domingo, 22 de noviembre de 2009

Cuando nos alejamos de lo más cercano


Acerca del cosar de la cosa de Atahualpa Yupanqui

"Hay silencio en mi guitarra cuando canto el yaraví
pues lo mejor de mi canto se queda adentro de mí"

Di Gefhar (el peligro) de Martin Heiddegger

¿Qué acaece en el bandono de la cosa? ¿Qué ha acaecido ya cuando la cosa no puede aún cosar como cosa?
Cosando la cosa acerca mundo y permanece mundo. Pero cuando la cosa, sin guarda, como está, no cosea, entonces queda rehusado mundo como mundo. En el abandono de la cosa acaece el rehúso de mundo. Pero mundo es el aún oculto juego-de-espejo del cuarteto de cielo y tierra, mortales y divinos.
Mundo mundea. Pero mundar de mundo no es sólo no propiamente experimentado y correspondientemente pensado, sino que somos todavía del todo torpes para pensar el mundar de mundo puramente a partir de él mismo y corresponderle. Por ellos necesitamos ayudas. Éstas nos llevan por supuesto forzosamente a, en lugar de pensar el mundar de mundo a partir de él mismo correspondiendolo, representarlo desde otro. Este otro, a partir del cual ahora repsentando pensamos el mundar de mundo, no puede entretanto tampoco ser de nuevo del todo extraño a la esencia de mundo. Bien por el contrario, nos sucede que tomamos en ello este otro, a partir del cual comprendemos el mundar del mundo, como la esencia de mundo, mientras en verdad el mundar de mundo justamente es la esencia oculta de lo que incluimos en el sido mundo. De este modo tomamos ahora a sabiendas un camino equivocado. Porque lo tomamos sabiéndolo, podemos a su debido tiempo regresar.

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