Escritos

sábado, 19 de diciembre de 2009

Echando puteadas al viento

Que se temple mi voz y resuene como el silbido de un río por las noches. Que mi corazón sea un tamborin que acompañe el baile de los astros alrededor del universo. Que mis inviernos sean seguidos por primaveras y que mis otoños me vistan los ojos.

Ahora desnudo frente al viento, ya sin hojas, ya sin flores, la paciencia es el profeta que espero. Las hojas están ya blandas llorando en el suelo como un bebe recién nacido. Pero mi mi cara esta dura y mi pecho frio, como un muro, como un muerto. La escritura de sangre dice que todo lo rigido está por morir y todo lo blando y mojado está naciendo.

¿Qué alma prepara este cuerpo?

Vidala sin sol, charanguito que lloras en mis brazos mientras te acaricio, empieza a reir como lo hacen los jazmines en primavera, pués el barco que hinde en tu pecho acaba de gritar.

Quiero devolver la carga que llevo en mi espalda a la tierra que piso, pero pesadas son las montañas y pesados son los océanos. Pues con orgullo habré de llevar ese peso, le ofresco un mate y una pastafrola y me subo a sus hombros como lo hace la hiedra con la roca.

Al fin al cabo buscamos terminar con el sufrimiento humano, al fin y al cabo nos buscamos ascentar con el infinito. Nuestra guerra no es con los colectivos que nos buscan atropellar, ni con la trincheras que nos quieren absorver, nuestra lucha está tan más allá que no es lucha sino que es nacimiento.

Escuchá en el fondo como resuena el eco de los pajaros , es un destello para volver a intentar, es el coro de las hojas que crujen por el zapateo atrevido de un gaucho girándole a un zarandeo

Con una caricia te coloreo la cara de amor a la vida más que de odio al mundo, así le salto a la pared y a las ballonetas porque el movimiento es el principio de la vida.


“Saber que la vida es un juego y que un juego
no es más que una excusa para bailarle a la muerte,
para jugar con la vida”

martes, 15 de diciembre de 2009

cara o rostro

Vi esa cara. Vi una cara honesta y sincera. Un cuerpo atravesado por todas partes, como todos nuestros cuerpos atravesados aunquea veces el fracaso en la huida nos haga creer lo contrario. Un cuerpo atravesado por lanzas, diferentes de esas que atravesaban a Cristo. Lanzas enormes, que ocultaban entre sombras su principio y su final con el solo objetivo de volvernos impotentes.
Con todo yo mire esa cara, mejor dicho, recordé esa cara algún tiempo despues de haberla visto. Recordé esa cara de golpe, y casi me pongo a llorar. Un rostro marcado por la vida pero impasible, tranquilo y que me miraba (a mi porque yo pasaba pero así miraba a todos).
Me miraba como recordándome lo cierto. Recordándome que esas lanzas tenían un fin, que si hacíamos lo necesario podíamos desclavar al menos una o dos. En todo caso, lo suficiente como para poder estirar una mano y llegar a otro rostro y pedirle, con una caricia, que nos mire, para así poder sacarle una sonrisa.
Mascaras desteñidas y sin dientes.
Un carro recorrido por cuerpos martirizados
y el lago sigue quieto con un hueco en el medio
como en los días en que los chamanes fueron colgados

EMPATIA corre en patas por las vías,
donde por las noches pide monedas.
ENAJENACION se cambia de nombre a EVOLUCION,
la ley de ayer se convierte en tradición de hoy.

Un sucesión de explosiones, metralletas de humo;
una corriente incontrolable donde frenar significa morir.
Tan apilados que se siente el peso en el cuello y en la espalda
CARCEL se puso la ropa de FABRICA y SACERDOCIO la de UNIVERSIDAD

Ilustración: Ganarle a la noche, REPRESIÓN a “LA NADA”
Las estrellas no se ven
Ahora solo tenemos brillantina dorada en una mantel negro,
en vez de bosque ahora solo tenemos una plaza enrejada.

En la capital los techos son bajos que lo hacen a uno agacharse para entrar a un hogar “Quédate parado porque el techo aún se hace más bajo como una corvadura que desemboca en pared y uno no puede dar un paso atrás que ya se lo choca, y duele el cogote, y miramos el suelo, y si miramos el cielo está pavimentado, y si miramos las plantas están podadas, y si miramos al otro encontramos competencia, resentimiento y odio”

Simetría de edificios que tapan el amanecer, los montes santiagueños serán siempre más parecidos al paraíso que cualquier ciudad. El “Boldo” salta mientras se masturba, agua ras pide en la barra, otra vez dejó embarazada a una vecina. ¡Se me antoja una avestruz! Gritá mientras se revuelca en el suelo y empieza la canción en Re menor:

¿Por qué no libertad? EL DIABLO ESTÁ SALTANDO POR LOS TECHOS Y EMBARAZA A LAS MUCHaChAS. La carta dice: “Concedo mis derechos de noble y me prostituyo por un poco de carne. Si hubiese pasado por el Leteo con una toalla hoy recordaría vidas pasadas y sería todo reminiscencia de todo lo que supo mi alma. Una madre le pega a su hijo, tiene autoridad, no vaya ser cosa que el niño cante ¡quE NÓ CanTE CARaJJO! Que Nó Cante! ¿Why was jesus sacrificed?

Así que no me digan lo que tengo que escribir y ver “ ¡No capitán! Las damas y los niños primero. Ya sé que soy un hombre solo con un termo abajo del brazo pero ellos primero. ¡A proa! ¡Se hunde el barco! ¡El agua...y las empanadas se llenan de mondongo como en la Odissea del 2001! No vuelvo a cazar nutrias con los galgos del 2001, no vuelvo a los 90, no quiero volver a los 70 y el aguila esta dando vueltas el continente. Mientrás en Santa Fe y Callo se asoman MENOPAUSIA por la ventana con sus cacerolas a la hora del cartoneo y ESTRUCTURA tiene miedo que los secuestren o lo maten, hay desechos que no se pueden reciclar, pués si comen tanto van seguir cagando tanto y la mierda de a poco se va juntando hasta estallar"

Los teologos del amor a la vida seguiremos esperando que INSUBORDINACION se cambie de ropa y sea ALTERNATIVA, por ahora solo es bronca y piedrazo. Tendremos que construir, el hacedor con el pensador. Por ahora el coro canta Thick as a Brick y el cd queda trabado donde dice "The do-er and the thinker: no allowance for the other"

sábado, 5 de diciembre de 2009

Música Gitana

Existen las personas que enseñan en silencio. Yo conocí una de esas. Una mujer. Ahora me queda un poco la duda, de si yo aprendía o si es solo una excusa y en realidad la cosa vino por otro lado.
En mi hoy las relaciones con las personas no son todavía un número aunque ya me han acusado de apilar fotos viejas debajo de la cama.
Me abrieron la causa - Apilador de Fotos decía la carátula-, pero después todo quedó en el olvido.
Hoy estamos con mucho entusiasmo y ganas de tragedia –creatividad diría quien no entendiera-, y le seguimos dando vuelta a los saquitos de te y los hombres que quieren ser chicos y robarle flores azules a los caballos.
¿Que sos sonzo que no te diste cuenta que cuando te cansas de Nietszche tenés que volver a Maria Elena Walsh y viceversa?
Y obvio que le queremos dar nombres a las cosas, ¿ o se creyeron que nos creíamos superhombres?
Así que hablamos de mate, torta frita y Atahulalpa. Y si mañana yo empiezo a hablar de música gitana nadie se va a poner mal. Y si hago eso es porque estoy escuchando música gitana, no porque tengo un agujero negro adentro de la cabeza del cual salen cosas, y que si presento ese agujero negro en sociedad y le pongo nombre me dan el nobel.
¿O te creíste que jugábamos al grupito de los nostálgico-nacionalista-avaros?
Sí, avaros digo, que hablamos diciendo cosas difíciles, porque en el fondo nos queremos guardar todo para nosotros y no compartir nada.
¿Te creíste que nos poníamos togas y pensábamos en el final del mundo y en cómo revelártelo?
Pero si seguís siendo la misma que cuando tenías ocho años, no te diste cuenta. Yo te lo quiero mostrar pero vos no me dejas. Pero no lo hago con palabras y metáforas, eso es para otra cosa. Eso es para recordarme a mi mismo que estoy vivo, lo hago todos los días, y ya ni me pregunto si lo vas a leer. Eso era cuando era chico y tenia miedo de largar palabras porque todavía me preguntaba cómo iba a sonar en tus oidos. Y a eso le llaman cultura. Palabras difíciles y muchas citas y agujeros negros que después ponemos en el Museo de los Obligados (Diaz Velez 1334). Sobre todo muchas citas, para acordarte que no estas solo, y que andas a hombros de gigantes, como quien dijera.
La razón por la que no nos entendemos es porque yo escribo y hablo para recordarme que estoy vivo, y vos porque me queres decir algo. Mi problema es que no me acuerdo más como se hacía eso. Solo escribo y me comunico jugando con vos. Sí, querida, estoy jugando con vos, así que dejate de joder con la teoría de la milanesa que no va para ningún lado. Una receta mas en algún libro de cocina –y si la publicas en ingles mejor-. ¿Te creíste que con eso ibas a hacer la diferencia? Y más vale que hagas la diferencia porque sino estas sonada.
Lo único que te puedo decir es que ojalá vos también estés jugando conmigo, ojala estemos jugando a lo mismo porque yo ya no puedo pensar mas en si los otros juegan o no.
Eso lo hacia cuando era chiquito. Iba y le preguntaba a las personas si quieren jugar a la mancha, si querían ser mis amigos o si les podía dar un beso.
Después se acabo, y ahora ya me olvidé completamente.
Y la cantidad de expresiones que te explicaron mal…

Estoy jugando con vos.
Estoy manipulando mi mirada y mis movimientos.
Ser responsabla.
Ser humano.
Ser fiel.

Y la lista sigue y es larga. Todas mal te la explicaron. Yo te dije que por qué no te ponías a romper todo eso, y creeme que no sirve si lo hago por vos. No sirve de nada si te cuento como termina el mundo.

Les digo que conocí por lo menos una mujer que enseñaba sin abrir la boca. Todas estas cosas ni se las tuve que explicar y cuando trataba me hacia sentir como un imbécil. Deberian empezar a envidiar esa sensacion (lo de sentirse imbecil digo).
O quizás sea mi excusa para declarar el paraíso en la tierra aunque mas no sea con fecha de vencimiento.

La ciudad magica

Se desangra un saquito de té en el agua hirviendo, el viento arranca lágrimas violetas a un jacaranda que llora por una mucama triste y el pibe de siempre pierde el 29 en Córdoba y Junín. Un niño regala tarjetitas que hablan de amor en la plaza Hussey y la gente le teme a su piel oscura.

Maldito y bien parido sigo al baruyo de los trenes y colectivos y pienso que el amanecer entre edificios no se ve y que a la madrugada, cuando todos duermen, los pajaritos son los dueños de la calle.

Mi ventana da a otra ventana y mi cuarto, que también es mi living, es muy chiquitito. Desarrollo le llaman y veo los accidentes de autos; el muerto sale despedido y queda descalzo por el impulso. "Volvé a andar en patas" Grita riendo cínicamente el destino, tragi-comedia de la "evolución" en persona.

Somos niños inseguros que los mandaron desnudos al mundo; a veces jugamos con la intolerancia y nos podemos quemar las manos, porque a la evolución y al cumplir no les importa la magía, nos les importa reir ni llorar, y para mí, alguien tan diminuto y solo, para mí lo es todo.

No se asusten si en una sombra encuentran a un pibe con un termo bajo un arbol. Seguro que soy yo,haciendo teorías acerca de las milanesas y luchas en torno a la remolacha, al atún y los palmitos. El mismo que cuando era chico; y aunque los edificios me escondan el cielo, y las luces cubran todo, mis estrellas no se van a apagar, y aunque esas Raices serias -desde la oscuridad total- griten que succionemos, hay que seguir brillando, ser como un fruto maduro, una ciruela dando su aroma al viento del patio de mi abuela Rosita.

2016, o la imposibilidad de resignarse a aceptar un día a día sin sol.

-Yo no sabía nada, le digo que de eso no sabía nada.

-Créame que puedo darme cuenta, pero ¿no cree usted que debería habérmelo dicho antes? No puedo decirle que ahora sea tarde, eso no tendría sentido aquí. Excepto que ya fuera muy tarde, pero no es el caso. Ahora se puede ver muy claro su problema, seniorita. Lo que pasa es que usted no puede despejar ecuaciones.

(...)

-¿Por qué me hablás de esa manera? ¿Por qué esa distancia violenta? Juraste nunca hablarme así, aplastarme con las Matemáticas. Me siento, triste, decepcionada. Debería darte vergüenza.

-Pero… ¿de qué estas hablando? Yo nunca juré no usar mi poder contra vos, mi magia negra. Además, en cualquier caso sos vos que te dejas aplastar. ¿No ves que no podés despejar ni las más simples? Te doy una línea y me devolvés un triángulo. Si fuera una parábola al menos, peor ¡no!: ¡Un triÁngulo!

Hoy cometí una bajeza. Me hice pasar por profesor de matemáticas y violé a una ninia después de humillarla por no saber despejar ecuaciones.
Pero entiéndanme bien y la bajeza no está en el acto sexual, en la diferencia de edad, en el hecho de forzar a un “ser libre”, o en la mente perturbada que estará ya empezando con unas pesadillas que vaya a saber dios cuando acabarán. No soy un criminal arrepentido del s. XIX confesando sus penas en el intento de purificar su alma y hacer un poco de literatura.
Es solo que me hice de algo que no es mío. Hice como si supiera. Casi como convencer a alguien de que la felicidad existe y así condenarlo para siempre…no sé si me explico. Mentí e hice como si yo supiera y allí mismo comencé a humillarla.
Despejar ecuaciones le dije, que si me amás no puede ser tan difícil, y hacelo rápido porque tenés que tener tiempo para mí, y todo lo demás lo vemos después.
Por que tenemos poco tiempo, y luego me voy y luego te vas. Y luego se voy y luego me vas.
Escúchenme por favor, es tan simple lo que quiero decir, pero me da miedo y lo digo difícil.
Lo más aberrante fue cuando le mostré todo rápido, le dije que era simple, así y así, lo hice todo delante de ella. Que ¿cómo no podía verlo?, le pregunté.
Qué bajeza, la de mentirle a todos los que te encuentras alrededor, con voz de serio y en la esperanza de que luego serán ellos los que vendrán a recordarte el chisme, con la misma cara. En la esperanza de que ahí te lo creas, que si lo decías vos, y ahora lo dicen ellos…ya somos varios, debe ser así. Despejar ecuaciones es una pavada.
En casa lo vi. Justo recién antes de (no “recién, antes de”) empezar a escribir. Entré haciendo un poco de ruido pero sin decir palabra y fui directo a mi escritorio a ver lo que ya sabía, pero con la leve esperanza de que hoy fuera diferente. Las ecuaciones que había dejado despejadas en la mesa ya no lo estaban. Ni si quiera en la mesa la hoja, se se habían caído al piso.
“Pero no ves lo fácil que es!”, le había gritado el canalla. “Hasta un ninio puede hacerlo”. (¡Ayyy!, esa fue la peor de las frases, ni sé como me animo a reescribirla. “Sobre todo un ninio” debería haber dicho, y mantener un poco mi decencia… pero no vamos a entrar en eso).
“¿No entendés que tenés que elegir?” Una sola variable independiente. Cuántas veces te lo tengo que decir?
Ya en casa, el fin del día me recordó que era la hora de mi tormento. Como todas las noches y las manianas, esperé que mi esposa se pusiera a rezar y fui a encerrarme a mi cuarto. Cogí las ecuaciones deshechas en el suelo y se las dí de comer al conejo. Me puse a resolverlas una vez más en la ingenua esperanza de todos los días (la esperanza de que dios nos llame, y nos diga: “basta de eso chcos. Se acabó, es hora de pasar a las grandes ligas. Recreo y merienda para todos.”).
Pero no, mi esperanza ya no es esa. Mi esperanza es la resina de esa esperanza. La nostalgia y el desgarramiento del hombre entre dos mundos que necesita pararse en algún lado. El cansancio de un cuerpo que ya no entiende de descanso porque hay que seguir nadando y todavía no vemos la costa. O del estómago que ya no entiende de alimento de tanto comer tierra o de tanto no comer.

Ese es mi tormento, mi patético tormento. El de convencer a los demás para que ellos me convenzan después, que está bien, quizás dos o tres de nuestros ídolos se murieron pero… pero las ecuaciones todavía pueden resolverse. Y eso no se discute, es una pavada, cualquiera puede hacerlo, de eso se trata la democracia.
La patética esperanza de dormir tranquilo esta noche, despertar maniana, bien descansado y encontrarlas ahí, quietitas y aún resueltas en el centro de la mesa.

Milonga de calles torcidas

Era algo así como que la vida de todos los días eran nuestro templo y religión y que los arboles moviéndose con el viento eran las manos de dios saludándonos o para, no que el sistema hace que no veamos quien es la persona sino que tiene, a si eso me dijo, va, ya no recuerdo quien fue el que dijo que ¿Fue Kahilil Gibran, fue Karl Marx o fue Tincho Viglietti?

Treinta y cinco años, nacido en Chivilcoy, sin trabajo fijo, oficios de carpintero, electricista y mecánico dental, con predisposición a ayudar a la gente, a hacerse amigos y a bailar la chacarera. Tal vez como muchos otros pero con condiciones humanas diferentes. De eso hablábamos mientras yo pensaba la claridad de sus conceptos y que clara era su filosofía de vida. Tuve una epifanía y me vi; en una pequeña peña, de esas que no tienen ni escenario...cantando en alguna mesa con un vaso de vino a medio llenar y con amigos reunidos en una mesa redonda, filosofando con una payada y soltando alguna milonga atragantada.

“No valoran a la vida; eso de la vida eterna es querer tener más vida, ¡no carajo! que no me rompan las bolas. Yo quiero una vida que sea vida, esos tipos no viven, siempre buscan más y no saben para qué. Te miran y entras si tenés más; ojo, los pobres y los ricos. Los pobres siguen la tendencia teniendo más, zapatillas, buzos, celulares y esas boludeces. Pero los burgueses, bueno burgueses, ya no sé cómo se les puede llamar a aquellos que tienen una posición de poder respecto a otros por la cuestión económica, ¿los otros? No, mejor no. Bueno algunos, los privilegiados, bueno también tienen más, pero ellos son los productos, ellos son los que buscan venderse y bueno tal vez como todos, y agarran y dicen – yo soy producto tipo A, se 5 idiomas, estudie filosofía e hice un posgrado en managment- Fede, no valoran la vida viejo, no podrían valorarnos.

Observa el silencio, la música de hoy no tiene silencios. Nos sacuden la cabeza con baterías y puteadas en ingles, no participas de esa música. Atahualpa te hace participar viejo, es la democracia de la música, vós tenés que ir armando la melodía en tu cabeza, vos haces música. Esos silencios del viejo, decía más cuando callaba que cuando cantaba. No sé Fede, la verdad que no entiendo muy bien lo que querés decir con eso del Ser y de que estamos arrojados. Tal vez debería fumar algo raro para entenderte, no puedo suponer escenarios irreales. Uno vuelve de joda y ve que el tipo sale a pasear al perro y se queja de que somos vagos. Se descarga las frustraciones en el perro, lo quiere hacer sentar en el sillón y lo putea, se amiga y el perro quiere ser perro, !que no lo hagan mirar Tinelli! !hatsa los perros no tienen paz!
No me puedo imaginar algo poético por lo cual una persona puede empezar a ver que se está equivocando. Te digo que conozco gente así, viven para sus perros y se descargan toda la rabia, todas las frustraciones, la gente que los abandonó y el perro no contesta. Por eso lo cuidan tanto, porque no contesta. Le limpian el orto, lo sacan a pasear todo el día. Una vez que tienen una posición de poder.

Pero sabes que ellos son lo que deben ir al psicólogo y no llevar a los perros”

Los fideos al pesto se acabaron, hablamos un poco más de los similares que son las personas a los arboles, de la religión, la hegemonización, lo apolíneo y lo dionisiaco. Me tomé el vaso de fernet y me vine a estudiar. Que no me joda la academia, cuando enseñen algo enserio me van a tener, por ahora sigo con finanzas a ver si podemos organizar a todos los vendedores de diarios, borrachos y changuistas, armar un partido de futbol y fundar nuestro propio país. Se que me falta estudiar historia, que vendría ser una forma de comunicarme mejor ocn los demás, es que somos todos hijos de lo acontecido, de lo sido; José Martí, Ernesto Guevara, Simón Bolívar, Atahualpa Yupanqui, Arturo Jauretche, José Mariátegui, Julio Cortázar y la verdad que por ahora no recuerdo muchos más. Si alguno sabe espero que me lo ponga en el comentario; hay que escarbar profundo para encontrar las raíces y cada vez el ambiente se vuelve más oscuro y espeso.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Mis disculpas. Mis explicaciones.

El otonio sigue anunciando el invierno con hojas que vuelan y pajaros que caen.
Yo, tranquilo,ya tengo mis estrategias para eso.
Pinto jeroglificos azules en hojas cuadriculadas y los dejo perderse. Cartas que de acá se van pero no llegan a nadie. No por eso me pongo triste. También me encontré una sonrisa en griego a la que despues de algunas discusiones le empezé a sacar unas miradas... tendrías que verlo.
El senior Saussure tenía algo de razón, efectivamente, con eso de las palabras y los significados. ¿Cómo pensar que “te quiero” puede querer decir lo mismo en un idioma en el que podemos decir “te amo” y en otro en el que no?
Para intercambiar cosas, el lenguaje. Para intercambiar cosas, ¿el lenguaje? Las palabras nos sirven un rato, pero despues necesitamos de todo lo demás. Porque las palabras que usamos son un poco las mismas, hasta suenan parecido y todo. Pero cada uno sigue gimiendo en su lengua.

Qué difícil se hace huir cuando uno se ha convertido en barrilete, y el otonio, con ese viento que tira pájaros al suelo.
Pero para eso están los amigos, ¿no? Es que entre tanto temporal vas a terminar contra un alambrado o una antena de tv, hecho jirones. Te vas a sentar –me voy a sentar- y comenzar a zurcir. No tan triste después de todo, porque además de alguna vaca pastando, alguien, desde un tronco cercano te está pasando un mate.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Cuando nos alejamos de lo más cercano


Acerca del cosar de la cosa de Atahualpa Yupanqui

"Hay silencio en mi guitarra cuando canto el yaraví
pues lo mejor de mi canto se queda adentro de mí"

Di Gefhar (el peligro) de Martin Heiddegger

¿Qué acaece en el bandono de la cosa? ¿Qué ha acaecido ya cuando la cosa no puede aún cosar como cosa?
Cosando la cosa acerca mundo y permanece mundo. Pero cuando la cosa, sin guarda, como está, no cosea, entonces queda rehusado mundo como mundo. En el abandono de la cosa acaece el rehúso de mundo. Pero mundo es el aún oculto juego-de-espejo del cuarteto de cielo y tierra, mortales y divinos.
Mundo mundea. Pero mundar de mundo no es sólo no propiamente experimentado y correspondientemente pensado, sino que somos todavía del todo torpes para pensar el mundar de mundo puramente a partir de él mismo y corresponderle. Por ellos necesitamos ayudas. Éstas nos llevan por supuesto forzosamente a, en lugar de pensar el mundar de mundo a partir de él mismo correspondiendolo, representarlo desde otro. Este otro, a partir del cual ahora repsentando pensamos el mundar de mundo, no puede entretanto tampoco ser de nuevo del todo extraño a la esencia de mundo. Bien por el contrario, nos sucede que tomamos en ello este otro, a partir del cual comprendemos el mundar del mundo, como la esencia de mundo, mientras en verdad el mundar de mundo justamente es la esencia oculta de lo que incluimos en el sido mundo. De este modo tomamos ahora a sabiendas un camino equivocado. Porque lo tomamos sabiéndolo, podemos a su debido tiempo regresar.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Se aburrió Dios

Abrí una avellana y la tierra empezó a derrumbarse. Una grieta apareció partiendo el cielo, partiendo la tierra y allí un pasaje, una visión. Dios está aburrido, buscando inspiración en las personas se queda dormido. Tal vez porque no me quiero me pienso, sino solo sería y ya me habría encontrado conmigo mismo hace tiempo. Si que aburridos que somos. ¿Cómo vamos a hacer las cosas enromes que soñamos si en las pequeñas situaciones no ponemos el corazón?

Me vi sentando en el banco en mi equipo de basquet , queriendo hacer magia. Soñaba meter triples desde cualquier parte de la cancha, tirar la pelota hasta el sol y que cayera guiada por los astros en la red del aro. Agarrar esquivar a dos, picar la pelota tan alto que suba hasta el tablero y entre o hacer un giro en el aire esquivando las garras de dos gigantes asesinos y con solo una caricia dejar el balón como se deja al hijo el primer día de jardín. Pero siempre estuve en el banco; cuando entré me la pasaban y no sabía que hacer, solo había deseado y nunca había hecho. Cuando me equivocaba me gritaban, me abucheaban, me gritaban otra vez, una vez me mearon. Pero ellos no sabían que al club lo movía yo, que las hamburguesas no se hacían si no me ponía a charlar con la madre del negro Figueron, si no la ayudaba a cobrar la plata o si en las categorías anteriores yo no anotaba los puntos en el tablero.

El indio y yo, siempre serviciales. El jugaba, yo casi siempre en el banco. Los pibes hacían temblar al coliseo, eran los gladiadores que los reyes amaban y que las princesas deseaban. Pero siempre sospeche de las monarquías, del pan y circo y de la gente que sonríe mucho como la gente de recursos humanos.

Seleccionaron al equipo titular, yo busqué otra cosa para hacer. Todo el pueblo comentaba sobre ellos, su esfuerzo de dejar los fines de semana para entrenar, las tardes para ir al gimnasio. Sentían al director técnico, el César, como un padre, y se ve que no es condición suficiente tener un padre autoritario para escribir cuentos como Kafka.

Los campeones ganaron todo, pero se cansaron. Les prometieron la tierra santa, les vendieron su futuro y no llegaron. El Indio se puso a estudiar economía, no estaba muy conforme al última vez que lo vi. Al negro no se le dieron muchas pretensiones universitarias, no sé qué hará, siempre tuve mal trato, no los culpo, los que se embarcan como capitanes deben tratar mal a los que ven como lava pisos. Se encuentran en boliches y se abrazan, se miran lagrimeando, iban a entrar a la NBA, por algo dieron su infancia, por algo se encerraron en un lugar. El pata está de novio, gran alero del equipo y debe trabajar en la herreria del padre. Me contaron que cuando se ven todos se abrazan con nostalgia y pensando en que le regalaron la infancia a un club donde ya no van porque sale caro, a un club donde no hay bar, ni viejos, ni hinchada; donde solo hay espectaculos, la esperanza se rifo hace tiempo y ellos no tuvieron el numero. Algunos pelados, otros gordos, otros casados.

Pero yo no compré porquie no me lo quisieron vender, no tenia buen driblin. Qué suerte ese lugar, yo tuve el juego en el barrio y en la calle de tierra. Con nuestras reglas. Pero algún día voy a querer comprar algo, espero que sea una artesanía , si es posible echa en cierta parte por mí. Una gran casa en miniatura, con una puerta puntiaguda, cuadrada pero puntiaguda, el techo y ventanas grandes, el cuarto como la pintura de Van Gogh pero una cama para dos, un toca discos y muchos libros. La casa lelna de personas, como un club, pero de personas precupadas por lo demas, sabeindo que la vida es un juego y que un juego no es más que una excusa para bailarle a la muerte, para jugar con la vida.

Alegría embaraza pero Dolor da a luz.

Federico

lunes, 2 de noviembre de 2009

Poeta en dos pasos o por que me gusta tanto romper palabras

Se me ocurrio que pensar era poner lo que sentimos en palabras y luego romper esas palabras para ver mas o menos como nos sentimos.
Como esto me parecio una tarea muy dificil inventé un juego.
Un día le dije a un amigo: “cuando la realidad se vuelve tan gris, cuando te resulte tan pesada a la vista y te haga sentir que jamás podrías cargártela al hombro para llevarla a alguna otra parte, inventate un juego.”
Me hize caso. Tengo un plan o un juego, como prefieran. Me di un plazo de dos semanas para llevarlo a cabo.

Lo primero deshacerme de mi computador. Los computadores, -justo en donde estoy ahora los llaman ordenadores- no sirven para romper palabras. Nos dejan trans-pasar palabras, colec-cionar palabras. Suele pasar que nos llevan hacia océanos de palabras, nos hacen sentarnos y como un padre nos dicen: “ves qué grande es, nunca podrias con todo eso; para que tratar? Mejor quedate sentadito. Si no haces ruido, te dejo seguir mirando un ratito mas.”

Lo segundo es buscar papel y una linda lapicera, sentarme en una silla y empezar a escribir. Voy a sentarme a escribir largas cartas a todos aquellos frente a quienes podria desnudarme tranquilo. Voy a empezar a escribir conellos y asi vamos a romper un monton de palabras.

Como tengo miedo de que con eso no alcanze, voy a salir a buscar flores, en este ciudad que, según dicen en otonio ya no tiene flores.

(Un pequenio paréntesis: Es cierto que en algún momento contemplé la posibilidad de un intercambio interestacional, flores de primavera por hojas amarillas cazadas en pleno vuelo y que por lo tanto Nunca han tocado el suelo. A pesar del slogan que me invente -hojas virgenes- la idea fue un completo fracaso. Mi caja de letras y cartas sigue vacia, con mas olor a humedad que a primavera).

Como última opcion he decidido pagar por las flores en el mercado de flores y pescados. Para conseguir el dinero de una manera honesta, se me ocurrió montar un número en la calle, ponerme a romper palabras en frente de todos a cambio de flores o de monedas para comprar flores.

Ya me quedan pocos días antes de ponerme a trabajar seriamente sobre estas palabras que necesito romper. "Los plazos no pueden retrasarse", "Es imperativo alcanzar las metas propuestas", me digo con voz de comandante de barquito de papel.

El otonio llegó y aún no hay tierra a la vista. Los pajaros se caen y las hojas vuelan amarillas y yo sigo sentado al lado de mi caja de letras y cartas, esperando la llegada de la primavera en el momento equivocado.

Lo ultimo. Un ninio que conoci en la plaza me dijo que las flores del mercado de flores y pescados son trangénicas. Despues de un rato de discutir -y que dificil es discutir con ninios- llegamos a la conclusion de que no sabiamos bien que significaba esto pero que seguro unas flores asi no servian para romper palabras o perfumar cartas. Le tengo respeto a este chico. Lo he invitado a formar parte del navio. Lo he nombrado responsable del carajo, nada menos.

sábado, 31 de octubre de 2009

Asteroide B 612

Ya sé que en esa moral nueva, está mal hacerse ideales. Pero bueno ahí encuentro tal vez algún goce, obviamente no la felicidad, obviamente no el placer. Es que siempre viví en el espacio exterior y de vez en cuando caía a la tierra, me acercaba, primero me chocaba con las nubes en la cara, que linda sensación. La velocidad aumentaba, gaviotas en forma de v, grandes manchas celestes, grandes manchas verdes, las primeras montañas, los arboles cada vez más cerca y los hombres, y aquí el golpe contra la tierra. Siempre juntaba mis dientes rotos y volvía a subir.
Le conté a un compañerito la teoría de que existen seres en universos paralelos muy parecidos a nosotros a los cuales nosotros podemos observar cautelosamente mirando las plantas. Cada rumbo, cada cambio de alma, cada elección, cada omisión, cada amor, se plasma en forma de hojas, en forma de tallos. Hay veces que podemos ver sus caras. Hay veces que solo se ve la personalidad; un sauce llorón crece con sus ramas mirando hacia abajo, crece hundido en la nostalgia del pasado, un hornerito le canta un sonata y poco a poco este árbol es gigante. Este árbol se nutre del suelo y sigue mirando para abajo pero va hacia arriba.

Le quise bailar cuarteto a una chica y yo hacía pasos para que se riera, pero ella inmediatamente iba poniendo alguna excusa y corría hacia otra parte. Otra me declaro su amor bajo un sauce, ni ella se debe acordar. La otra me dio un beso y se fue de viaje, cuando volvió yo no existía más. A la otra la deje yo, tenía que estudiar. La otra se fue a Tucumán, la otra volvió a Francia, la otra nunca me dio pelota.

Mi compañero dijo que yo estaba loco cuando le conté lo de los arboles y todas ellas ahora muestran sus fotos con sus nuevos amores; ¿No saben distinguir el amor de cualquier sentimiento?

A uno se le van haciendo pozos, poco a poco va quedando menos de uno, y si bien juntamos los dientes y nos volvemos a hacer una nueva boca para besar, de a poco se van perdiendo partículas hasta no quedar nada. Nada de uno, hay partes que se transformaron en nostalgia, en frustración, ahora ya no queda nada de mí. No tengo nada que ofrecer, no tengo ganas de mendigar amor.
Así que cuando me miren interesados en mí, yo voy a intentar mirarme también. Cuando me comenten que tienen interés en mí, yo también voy a buscar interesarme en mí. Cuando me inviten a salir, yo me voy a invitar a salir. Pero por ahora no existe ese “mí”, no existe ese “yo”, tal vez sea esa planta a la cual le cayó un rayo y ahora se encuentra pudriéndose, esa planta a la que tocamos su madera y se desintegra, esa planta que cuando la miramos la mueve el viento.

domingo, 25 de octubre de 2009

Que VALGA la redundancia.

Ella se enojaría si supiera que la queremos convertir en un ideal –esos animalitos de seis patas que siempre se andan rascando el pico-. (Una curiosidad, dicen que Tasón tenía muchos en su jardín.)
Hoy llegó el día de atarla y golpearla hasta dejarla en el suelo –bien lejos del cielo-, llorando. Por esto si que no la va a hacer enojar, porque cuando la elegimos le dejamos bien clarito (¿o fue ella quien nos eligio y nos explicó tan bien?) que los dioses estaban ahora en el tacho y que con ellos los tronos, los olimpos y los diamantes también.
Es patética, ella, que no puede optar sino entre morir de hambre y mendigar. Tocar la puerta pidiendo permiso y sin hacer mucho ruido. Mendigar por un poquito de reconocimiento a Ellos, los gordos rechonchos de saber y poder.
Pero debemos entenderla. Pobrecita. Es que le sacaron todo, antes de decirle “Ahora puedes ir a vivir con los hombres” mientras la empujaban con dulzura para que se apurara y ponían un poquito de Jazz para no tener que escuchar sus dudas y titubeos.

Así fue que llegó y se convirtió en la más hermosa. Y todos mueren de amor, y todas le tienen envidia. Pero ella continua triste. Enfrentada a esta situación no pudo sino ponerse a mendigar –como una ramera que lo que busca es sexo pero necesita poner excusas.
Huida es patética como reformista para revolucionario. Su historia es patética, más cómica que trágica por momentos. Es patética como un soldado que mendiga amor entre minas y cráteres con miembros de sus compañeros “caídos” en batalla. Más patética incluso que algún otro soldado que, orgulloso, cree tenerlo todo porque tiene a su patria y corre hacia la muerte con una sonrisa de imbécil.

Por su parte, Tragedia entrada ya en años –y los años dan experiencia (¿)- nos permite ver EntrE mundos. Me mira tranquila y me cuenta de ese lugar donde Huida es la mas respetada de las mujeres, allí donde todos entendieron que no se trataba sino de Sujetos Sujetados. Y que ValgA la redundancia porque sino no juego más.
Yo me siento tan tonto ante las palabras de esta señorita que me dan ganas de nunca haber abierto la boca. Me quedo callado y las miro.

¡Tragedia y Huida son tan buenas amigas! Creo que son las matemáticas que las mantienen tan unidas. Sobre todo ese juego en el que agarran dos números y los hacen ochocientos, y se quedan mirando, perplejas, toda la tarde. (A no confundir con jesús los panes y los vinos. Ellas, repito, se quedan per-ple-jas.)

En cambio, cuando llueve, y les dan ganas de quedarse adentro, empiezan a romper palabras. En lo que va del año ya han roto Maduración, Verdad (aunque esa era para principiantes) y otras. También se han roto a si mismas. Mejor dicho, la una a la otra. Fue la única condición que impusieron a todos los jugadores (a ellas mismas). Mi opinión es que era la única manera que tenían de respetarse.
Si fuera un filósofo quizás debería decir deconstruir. Por suerte no lo soy. Ni siquiera un pedagogo; mas bien lo contrario. Soy un niñosociologo (o mejor un niño-sociólogo) sin pretensiones. De hecho, si pudiera, me sacaría el logo y lo tiraría en el mismo tacho de los tronos y los olimpos.
Solo quería decir que romper es mi figurita preferida, y no la cambio por otra ni aunque la tenga repetida treinta veces.
Ahora, me sobrepongo a la vergüenza y me voy al living a preguntarles si me dejan jugar con ellas.

Confesiones desde el cielo

Me pareció que el mundo es represivo, que la educación, la familia, la moral y los amigos imponen sistemas de contorl, que nos diecen como vivir, como ser normal y como ser mejor. Todo esto es diferente a nuestro placer y nuestro ser, nada de gritar con nuestra propia voz, nosotros tenemos un libreto y nada de disfurtar del amor. Así que aunque no sé escribir, aunque de alguna manera ecribo y me sale alguna rima de payador, heredada, espero, de atahualpa y de alguna guitarra, quise hacer una historia de una amiga, que más que amiga es pretención de algo más, tal vez, como toda amiga a esta edad.
Es dificil la amistad, en sentido catolico, con las mujeres. A veces hablamos suponiendo la monogamia y a las necesidades como interes y egoismo, gran error. Pero uno se encuentra tomando mates y ella tal vez se rie de como miró las burbujas y eso me produce ternura, vemos que sacan flores de los bolsillos y por ahí es solo nuestra imaginación

Cuando la inspiración se hizo carne

En la calle Lavalle de Bragado, provincia de Buenos Aires, discutía un grupo de amigos. Un Diciembre y de vacaciones, ellos hablando de la educación con cara de serios y argumentos estudiados.

Que la crisis hace que la gente no termine de estudiar, falta autoridad, falta atención a los profesores y las familias no se relacionan con la escuela. La gente no tiene ganas de vivir, de mejorar y nunca se va a lograr el desarrollo con una sociedad como tal. ¡El capital humano es nuestro mayor recurso y debemos aprovecharlo al máximo, debemos diferenciar entre aquellos de diferente habilidad, desde chicos separar y potenciar sus habilidades, perfeccionándolos hasta que tengan un don y que llegué día esperado en que este país sea desarrollado!

En el pantano de Abril nunca hubo juncos para esconderse, su vida fue un mate olvidado arriba de la mesa, sin la sutileza de haberlo regado y con el desdén de la protesta por no estar llenito, caliente y listo para ser usado. A veces nos dicen que tenemos que ser comestibles; un alfajor de tres pisos y dulce de leche. Nada de tener un piso y encontrarnos en el fondo del kiosco, a otros le dicen que deben ser gomitas o caramelos de frutilla. Se enojan los kiosqueros cuando no queremos ser vendidos por más que tengamos el consuelo de que algún niño con sus escasos centavitos nos haya elegido para jugar un poquito y nutrirse de nosotros.

Sé que nadie puede tener a nadie, menos a vos. Que el amor no se hace, que el hacer es lengua de explotador. Que se forman nubes cuando comes flan casero con crema y que sabemos, por algunos filósofos, que la alegría y la tristeza nacen del mismo árbol.

Nosotros somos hermanos en la desgracia en el precipicio del siglo XX, el principio que devino en vacio del XXI, como no podría haber sido de otra forma en el que sentir se convirtió en una desgracia y el que siente en un criminal; una bondiola tiene que ser embasada y si su tamaño es mayor al recipiente, debe ser desechada. Esperar a las bacterias, podrirse o tener fe que en algún basurero un niño pobre del conurbano nos encuentre.

Sabemos que el exceso de ternura produce dolor y que el arroyo susurra una melodía, que los arboles son como nosotros en otra dimensión, que sus ramas son como nuestras elecciones, su corteza como nuestros ojos y sus frutos como nuestro amor. Sabemos que cuando una ciruela cae del árbol solo puede levantarse saliendo al centro a tomar un helado.

Te encontré tirada en calle ¿Te acordás? No pude ver tus ojos y el pelo en forma de fuego, es que dabas tanta luz. Ese fue siempre tu quilombo, dar tanta luz a los demás, cegarlos de inspiración sin que ellos te pudiesen ver como sos; poco a poco nos fuimos pudriendo.

Vos que desde chica estuviste marginada, que en la familia aristocrática te gritaban por llorar, por no querer ir a esas fiestas sociales y por querer jugar con los chicos en la calle. Por jugar con jazmines y en vez de la cocinita de juguete y las pistolitas de plástico, vos que tanto llorabas. Que cuando estabas en la escuela discutías, que dos más dos no son cuatro, porque uno más uno son más que dos; tu abuela cuando estaba con vos te hacía sentir el universo y que cuando se fue ya no eras vos. Frente a este tipo de acotación, la profesora te mandaba a hablar con el rector.
Me contaste: cuando eras chica jugaste a que saltabas por las nubes en las mesas del salón. Que José se cayó y la profesora te castigó. La misma profesora que permitía el acoso, la violencia hacia los alumnos más débiles. Te acongojabas, te acongojas… por ellos, por ver como sufrían, como siguen sufriendo. Preferiste ser la víctima, preferiste sufrir por ellos, creíste, al principio, que la profesora iba a hacer algo. Enseñaba una doctrina pero no la aplicaba; tal vez por miedo a que los chicos luego no le hicieran caso, permitía el abuso cotidiano.

En el fin de semana ibas con tu única amiga a robar arándanos y frutas tropicales. Encontraste un grupito en el cual podías ser. Justo cuando todo se parecía acomodar, cuando encontraste tu lugar y una armadura a tu sufrimiento, el deber te llamó a la puerta.

El tiempo se terminaba, había que decidir ser algo o no ser nada “Dieciocho años y no sabes que hacer de tu vida! No sabes todo lo que hacemos por vos” Gritaban tus parientes y vos te reías. Pero te llevaron a temer, a decirte que eras mediocre y fracasada, que a los veinte años Mozart había compuesto miles de sinfonías, Borges ya sabía leer Alemán y Newton ya había demostrado varias teorías. Ahí te cayó la ficha, quisiste correr, no había donde, sabías que te perseguían y sentiste cosas que no sabes si tienen palabras, te enmarañaba el sabor y las burbujas de agua iban del rio a tus ojos y de tus ojos al piso.

Porque si bien el Olimpo no mando esta vez a un profeta por miedo que lo crucifiquen o que lo asesine el FBI, te mandaron a vos, a la inspiración echa carne. Pero te llevamos a la autocrucifixión. Nunca fuiste, ni vas a ser suficiente. Hicimos tu corona de espinas, esta vez, de jeringas y cartas vacías, porque nunca fuiste lo suficiente para escribir, que iban a decir de esas letras sin gramática, de esas falta de ortografía. Porque en este siglo mejoramos las cosas que sirven para hacer algo, pero nunca lo hacemos; un joven estudia guitarra porque puede saber perfectamente cómo usarla, pero se queda enseñando la técnica y le quita el arte; le saca el queso a la pizza, no le pone coca al fernet y se come la chuleta sin grasa para una salud mantener. ¿Cómo van a entendernos esos muertos en pie?

Buenos Aires es lindo de noche, cuando los colectivos no te quieren pasar por arriba, cuando no hay ojos que te pueden ignorar, cuando el aire aparece y los pulmones respiraran. ¿Sabías que sin tu luz yo me encontraba, así, como la hoja reseca cae del árbol y el suelo abriga el paso del marrón al gris y del gris a la nada? Caemos y ponemos cara de berrinche, como dice Santiago, nos hacemos los niños preocupados y nos ponemos esos trajes grises que no nos permiten estirar la mano y cazar esas flores azules que corren contra el tiempo.

Maldita esta civilización, ya no matamos a los dioses y los profetas, los llevamos al suicidio. Les hablamos de amor al prójimo y les pedimos rituales, diezmo, obediencia y sumisión. Les hablamos de claridad y razón, pero le imponemos estructuras y modos razonables de ver, les decimos que se especialicen, que se conviertan en los mejores. Les decimos que sean universales, que mesas redondas los esperan, que ya son adultos, pero no para opinar, sino para trabajar. Ahora nos dicen que somos un desperdicio. La inspiración que iba a ser diferenciar al ruin del artista, al revolucionario del mediocre y al hombre feliz de la tristeza prolongada, debe tomar forma, debe moderarse y ser “normal”.

No temas Abril, que el viento llevará tu luz, que en mis ojos ya se posaron; que el próximo diciembre en la calle Lavalle, nos juntaremos a hablar de poesía y del sentido trágico de la existencia. Que honraremos al que vive y esta vez lo escucharemos, que toda palabra cita al universo cuyo principal atributo es la complejidad. Somos dueño de nosotros y jugamos diciendo que podemos crear, esperemos dejar nuestra esencia de vainilla en el ambiente.

No s'e que pasara con Abril, se perdera su dignidady vivira infeliz y normal de por vida. Pero ella sabe que la vida son solo caminos; el nuestro por más que cueste su recorrida tiene corazón. No nos vamos a dejarencerrar en calabozos,psiquiátricos o laberintos. Sigamos bailando, sigamos cayendo, para eso fuimos creados. Pero que en algún giro inesperado, en un chicaneo mio, tal vez nos mariemos y nos olvidemos donde estamos y en ese momento donde arriba sea abajo, ya no nos importe y sigamos bailando

domingo, 18 de octubre de 2009

el dia a dia a martillazos

No soy un genio ni vivo del aire. No me voy a engañar diciendo que vivo del aire.
En mi tragedia acepto algunas de tus reglas solo para decirle que no a las otras.
Bailo cuando debería caminar y corro cuando no estoy apurado.
No soy un genio ni conozco al menos alguno para poder admirar.
Ah! Si tan solo tuviera un genio, o pudiera creerle a las personas cuando me hablan de uno.
Como no creo en esos embrujos me resigno al movimiento. Llevo y traigo –como aprendí de los chismosos- y muevo algunas cosas cada tanto. Pequeños objetos, nada muy pesado porque no tengo mucha fuerza. Pero lo importante no es el tamaño ni el peso sino el pequeño agujero que puedo abrir en la vidriera de una tienda Armani. !Y por favor no vayan a creer que asi creo luchar contra el capitalismo transnacional!. Si consigo resquebrajar un poco la vidriera es para abrir un portalcito, invitar a pasar un rato a Grotesco. Aunque más no sea uno o dos días antes que la vidriera sea reemplazada por una nueva. En ese tiempo varios transeúntes se quedaran mirando el absurdo. Quizas hasta cruzamos algunas miradas complices.
No soy un genio ni conozco ninguno. Ni siquiera tengo mucha fuerza. Solo tengo un movimiento como principio y te repito que si presto tanta atención cuando me explicas tus reglas y como FuncionaN es para hacerlo diferente.
Me muevo, mi cuerpo a veces acompañado de algún pequeño objeto, nada de mucho valor, quizás una piedra, pero no siempre.
Llevo y traigo como el chismoso y todos los días monto escenas absurdas para recordarme que estoy vivo. Y así tiendo redes. Entre ojos que se guiñan acumulamos bolsillos para mover piedritas y otros objetos de escaso valor.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Nuestra mancha (II)

“¡Las plegarias no aran! ¡Las alabanzas no cosechan!

! Las alegrías no ríen! ¡Las tristezas no lloran!”

Nosotros lo hacemos señora y eso es lo que quiere decir mi amigo cuando habla de la huida. Se lo explico: El me dijo “¿Por qué un tipo tan inteligente como Nietzsche se va a poner a hablar de la religión católica?” y mientras me formulaba la pregunta, me miraba como sabiendo la respuesta. “Que el cielo se haga en la tierra”

De alguna manera, lo que creí entender luego de leer algo de la biblia y tomar mates con mi amigo fue que el hombre cuando se da cuenta de su muerte y de que todo valor es una mentira, ahí esta solo, no tiene mucha razón para vivir, no la encuentra ¿Para qué? Si nos vamos a morir no hay nada más, si los significados dependen de las épocas, si los valores son relativos y los sentimientos no se comparten. De alguna manera la religión vendría a ser un potenciador de la potencia que somos nosotros, pura posibilidad, pero como no tenemos ser, sino movimiento, entonces nos encontramos con un problema. Resulta pues que la religión de alguna manera nos cierra y nos da vida, nos hace que exista ese Dios y ese cielo del cual nosotros somos sujeto o futuros ciudadanos y eso motiva a vivir, a hacer las cosas lindas, a construir grandes catedrales con vidrios de colores y cosechar rosas.

Usted me preguntará “¿Qué tiene que ver con la Huída?” De alguna manera con Santi nos creemos teólogos del amor a la vida, en el fondo no estamos muy convencidos pero fue como una solución a la muerte inminente a sentirse uno atado, porque eso te saca el sentir, te anula mucho. Pero entonces el cielo vendría a ser una forma de huída de esa muerte y de alguna manera en el salto de piedra a piedra uno se está liberando de ser una cosa, un fiambre. El cielo te da mucha fuerza para saltar pero se usa de una manera que no permite avanzar, elimina a las otras piedras. Para el cielo hay dos, en una la muerte y en la otra el sufrimiento y el cielo. Aunque el estanque este lleno de rocas, solo te hace ver esas dos. Eso te lleva a saltar en el lugar y si bien te levantas de la cama a la mañana estas siempre en el mismo lugar.

El cuerpo doña, ese es el punto. No podemos afirmar otra cosa que no salga de ahí y parece buen principio. Pero yo no lo cumplo, me metieron tantos cielos y tantos dioses, tantos infiernos y torturadores, que no puedo disfrutar nada, siempre encuentro una presión. Invento juegos y les llamo realidad pero después llego al fin de semana y nada, no tengo ganas de nada. Espero que huir de esos dioses no signifique ir a la piedra donde está la muerte.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Nuestra mancha.

Jugamos a la mancha pero al revés. No corremos para escaparnos sino para chocarnos y así tocarnos de nuevo y de nuevo. Mientras tanto, la señora de los rizos espesos nos mira con reprobación y nos invita a apagarnos,

- Va a ser imposible –le explicamos, con los puños cerrados en las caderas- puesto que hemos obtenido nuestras credenciales mientras tramábamos la huída. Así es que celebramos el salto y la caída, y reconocemos el miedo en cada una de las rocas del lago.

Ella sabe que nos quedamos quietos cuando nos aísla y así busca todos los días encerrarnos en cacerolas. Nosotros -sin rehuir a su mirada- saltamos y jugamos a la mancha al revés, y en la fricción de cada roce obtenemos la energía para el próximo salto.
Hemos dejado atrás la gravedad y nos dejamos caer solo por gentileza hacia el sentido común, porque nos gusta el ruido que hacen nuestros zapatos contra las rocas, y porque no buscamos impresionar bobos con nuestro vuelo. Cada noche, ponemos cara de niño serio y recordamos todo aquello que nos causó miedo durante el día. (No sería justo decir que rezamos).

- Sabe una cosa señora. Usted está en lo cierto cuando dice que huimos. Pero sepa que no escapamos. Es tan solo ésta, nuestra ética, la que hemos adoptado.

domingo, 30 de agosto de 2009

Ver el mundo desde un monitor

Les preocupa a mis viejos, a mi hermana y a la supervisión académica, también, a mi super-yo, ese tipito que aparece en vuestra cabeza para echarnos la culpa, un latigazo en el pecho. Pero es así, quiero estar en mi mundo, donde tal vez no este yo, la angustia, o el futuro fracaso. Me declaro fracasado antes de empezar algo, antes de intentarlo, no quiero hacerlo, quiero mirar a la pared pensando en que puedo escribir mi obra maestra, en que puedo mezclar cosas que a nadie se le ocurrió, y se me vienen personajes, ideas, y el vacio, y la angustia, de que todavia no lo hice, de que no lo voy a hacer nunca, que nunca voy a hacer nada.
Que yo me voy excusar de los errores, le voy a hechar la culpa a cosas, el sistema, el capitalismo, y todo porque no puedo encontrar mi lugar, sentirme comodo acá, en esta dimensión. Entonces sé, invento, pienso, miento, hay otras realidades, otras dimensiones, el tiempo no existe, vivimos una continua conexión entre el pasado, el presente y el futuro, que todos somos una existencia, que se mezcla el quichua con el cristianismo y no sé cuantas mentiras para sentirme importante, para volver a excusarme.
Allí encuentro tal vez algo, tal vez un pensamiento acerca del intelectual vs el artista, de la funcionalidad del sistema de uno mientras las mentiras del otro, y nuevamente caigo en nuevas cosas, en pensar que el intelectual también es una nabo en este sistema y dice que sabe pero no lo hace.
Entonces hagamos así, yo me hago responsable de lo que pasa en mi vida, empiezo a temerle a las cosas de la realidad. Empiezo a juntar ramitas secas, barrito, y construyo mi nidito, en un arbol bien alto. Con todas las dificultades me enfrento a las tormentas y las hormigas, pero lo hago. Luego de construido me voy a largar a volar, hasta donde me den las alas, corriendo el riesgo de morirme, de caerme. Pero sabiendo que si vuelvo el nidito sigue estando, calentito, dispuesto a salvanguandarme para un nuevo vuelo.

SI no lo construyo, ni voy a poder volar, a mitad de camino me van adar ganas de volver a hacerlo, tal vez no vuelva pero no voy a estar libre volando. De lo que concluyo que todo esta en mi mente, el nido y el vuelo, de lo cual tengo que sentir a la construccion de ese nido como un vuelo en mi msimo, como algo esperanzador y metafisico. Pero que dificil que resulta trabajar, mas cuando te apuran, y te gritan, te presionan y te coaccionan, cuidado que te vamos a echar!!

¿Soy responsable de mi vida? Cuando hago algo me vuelvo automata y cuando no lo hago me vuelvo autista.

jueves, 13 de agosto de 2009

Preludio para la historia de una vida. Idéntico.

Duscubrir por mí mismo. Buscar y no encontrar y hacer de eso la pasión. El deporte de la vida.
No dejar que me encuentren tampoco. ¿Será esto el miedo? No sé, pero hay cierto placer y cierto orgullo en el acto. Es dejarse encontrar y no dejarse encontrar. Los opuestos que se agregan y cuestionan a la disyuntiva misma como forma de lenguaje. Esto puede llevar a la adopción o al rechazo. O a los dos. O a uno y luego al otro.
Y esta escena se repite en cada lugar. Nos presentan disyuntivas, les decimos ‘hola, que tal’ y no paran de hablarnos (¿taladrarnos?) hasta Humuhuaca 3759 convencernos de que son lo único entre Bulnes que existe en verdad.
Quizás no fui yo, y M. Bravo, sino la suerte que tuve, la suerte de un niño al que lo hacen jugar con máscaras sucias y viejas para que se de cuenta. Tan pedagógico siempre ese afuera conmigo Larrea 1031 dejándome dar un paso y luego otro, siempre con opción de descanso.
Así fue como entendí que cada paso lo da otro, diferente al anterior. Entre ellos sólo comparten un mismo testimonio, una barra hueca de madera que promete tener algo dentro. Cada tanto sucede que alguno de todos opta por el descanso, se sienta a la sombra si tiene y abre el cilindro para leer las palabras
Soy ese que busca lo otro, que lo deja expandirse a riesgo de quedarse sin lugar para sí. Pero ese riesgo no existe porque soy ese que contempla lo otro. (Y más soy cuanto más contemplo lo otro).
Conozco el mensaje porque he optado ahora por el descanso.
Y, ¡pobrecito de aquel que entienda que el descanso es para los débiles! El descanso es un acto de osadía, es animarse a abrir el cilindro y ver si aún queda algo, si no habré en algún momento –como para tenderle a algún otro desconocido la peor broma- cambiado el mensaje por cáscara de huevo con algo de clara y sin yema o por un yogurt vacío con su cuchara.
Todos sabemos que la posibilidad de que aparezca el yogurt no es aquel fantasma supino que da cuenta de la osadía. Pues el verdadero fantasma es ese papel, el manuscrito. Es sentarse, leer el manuscrito, entender que había algo importante allí pero no poder recordar qué era. No poder descifrar la más fácil de las metáforas y descubrir que se la ha extraviado a uno el más fundamental de todos los sentidos: el sentido del sentir.
No voy a negar la existencia de matices. Entre la metáfora indescifrable y el yogur vacío podemos leer un papel, no otorgarle mayor importancia y cambiarlo por otro. Tantas veces habremos hecho eso, cada uno de nosotros, en alguno de los descansos, cuando estábamos de un determinado humor. Acto heroico o un pobre diablo que con la cola entre las patas cambia el mensaje por una nota arrancada de la revista del domingo. O el hombre que lee y ve algo tan lejano e inalcanzable que solo alcanza a caer de cola al suelo, impotente.
Nunca sabremos que habrá pasado en cada posta, mientras los caballos tomaban agua.

de 1 de mayo 2009.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Desarma y sangra

No voy a ser como el puto de Lewis Carroll que puso a Alicia en el país de las maravillas porque quería cojersela y no pudo, o tal vez si, tal vez pudo y por eso latinizo el nombre de su madre Lutwidge Charles y como buen Edipo que no salió de su etapa, como buen tartamudo abusado en la escuela pupila, amaba tanto a su madre como para ser ella por las noches y por el día asesinarla en el sótano para quedarse con el padre y endiosarla en la azotea para vigilarse en las tardes. No, ningún mundo en este momento, me voy a dar el displacer de la bruma liquida que me plantea este momento de sentir el dolor en el pecho, el dolor de ser parte, de tener que remarla y sin saber que se puede obtener. Ya sé que muchos tienen esa sensación en el pecho, no saben adónde van, si esto vale para algo, si mañana muero que da… Bueno podría aprovechar el momento disfrutar, si trabajo corro el riesgo de morirme antes de jubilarme pero si me jubilo a los 20, uh ahí si que no voy a parar de coger, no como ese puto de Lewis que se hizo profesor de algebra violado.

¿Estaría escribiendo esto si desde chico no hubiese tenido una patología que me hiciese diferente? O ¿si las crisis existenciales me permitieran cumplir con los parámetros sociales imperantes?

Qué preguntas idiotas!, demuestra una pasividad tan grande, que si me viera Lewis se haría amigo.

Tengo la sensación que pronto voy a morir, este es mi momento, que no me estoy realizando, que nunca lo haré. Sueños. Sigo soñando cuando me dejo morir, sigo soñando cuando resigno toda acción por el miedo y el frio, que frio que hace cuando te dejan solo, ellos que tanto miedo tienen también.

Ese el dolor el que pone una advertencia, el dolor que te sino te deja una cicatriz, una marca física y otra psicológica, una enseñanza “Nunca más me voy a acercar al fuego”… Nos confundimos, después creemos que todo es dolor y no queremos acercarnos, pero no sabemos, suponemos que nos va a doler y que vamos a sufrir, a eso le llamo miedo, creer que eso, X, infiere un dolor, Q/ F(x) = Q .

Así que ahora pongo una función matemática ¿Esto va ir directo a Harvard no? Disculpe lector sale la parte pasiva de mi intelecto, si es que puede dignarse a ser llamado así

Los economistas me hablan del valor, me dicen que ya está definido, es lo que da el mercado; bueno algo de eso hay, el miedo se trasmite, la masa reacciona, el mercado dicta, la masa reacciona.

Cuán equivocadas son las elites y los snobs que se creen afuera de eso, que no saben acerca de la noción de campus, de la producción de la verdad y los roles dentro del sistema productivo. Acá estamos nosotros cumpliendo el rol de preguntarnos ¿Hacia dónde vamos? Ese rol de Pseudo intelectuales, periodistas, psico-bolches y no sé, académicos. Tenemos nuestro Club, el lugarcito dentro de este sistema, y le ofrecemos la alternativa al que no se prende al regetton o a showmatch. Otro producto en la bandeja, pero se queda ahí, no pasa de eso,

¿cuando se leyeron los diarios alternativos o se escucharon a los intelectuales? Ni el neoliberal escucha cuando su compañero le dice que las inmigraciones bajan los salarios, se queda con q son de otro color o que nacieron lejos, que son de Jujuy y que no vengan a capital. La masa dicen, la turba irracional, sería menos irracional si tuvieran un modelo nacional de sujeto a seguir, es cultura que ustedes llamaban barbara, YO SERIA MENOS IRRACIONAL SI TUVIERA UN MODELO A SEGUIR.

¿Quién debo ser?
¿Martín Fierro? ¿Santos Vega? ¿Gauchito Gil? ¿El Che?
¿Mariategui? ¿Jaureche?

¿En qué espejo me miro? ¿En el mío? ¿En los deseos? ¿En la voluntad de vivir?

domingo, 19 de julio de 2009

Burbuja de goma

Si le digo “cuánto te quiero…” en el momento del cuánto se infla en mi boca una burbuja azul de goma en dos dimensiones que ya no me deja modular. Como con toda burbuja, estamos siempre expectantes a que explote. Pero esta no explota porque claro, es de goma.
Si alguien me entiende, porque esta es la mejor descripción que puedo hacer de eso que siento en el momento que pronuncio ese cuánto o cúanto. Esa palabra que a una misma vez es tan vaga para uno y expresa tanto para el otro.
Esa burbuja debe ser la distancia entre el que pronuncia y el que escucha, una distancia que creamos casi sin querer pero que nos separa; una distancia que queremos hacer desaparecer, para ver qué pasa.
Pero la burbuja sigue sin explotar. Quizás, en el fondo, preferimos que sea así, porque como podemos ver dentro de la burbuja sabemos que solo hay aire. Y preferimos que este ahí, ese aire, ocupando espacio, simulando que mi boca está llena. Preferimos la burbuja a ese plaff en el que se deshace y nos damos cuenta que esa distancia era en realidad lo único que nos mantenía relativamente unidos.
Es que en el momento de la explosión, los cuerpos se chocan y se dan cuenta de que esta vez lo que había no era más que un poco de encanto que ya no alcanza para opacar el dolor que ha dejado ese chichón. (Y un chichón justamente no es una herida, porque una herida sería otra cosa).
No podemos saber si el desenlace es ese o algún otro tanto más preferible. En todo caso, seguimos por miedo soportando la burbuja en la boca.

de 4 de enero 2009

sábado, 18 de julio de 2009

El dibujo que te regalé

Gime y ruge, la gema de una garúa
La peste retinta el sabor
el sol tirotea el tesoro
la fiebre, el corazón

¿Cuantas mañanas perdí de vos?
¿Cuantas noches fallé a la causa?
Del signo exagerado de la falta,
de tu calor, carne y alma

Celeste y amarilo, rojo pasión
Solo, el ruido de tu respiración
Solo, ahora yo.
Silbo las penas que algún día
serán guía y marea

Naufrago desesperado de la muerte
anunciado por el género del mar
del verde despertar, del gris languidecer
que se asoman en una pintura del sueño
Dalí, el Bosco y Van Gogh

Wisky, placebo de vos, nunca
Nunca olvidaré, esas aves blancas,
un estanque estancado en brizna,
el dulce sabor a sal que inundan tus pupilas
y estas rimas vacias que gritán !No más!

Un 19 de Julio abordaste un planeador
Silbo la espera que quema mi pecho,
junto al lago de Belgrano
donde tu nombre se imprimió;
tú nombre de constelación

Vos pipicucu, vos, tal vez yo
Tal vez nos encontramos en la misma foto
vos y tus flores que salen del bolsillo
esas flores conmigo
y yo con vos

domingo, 14 de junio de 2009

Hermosa ingenuidad o la certeza de la flecha que ciega

El disparador es la tristeza. La impotencia de no poder convencer.
Y sólo podemos concluir entonces que la diferencia está en todo lo que aprendimos, en todo lo que ahora somos. Pero cómo lo aprendimos depende de cómo lo supimos (supimos sin que nadie nos explique, es decir, sentimos), de cómo lo entendimos (sin que nadie nos lo explique). La diferencia no está en lo que tenemos sino en lo que miramos. En lo que atrae nuestra atención. Sin pensarlo demasiado, podríamos decir que la diferencia está en que no alcance el entender solamente, porque una descripción estéril e insípida es lo mismo que ya teníamos al principio solo que con más definición. La diferencia está en que la descripción no es para nosotros un fin, sino tan solo un medio. Un medio que nos hace sufrir, pero que consideramos imprescindible.
Los factores que se potencian y nos construyen apasionados. Es que ese cuadro estéril nos hace sufrir, más de lo que teníamos pensado, y ese sufrir no nos permite detenernos. Y sólo cuando creemos todo esto, cuando escribo esto y lo creo, es cuando descubro que esta es la expresión plena de eso que en cualquier otro momento no termino de comprender.

Digo la diferencia pero tendría que decir la división.
Son dos lados, que hoy casi no podemos diferenciar. Pero hay algo casi esencial.
Hay algo en la esperanza, en la manera de mirar. Es la percepción o la intuición. Algo sugiere por debajo que el hielo puede romperse si se lo mira fijamente, que alguna vez fue agua.
La diferencia está en el sentir, eso que palpita y que angustia. Porque toda diferencia está en el sentir. De ahí que la división sea más profunda de lo que en un primer momento se hubiera pensado.
La división es difícil de detectar. Porque están la ingenuidad y el pasado. El pasado que decepciona a algunos y que los hace saltar al otro lado solo por querer escapar de eso que conocen. Porque han sido decepcionados. Y la ingenuidad, que nos deja sentados allí donde nos pusieron.
Y el problema esta en la dificultad de convencer. Todo empieza por ahí. La tristeza es la de no poder convencer. El descubrimiento de que la razón y los argumentos, todo eso que nos enseñaron como la manera más útil de llegar al otro no es el camino. Y entonces la manera de convencer es la otra. La de la pasión.
La pasión. Ahí empezó la división originalmente. Hoy quizás haya apasionados de los dos lados, pero seguro que no fue así en el principio. Eran tan solo los que se defendían, contra los apasionados. Apasionarse, es creer en algo que no es. Porque la pasión solo puede existir con el movimiento. Lo que va de lo que no es a lo que puede ser. Y ese movimiento es la pasión.

Sólo espero que mis hijos sepan sentir

De 21 de marzo 2008

sábado, 6 de junio de 2009

Un mail que nunca se va a mandar

El anticristo y lo de dios no tiene nada q ver con lo religioso para mi, es la cuestion de la fe en el amor y la negacion de la realidad. El diablo, es nada menos, que la negacion hegeliana y por lo tanto la posibildiad de la existencia de una afrimacion llamada dios.
Por eso es que los grandes movimientos conservadores siempren tienen un enemigo o un opuesto, nostros y los otros, nazis y judios, comunistas vs capitalistas, terrorismo vs democracia.

Por eso vos fuiste mi anticristo. Al pirncipio me mentiste, me hiciste creer en valores, me hiciste creer, el miedo a la soledad me cambia. Cuando te vi con el otro ya era demasiado tarde, el mundo me había cambiado.

Pero las sucesivas negaciones lograron lo que vos querías, y es que yo tenga más fe aún,no en vos, lo nuestro esta todo resuelto, pero si en mí, si en la posibilidad de algo real y el no quedarme con brazos cruzados. Bueno eso es un nuevo dios para mi.

http://www.youtube.com/watch?v=CIClgiiwH-k
Instituciones
Sui Generis


Yo miro por el día que vendrá
Hermoso como un sol en la ciudad,
Y si me escuchas bien
Creo que entenderás,
Porqué yo esperé en vano
Que me dieras tu mano.
De mis huesos la humanidad
Debes salvar.
Los magos, los acróbatas, los clowns
Mueven los hilos con habilidad,
Pero no es el terror a la soledad
Lo que hace a los payasos
Uno rojo, otro blanco,
Ya los viejos rompen la voz
Para cantar?
"Oye, hijo, las cosas están de este modo,
Una radio en mi cuarto me lo dice todo."
No preguntes más!"
"Tenés sábados, hembras y televisores,
Tenés días para amar aún sin los pantalones."
No preguntes más!"
Siempre el mismo terror a la soledad
Me hizo esperar en vano
Que me dieras tu mano
Cuando el sol me viene a buscar
A llevar mis sueños al justo lugar.

miércoles, 3 de junio de 2009

La calle de los muchos nombres

Nunca en mi vida me sentí tanto un turista como en esta ciudad. Es como si mi descripción se adaptara -a la noche y a la mañana- a este concepto. (Me entero ahora que incluso sobraba lugar en la enciclopedia por lo que han agregado una foto mía caminando por Salvador de Bahía.)
Estoy en la calle de los muchos nombres, comiendo alguna fruta tropical que no termino de entender. Arranco un pedazo y me lo llevo a la boca. Luego otro. Una vieja vendedora ambulante, sentada en la escalinata de la iglesia de la que acabo de salir me hace un gesto para indicarme que debo comer con la boca y me dice “¿Voce no tein mangga a seu pais?” Le contesto que no, después miento y hago como que me gusta. Camino una cuadra tiro el mangga en un tacho de basura, se cae al piso. Lo levanto y lo vuelvo a tirar, esta vez bien. Tengo las manos muy sucias de esta fruta naranja, entro en algún lugar y me las lavo. También me soplo los mocos.
La noche anterior había estado en esta calle de los muchos nombres, probando bebidas y frutos amargos de este país. La iglesia, a la que hace un rato entré hacía solo parte del decorado, edificios de otro tiempo que por contraste solo contribuían a reforzar la embriaguez del ritmo negro brasilero.
La luz del sol había apagado estos bailes, y la iglesia pasaba ahora, de simple decorado a pieza arquitectónica súper valuada con la posibilidad de ser visitada por solo dois reais. Entré. Las iglesias no guardan mucho interés para mí, a decir verdad por lo que seguí mi camino por un pasillo lindante que llevaba a un patio trasero. Lo recorrí, esperando encontrar algún banco y poder hacer de este una pequeña plaza privada. Así fue. Empecé a leer un libro que había comprado en Río pero había dormido demasiado poco la noche anterior y se hacía difícil avanzar en portugués.
Granada en dos tiempos: el removerse de las hojas del gran árbol, alguna ramita que se rompe y luego paff, contra el suelo.
Descubrí por qué se lee tan poco cerca del ecuador. (Por cierto, cuestión mucho más interesante de lo que descubrió Newton con la caída de la manzana). Definitivamente el entorno no ayuda. Las hormigas que le caminan a uno por el cuerpo son mucho más grandes, y estas frutas que caen de los árboles suenan muy duras contra el piso. No es que la gente no quiera, simplemente no puede uno sentarse por la tarde a leer a la sombra de una bazooka que entre línea y línea dispara.
Luego de un rato llegaron un grupo de personas, encabezadas por el hombre que cobraba los dois reais en la entrada y que ahora hacía de guía. Me miraban y me saludaban con la mano desde la entrada del pequeño patio. Algunos hacían gestos para expresar su ternura. Solo faltaba que pusieran un cartel que explicara: “Especie sudamericana típicamente blanca. Se alimenta de papel encuadernado y cubre sus ojos con gafas para protegerse del sol.”
Tan simpáticas como siempre las frutas seguían cayendo. Algunas golpeaban fuerte contra el piso y me salpicaban al hacerse pedazos. dentro de una fuente remplazando el ya monótono paff por un plaff. El guía comenzó ahora a comerse algunas y luego a juntarlas todas. (¿Resulta entonces que una munición asesina puede pasar a fruta sin mercado central de por medio? Esto me resultó increíble y repugnante a la vez) Convencido ya de que era imposible avanzar, me levanté y le pregunté cómo se llamaba ese manjar que tenía entre manos. (Discuipe... Como se lama esa fruita?)
Mangga, dijo, acompañándome a lavarla –al parecer apiadándose de mí. El hombre abrió la canilla, la cerró, vio que yo seguía lavando, volvió a abrirla, comenzó a exasperarse. Por fin terminé. Hizo un gesto de que mordiera directamente pero yo preferí sacarle la cáscara.
Salí por el pasillo. En la entrada había unas niñas jugando. No entendí nada en realidad. Una se tocaba sus partes y parecía decir: “¡Un agujero, otro agujero!”. Ritos perversos de una ingenua pagana frente a la iglesia.
Yo miraba todo a mi alrededor y arrancaba pedazos de mangga que me llevaba a la boca. La vieja que me dice que muerda, le hago caso. Espero estar fuera de su vista, de la vista de todos. El tacho, los mocos.

De 23 de enero 2009.

martes, 2 de junio de 2009

La Realidad, la academica, actitudes y signos

Sexo, un libro con imágenes y dinero en su construcción. La cuestión humanitet, el Dassein, estamos arrojados hacia ese plano, pensaría que la lógica y los ideales sobreviven a todo, dicen, bueno, está la frase que dice: Pueden matar a un hombre pero no a sus ideales, estos son a pruebas de balas, estos son un leñita que siempre queda prendida. Pero la cuestión material que se contrapone, en este punto, con la cuestión humana; la prueba suficiente es el cuerpo de los grandes filósofos, la falta de sexo, la falta de vida social, la presión, reprimidos sexuales.

Ellos en su fobia argüían al argumento de la búsqueda transoceánica, yo lo he hecho, no lo niego, pensé estar en un mundo que podía permanecer a pesar de los hechos, a pesar de lo incontrolable había algo con un marco de previsión. Aparece el rojo escarlata entonces, es pulsión, esa motion, que descarta el dominio de uno. Es esta la que plantea estos planteos, es esta la que lleva a que algunos estén pensando en sus cuerpo reprimidos, lo repito para que quede claro, mientras que otros le sirven el café.
Ese cuerpo construye un medio de decodificación, es la expresión del significado, una de las formas que las ideas pueden pasar al plano de lo real, para ser refutadas por lo inesperado, lo incontrolable, lo dionisiaco.

La carta entra por el cuerpo, la primera reacción también es corpórea, hay un procesamiento, hay una búsqueda de lógica, y se responde según lo pactado si esa pregunta fue también prevista en otro momento. Por lo que toda la comunicación entre ciertas capas sociales, la mayoría, entre ciertas personas, la mayoría, es una sucesión de respuestas ya hechas y de símbolos ya configurados. De esto se sigue a que la historia cotidiana sea la historia de la monotonicidad absurda.

Frente a esto me doy cuenta de algo muy importante, y es que me voy de lo material a nuevamente al dassein, hacia el dios de turno, la identidad pura que busca naturalizarse como fondo operante, como principio magnificador de la potencia al acto. (-105) Desde la categoría sujeto individual agarro y me tiño de gris, lo generalizo, lo destiño al blanco más puro, al color que refleja la luz, no es más que eso, un color de una mentira, un material. En esa categoría individual uno construye ese fundamento y es allí que se crea valor y se lo quita.

Podía llamar a algo así como categoría social, como sujeto colectivo, pero no vale la pena esa perorata que necesita el mundo académico, por suerte yo no voy a tener necesidad de cumplir standarts ¿Se puede hacer una lista ordenada para desordenarse? ¿No tendría su lógica y por lo tanto no sería una nueva forma de estructuración? ¿Peleo a la estructura o al orden?

-97.5
El cuerpo lo lleva a uno a estar con otros, siente en ellos risa, pulsión sexual, olvido de la individualidad o al menos ve en ellos un medio de alcanzarla, también ve en ellos un medio para alcanzar algo más allá, algunos de esos ideales de la cuestión humana. Pero entonces no importa que se haga con el otro. Así que todo esto es una mentira, una mentira para que yo me contente, es una mentira para buscar excusas al compartir momentos, para jerarquizar algo, buscar alguna relación, mostrar que existe algo así como una cosa de entendimiento corpórea.

Entonces lo que realmente queremos es encontrarnos con signos tibios, con respuestas esperadas que nos generan un confort ficticio, el cual lo sostenemos con lo material, con el sexo, con un sentir muy fuerte y comparable a como en otras épocas se impartía la enseñanza, con dolor, con lo corpóreo. Ya tenemos la estructura, faltan los cimientos de la institución llamada realidad y para eso necesitamos el dinero.

Sexo, un libro con imágenes y dinero en su construcción.

jueves, 21 de mayo de 2009

Para luchar con el tiempo

Partiendo de dos ideas cualquiera decidí hacer lo siguiente:
Me vestí de azul y me puse un cinturón blanco. Tomé un reloj que había en mi cuarto y le quité la pila. Lo programé (¿o se programó?) a las siete menos diez del sábado siete y me lo puse en la muñeca izquierda.
“Desde ahora esas deben ser sus respuestas cada vez que alguien le pregunte la fecha o la hora. Jamás debe contestar que su reloj no anda.”
Así surgió una idea más: descubrí que cada vez que una persona mira su reloj para saber la hora, en realidad no es la respuesta que su pulsera mecánica le de lo que le interesa, sino la diferencia entre esa hora y una otra que tiene en mente. ¿Qué pasaría entonces –me dijé- si programara mi reloj siempre con esa segunda hora, si volviera explícito aquello que la mayoría de las veces solo aparece dentro de nuestra mente?
Atrapar ese demonio al asecho y exhibirlo como trofeo en una cajita de vidrio en mi muñeca. ¿Un símbolo de mi batalla ganada o tan solo un anhelo?

De Sábado 7 a las 6:50 (de marzo 2009)

miércoles, 20 de mayo de 2009

Traición del Sur


“Oh Sisifo maestro, autor del eterno retorno, de la repetición absurda de la búsqueda de libertad, bríndame tu ejercito cansado y te prometo que así destruiré campos y molinos, rosas y margaritas, dejando solo calamidad y sufrimiento, dejando al hombre solo sujeto a su imaginación y a su percepción. Destruiré todo cuanto valore, violare todo lo que sea divino para él y buscaré la forma de que muera, solo así podrá entenderme, solo así podrá abrirse al sentir” Zaratustra evangelio San Anístenes


Escapar de la muerte fue siempre ir hacia el norte; y esto no se deriva de mi experiencia. Nosotros (1) fuimos espectadores de la evolución del hombre; un mono chillando y creando su tribu de sistema de signos, la construcción de la sociabilidad, la traición de judas, el pecador asesinado con un ojo mordido por un cuervo y la crucifixión. Pero la verdad a la cual me someto no depende de estos simples hechos, sino que es invariable y divina. Es la intuición.

Solo la pude aprender entrando al infierno, habiendo aprobado un examen final, que me fue tomado en un sueño ayer a la noche. Como todas las noches, en nuestros sueños, tenemos pruebas con grandes premios y grandes castigos, morir, deprimirse, el suicidio o la sabiduría y la esperanza. Ayer el juego consistía de asesinar a un demonio disfrazado de blanco para que sobreviva en forma de dios. El mensaje no importa y tampoco quien se lo robó, solo importa la interpelación en la función, como cuando un consejero corrupto le roba la carta a la reina y un detective soberbio se la roba al ladrón (2)

Hoy mi Dassein de turno cambió, Dios murió, dios nació. La tragedia del odio al mundo y el amor a la vida, empezó un día antes, día exclusivo de cortejo y evaluación de situación. Me quedo con una frase de desquite divino:

“Nietzsche ha muerto”

Dios

Ella dio señales difusas, solo tacto, nada de sentimientos en mi amor. La superficialidad abordó la región y mientras él esperaba una dadiva, como un niño espera la teta, la idiotez de la forma de buscarlo, la moral aplicada a esta irracionalidad, fue lo que destruyo el colorido de ese fin y de cualquier fin. El ateísmo y el escepticismo auguraron al invierno como temporada oficial.

La meditación, la volada, el enjuiciamiento del ojo, el ojo de bragado, fue una prueba más de las que hacemos todas las noches mientras dormimos.

La tribu se formó. Grandes ceremonias de cantos llevaron a nuestra comunicación, una tribu peruana milenaria, mandó su explorador. El cuestionar de nuestro accionar persuadió la superioridad de nuestro dios, Ayawaska fue la palabra común, “solo enfrentando al lobo cara a cara, enfrentándote a tus miedos podrás ser un buen guerrero del Sol” (3)

El primer intento de apertura social de la tribu fue inútil, si bien esta, constaba de un experto en relaciones internacionales, las relaciones diplomáticas no perduraron hasta haber fortalecido el código interno y el entendimiento social de la tribu.

Un Aladino olvidado, saco el martillo buscando el castigo por haberlo dejado, la expedición no podía continuar. La simpatía, el ponerse en sus pies fue motivo de pesar y enojo. Se le prometió tesoros de la expedición que serán pagados en días venideros.

El viaje siguió y cuando un recorrido circular fue completo –como todo viaje largo en el globo terráqueo- se encontró la negación, el objeto que forzaría al despegar del estadio. Una lanza clavada en el corazón. El Rey-juez Pompillo, dice que:

“todo castigo a ser mortal, se debe a la blasfemia de no escuchar al cuerpo...
Los 4 ojos marcan la señal de la prostitución y el fin de la fe.
…la organización de un ejército de artesanos podrá expresar la penuria de tu condena”

Como Sinuhé, Egipcio viajero que busca la fe y la humanidad, emprendí mi huida de esa prisión, de esa traición. Un viento nos facilito escapar, el sueño estaba terminando, pero en el camino hacia lo real había que pasar las diferentes etapas:

1) La sucursal del Inframundo

2) el pozo de la muerte,

3) la tortura del páramo y

4) el tortuoso despertar.

En la sucursal del infierno, nos encontramos con los diablos del bosque, con duendes malignos que cantaban. Solo afirmaron el escepticismo y auspiciaron la violencia. Me hicieron sospechar del prójimo, todos podían traicionarme, mis padres, mi mejor amigo podía ser un asesino despiadado. Algún día todos iban a tener el libido que los llevaría a traicionarme, así es el deseo, y si no esta eso queda solo la norma, los valores e ideales, y esos están hechos para dominarnos, para callar nuestros sentires. Así que de todas maneras algo nos va a dominar, si no es la traición, es la mentira.

En el bar del inframundo, en la peña del colorado, en la peña del diablo, el puñal estaba muy adentro. Blasfemia a cuan pude, augure promesas de muertes y espectáculos de sangre y fuegos lunares. “Van a sufrir” grite con imperdonable risa. Aunque sea una sucursal, el infierno de cualquier manera enloquece.

Luego de que Dante nos sirviera empanadas, vino Gabriel, el Ángel. Nos dio la llave para salir de allí, sus palabras fueron - “Crecerás, te reproducirás y perecerás, ese es el hombre” San Mateo, versículo 6-. A pesar de eso tengo la herida abierta, no puedo entender que seamos tan sencillos, necesito inventar mas cosas.

Sin embargo salir de allí, fue la ceremonia a un nuevo dios, a nuevos conceptos, porque, ¿Qué es Dios, sino, nuestros conceptos y valores, nuestras definiciones y prejuicios?

Rumbo al despertar, nos cruzamos con la muerte. Estaba adentro de una niña, se dirigía en la dirección opuesta a la nuestra. Si bien intentamos rescatarla, demonios lastimeros lo impedían. Temían que se revele algún secreto, y por consiguiente ser castigados. Maldito abismo adonde marchan cuerpos desprovistos de almas, y almas desprovistas de la luz del alba.

El principito de Saint-Exuperry se suicidó. El niño que había adentro mió se fue con su flor al asteroide B612. Nace aquí un nuevo adulto, vientos malignos lograron su objetivo. Militarizare cuanto pueda, me aprovechare de quien pueda, y a todo esto lo declararé como moral, todo por una flor que me negó su amor, por una niña que hace malabarismos con mis huevos, mis entrañas.

Nace aquí un nuevo adulto, vientos malignos a logrado su objetivo. COGER, COMER, CAGAR, PLATA, PODER, DESTRUCCION Y NUEVAMENTE COGER, nunca me sentí más patriota, a total predisposición del gobierno.

¡¡Viva el ejercito de los inautenticos!! Seamos profesores, seamos artistas, seamos empleados, ¡¡hagamos la nuestra y miéntanse!!

Tal vez algún día subirá al poder otro dios, o tal vez una nueva mujer me convierta en lo que fui alguna vez. Me voy hacia el umbral del sueño llamado vida, salgo por la concha de mi madre, mojado, desnudo, llorando y con desechos que me cuelgan del ombligo, desechos que alguna vez me dieron alimento serán cortados.

¡¡¡Viva el ejercito!!! ¡¡¡Soberanos y patriotas venceremos!!!




(1) Los momentos fueron compartidos por muchas personas, angeles y demonios sin embargo el autor resume a mucho en un nosotros, quedándose con la idea de “Yo y el otro” aparecida por primera vez en las Cuitas de Werther de Goethe: Nota del Editor

(2) “La Carta” Edgar Alan Poe, y la interpretación de Lacan acerca de ella

(3) “El cantar de los Chamanes” Mito Recopilado por los jesuitas en la alta Puna Jujeña, se desconoce la autoría de los mismos y así como la religión y a que tribu pertenece