientos de la institución llamada realidad y para eso necesitamos el dinero.

Sexo, un libro con imágenes y dinero en su construcción.

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