viernes, 9 de diciembre de 2011
Platón y la orquesta de Castrenses de five o´clock
Por eso nos cuesta tanto escribir, horas y horas de estudio frente a una hoja, hipocresía del verbo cuando se impone sobre la expresión, claro esta, y que importante, el trabajo organizado para un fin, nuestro, cómo la extensión del cuerpo, la evolución del hombre, hacer, hacer para expandirse.
Pero la libertad no es eso, la libertad es poder encontrarse con Dios y el Diablo, temer a su ira y su fuego, anhelar el cielo, mucho sabran sobre eso los que viven con una moneda, poco sabran los dueños de las aerolineas o del general motors. No vale la pena tanta poesía si esta organizada, el alfabeto fue hecho para desordenarse. Por eso es tan precioso Buenos Aires y su sucesión de edificios sin sentido: Por ahí una casona antigua, una castillo aglosajon, un duplex setentoso, un monoblock, una villa y el IBM empire state, todo en una caminata por Libertador.
Me río de la casualidad de las palabras, acá no hay que hacer nada para ser, estamos protegidos, hay libertad gracias al desorden, gracias a que no existe un razón que sistematiza nuestros actos.
Me voy al maso con una flor de 33 de espada y el sable San Martiniano, patrimonio universal del estoicismo que ahora hace una reverencia y deja pasar una murga de pibes en zapatillas, de caranaval de gualeguaychu, rey momo y un baile de Vivaldi y Piazzolla
viernes, 25 de noviembre de 2011
tus pechos turgentes
cuentan lo que se puedan balancear, esquivando al aire un miércoles a las tres de la mañana corriendo por el living de nuestra casa, desnudos o semidesnudos, mirándonos, rozándonos, mírandonos de nuevo en un abrazo casual arriba de la mesa, casual dije sí, casual arriba de la mesa, en una oración que nunca se termina como esa noche, y que en algún momento solo se queda dormida sin morirse, tirada en en un costado, una madrugada con luces y sombras, pero de las de en serio, con sonrisas de amor y sonrisas macabras, sonrisas de esas que incluso entre nosotros no terminamos de entender a donde van, que empiezan en la punta del dedo índice que no te apunta ni de costado y terminan en la cara que ahora te da la espalda y que podés intuir reflejada en un florero y
sábado, 5 de noviembre de 2011
Hilo y aguja
viernes, 4 de noviembre de 2011
-sonreí, dale, que este es tu ultimo momento y de ahora en más sólo queda un pedo cósmico- Tiempo después pensaría la coherencia de sus palabras y en esa dirección planearía un modelo de ciudad, placer, trabajo, ocio, pensamiento. Desde aquella vez había entendido que se necesitaba
-Ahora que todo es nada y los cimbronazos de vida aparecen para borrarse del mapa, ahora quiero que hables, a ver que parte de vos sale a flote- buscaba, se dio cuenta después, alguna excusa para no matarla. Lo había planeado con cautala, cómo planean los hombres realmente heridos, detallistas, sin errores
jueves, 13 de octubre de 2011
Zarpa el barco
domingo, 9 de octubre de 2011
El pantano Buenaventura revisitado
Los cuentos de animales tienen éxito entre los payasos tristes. Sus hijos aman oir esas historias e imaginan a los osos como osos de peluche. Los padres aman esos cuentos porque saben que, cuando el momento llegue, podrán enseñarle nuevas versiones profesionales.
Como todos los días, esa tarde hacía un calor agobiante en el pantano Buenaventura. El cielo estaba muy transitada y cincuenta y siete palomas se mecían en hilera sobre el único cable de télefono, hundiéndolo un poquito. La serpiente no se cansa de retar y criticar a la gacela por veloz, pero ama contarle un cuento por las noches.
¡Qué será de mí!, se pregunta Flora al verse enfrentada a tal situación, no tan gata. Ella siempre trabajó muy duro es su mirada de cacatúa para ganarse un lugar de respeto entre la farándula pantanezca.
que la esperaba hace tiempo al pie.
El yacaré es una yacaré. Una yacaré hembra llamada Irka. Su séquito ha sido entrenado en ucraniano, y da la pata a la orden de “dai labú”. Irka es vanidosa en su espíritu rastrero que sabe muy valorado en tierras latinas. Su temperamentalidad senil provoca espanto entre los habitantes del pantano y los hace tomar distancia. Ika interpreta ese temor como una reverencia, y se considera reina de aquel charco que los animales confunden por lago y que ella gusta llamar represa. Entre sol y sol, Irka se hac coronado Reina de la Represa de al Lado. También gusta llamar guardia pretoriana a las dos weimaraneres que siempre la esperan en la orilla, hipnotizadas por su forma de arrastrarse. Merlin y la Pinta, las ucranianas.
Las ucranianas no esconden su sumisión a Irka, y si bien el resto de los animales del pantano las creen unas gordas ingenuotas que se han dejado seducir demasiado fácilmente, ellas traen consigo toda una historia de vida.
viernes, 30 de septiembre de 2011
Paliarla y pedaliarla en el pantano Buenaventura (o como cambiar los libros de auto ayuda por los cuentos para niños)
El hombre común se queja pues ama la poesía.
M.E.W. trabajaba para el Imperio, ahora ha muerto.
Como todos los días, hoy hace un calor agobiante en el pantano Buenaventura. La serpiente se cansa de todo y critica a la gacela por veloz, pero ama contarle un cuento por la noche. Sabe que la enfermedad más grave es esa en la que pierde la lucidez. "Con ella hago todo menos comer", dijo la serpiente a la abeja que también estaba enterada.
Los cuentos de animales tienen éxito entre los poderosos. Sus hijos aman oir esas historias e imaginan a los osos como osos de peluche. Sus padres aman esos cuentos porque saben que, cuando el momento llegue, podrán enseñarle significaciones nuevas y profesionales.
La ropa está tirada por todo el piso,
y el niño vive en el piso.
Se imagina cariñoso,
el abrazo del oso.
La cartera de la rana está hecha de cebra, pues los reptiles muestran una sutileza nueva en los tiempos que corren, y se erigen como los nuevos vencedores. El animal lúcido por antonomasia, sigue siendo el canguro, y eso preocupa a la lechuza Flora, top modél del pantano Buenaventura.
¡Qué será de mí!, se pregunta Flora al verse enfrentada a tal situación, no ya tan gata. Ella siempre trabajó muy duro es su pose de esfinge para ganarse aquel lugar. Pero la sabiduría materna ha sabido, con su rastrilleo constante, hacerla caer del árbol al lago, y como ella, la lechuza visca, decidió mantenerse firme en su posición de anciana ave que no puede volar,
acabó de encontrarse frente a frente con el yaguareté,
que la esperaba hace tiempo al pie.
El yaguareté es una yaguareté. Una yaguareté hembra, llamada Irka. Su séquito ha sido entrenado en ucraniano,y dan la pata a la orden de “dai labú”. Irka es vanidosa en su espíritu rastrero que sabe muy valorado en tierras latinas. Su temperamentalidad obliga a quienes la rodean a tomar distancia y es por ello que se ha vuelto la reina de aquel charco que todos confunden por lago y ella gusta llamar dique. También gusta llamar guardia pretoriana a las dos weimaraneres que siempre la esperan en la orilla, hipnotizados por su forma de arrastrarse. Merlin y la Pinta, las ucranianas.
Las ucranianas no esconden su reverencia por Irka, y si bien el resto de los animales del pantano las creen unas gordas ingenuotas que se han dejado seducir demasiado fácilmente, ellas traen consigo toda una historia de vida. Es una de animales combinados, o mejor dicho, combidados, o mejor dicho, de peces león y peces gato. Pues Irka fue la única que se atrevió a extirparles el tumor que cada una de ellas llevaba, Merlin en la pata y la Pinta detrás de la oreja. Y con ellos se llevó el dolor, de un tarascón. Viejas y agradecidas, han cedido sin mucho refunfuñar a cruzarse de patas al costado de la pelopincho y fingir hacer guardia. Merlin y la Pinta están cansadas, y difícilmente podrían levantarse o despertar respeto con su mirada. Son una guardia vieja y descuidada, y lo saben. Ellas no se sienten esclavas de nadie tampoco. Solo han decidido mudar la entrada de su casa al costado del lago y chusmear ahora ahí, invierno y verano. Los días de frío; y los de calor un poquito más a la izquierda, debajo del árbol, que se acaba de caer, con lechuza y todo. Esperemos sus ramas no hayan pinchado la piletita, y que Irka disponga dos paraguas amarillos, o mejor aún, un paraguas y un abanico para que nuestras dos viejas puedan seguir así, paliándola y pedaliándola en el pantano Buenaventura.
Preludio de un descenso.
Silencio
viernes, 16 de septiembre de 2011
Las estrellas se habían colgado
sábado, 10 de septiembre de 2011
Campos de algodón
martes, 23 de agosto de 2011
Los cosos de al lao
El tiempo pasó y no se dio cuenta, buscavida berretón, nunca le salió una bien y se le escaparon todas esas cosas que amó; la casa de la abuela en verano, el fulbito de las diez en el patio del colegio, la caza de mariposas y ranas, el matinée del club con Estela Arrabal y los Cuatro latinos.
Miró a la pared, lo rodeaba basura sin sacar, platos sucios, mugre en los rincones y el goteo de una canilla. Movió el vaso de metal con vino y las palabras se le escaparon, cómo te quiero chinita, viajó a la calles de tierra que fueron su infancia. Ayer bailamos el vals, vos con tu vestido floreado y esos ojos grandes. Perdóname si no te lo dije, nunca me animé, pero ahora sí. Te invito al centro a tomar un helado, para mí de frutilla, para vos del gusto que quieras.
No la dejó pasar otra vez, cuando se fue al mazo. Pero la mano había terminado y se le reveló uno de esos secretos que se rebelan antes de la muerte, el hombre no se arrepiente de lo que hizo, se arrepiente realmente de lo que nunca se animo a hacer.
lunes, 18 de julio de 2011
Venas Cloacales
El pavimento brilla con la luz. Mira para adelante, la ruta. Aprieta el manubrio, abre la ventanilla para no quedarse dormido. Hacía un año ya desde que se había comprado el Torino. Arreglaba cachivaches, como les decía a los autos que le llevaban al taller. Tomaba unos mates a la tarde. Se acordaba de la negrita y de todo el pasado.
Aceleraba el motor y la noche se volvía purpura. Sentía que tenía poderes o que no los necesitaba. Las estrellas eran escaleras cuando la vieja y las tías hacían el café para la torta. Hablaban a veces con la banda
“Mi vieja era un genia” y Monte le pasaba el mate a José
“Es así… la vida, es así”
En la calle pasaba un auto. La luz de la tarde se escapaba anunciado que otra vez volvía el viernes y las escaleras de estrellas. Pisaba el acelerador, subía la música y sólo pensaba en todo ese amor que lo inundaba en ganas de morirse.
jueves, 14 de julio de 2011
Chiflando moños
-Chacabuco ¿Vos?-
- En que calle vivís-
-Lavalle y catamarca-
miércoles, 13 de julio de 2011
Retomando
Sin tiempo, como aquel que de verdad necesita vivir.
La verdad solo puede escribirse si cada vez que nos vemos reflejados en un rio recordamos la inminencia de la muerte.
La muerte, cuantas veces lo escribias fede, y tanto tanto me costo entender el lugar de la muerte. Recien hace dos o tres dias, cada vez que se pensaba una estupidez recordaba la muerte, y su inminencia, y encontraba un lugar.
El rio, que se mueve algo rapido por la corriente, y que si no fuera por eso estaria congelado, y tu imagen, que si no fuera solo eso, tambien estaria ahi adentro realmente, congelada,
y que mas bien temprano que tarde va a terminar ahi adentro.
Cien pies
Esas palabras me emocionaron, sentir como ajeno a este cuerpo y a la felicidad como un deber hacia el ser que me tocó. Después me enteré que el tipo era un narco traficante, fachadas, canciones del mismo tono. Defendió delincuentes, en nombre de la paz y de una cuenta en suiza. Los sicarios no se confunden, no vengamos con joda, pero como hacer ahora para desacralizar al rey? Tanto muñeco prediendose fuego me hace mudar metaforas de La Verdad.
la pieza maestra
El fracaso antes de la huida, toda una novedad sin elegancia para quien no puede ya poner cara de tragedia a una vida que se rebela sin sentido desde un lugar tan comodo.
El sin sentido en el castillo del rey, o quien no habra comprendido, al entrar a tantos y tantos castillos que el interes no estaba tanto en los muebles como en las miradas desde los ventanales.
Esta prohibido sacar fotos aqui adentro, dijeron alguna vez, en los castillos de Walt Disney, y alli mismo me puse a sacar fotos a las ventanas, de alli para afuera, solo para provocar.
Pero alli encontre algo.
La soledad tragica de los romanticos, esa pena malcrida o el fracaso de la huida.
El que habla y escribe sin entender realmente de eso de lo que habla, vos lo dijiste.
Pero cada tanto algo se activa, las distancias y la inclinacion, sobre todo esa iclinacion que podemos imaginar con un triangulo imaginario que atraviesa la tierra despues de Galileo y Colon.
La chispa que entra en contacto no ya con el roce, sino con algun otro movimiento que no puede no ser calorico, como esas oraciones que de tanto negar solo acaban diciendo que si y asi encienden la borrachera de algun pobre diablo que ni siquiera se digno a visitar la casa de fyodoro dostoyevskovnyo.
Quien creera alguna vez en nosotros?
Posdata: quien va a creer alguna vez en nosotros que tan solo buscamos el permiso de los demas para decir que si, y luego aparentamos haberlo dicho sin permiso. O alguien cree realmente en la genialidad de Duchamp o de Woody Allen? Y Girondo?
Buen consuelo, y no esconde trampa.
333 334 338
pero ya no podemos empezar de ahi, tampoco podemos seguir en orden.
La huida esta vez fracaso antes de empezar,
y tendrian que verlo, el abismo frente a tus ojos que te mira desnudo, como nunca.
Un rojo tan oscuro, tan bordo oscuro, y 47 grados de calor en buenos aires, eso debe estar ardiendo
en san petesburgo nunca se hace de noche, y los mosquitos tienen mas rallitas en el cuerpo,
de nuevo nos tenemos que poner a cavar en el suelo
y enviar libretas a traves del centro de la tierra,
porque es lo mas rapido y economico
hace tiempo que no nos veimos,
cabano la tierra con las manos para hacer el agujero
y cada tanto levantar la mirada secarse la frente con el codo y mirar el sol o la niebla
y tener que escribir en el borrador de un mail para que no se borre,
y que todas nuestras oraciones empiecen con y porque ya no podemos empezar desde el uno dos tres
lunes, 4 de julio de 2011
Demasiada fiaca para la venganza
Cómo una película de Carlitos Chaplin en donde todos bailan en cámara lenta y los colores de India aparecen en unos Beatles cantando Eleanor Rigby con Gardel. Infinito muralla china punto rojo, un fierro calibre 38 en Fiorito. Tanto sueño de revolución terminan por cansar y uno cae en el picnic, ahora solo un sueño y alguien dijo “¡Qué bueno tener Fe sin religión!”
La saca a bailar y se la lleva a su casa. Por soledad e imposibilidad, tanto barba azul limpiando la calle imposibilita el boxeo organizado. Te cansas de tanta lucha libre en soledad. El vagabuendeo es la libertad rentable, hasta que te quitan el colchón.
Cómo una dolarización. Es fácil hacerla pero después cagaste, estas atado. Un asentamiento militar revolucionario, sin miltiares, sin revolucionarios, sin asentamientos, es un picnic de uno solo. Ya, es tarde ¿De dónde carajo voy a buscar la fe ahora que esta todo perdido?
viernes, 1 de julio de 2011
Capricho 21p (eso costaba el vino)
sábado, 25 de junio de 2011
Los espero que vengan cuando quieran mirando los Simpsons y fumando una vela
Dormí poco. La autoridad y el respeto por los esquemas me dan ganas de vomitar y en esta declaración no hay esteriotipo ni ropa comprada. Muchos querrán poner en clasulas su personalidad, por mi parte, la vida corre a través de un río que llega al mar. Elcause no es claro y sólo se ve, mirando para atrás. Las drogas y los wisky´s me quemaron la racionalidad, nunca el bocho, nunca la dignidad. Juan SinTierra conseguió su sueño cuando la cana lo mató, mi lugar, de donde no retrocedo ni en el infierno, es donde los sueños se deslizan, allí donde la necedad de Oreseme es un abrazo de Oso, donde la Genalogía de la Moral me ceba un mate, donde el Aleph me muestra el universo y Roberto Arlt a los Zaratustras porteños.
Por eso, y esta es mi conclusión, no hay tiempo para cadenas de argumentos, los presidentes nunca pelean las guerras, por eso las empresas más perversas son sociedades anónimas y por eso los genocidios se planean desde estados. Burocracia perversa, autoridad y disciplina.
Opto por la pava a las 5 de la mañana en la leñita seca, por el Rey Lear aprendiendo de su desprecio, por el Hijo de Pedro Parámo descendiendo al infierno y Julio Cortazar jugando a la rayuela.
jueves, 23 de junio de 2011
En no sé donde
O cartas de amor.
Podría quizas escribir solo una y poner las cosas a girar, en el lugar,
No tengo miedo de despertarme y recordar que no soy dios. De hecho me fanatiza el halo de fracaso que me envuelve cuando me decis que no –siempre que pienso que todavía hay un poquito de tiempo para que me digas que sí.
Podría entonces agitar la muñequita una vez más, y poner a tiritar-tambalear en el aire todos esos recuerdos; como segunda opción siempre puedo amistarme con gente de tapado de la Rusia del XIX, decirles que yo hacia buenas migas con el doctor del traje raído, Rakolnikof, y en todo caso pedir que te secuestren y te hagan aparecer en alguna costa portuguesa o rioplatense. O que lo secuestren a él y lo lleven a dar un paseo por las pirámides egipcias.
Pero la mejor creo, es la de la dinamita en un costado de tu cabeza y la cirugía plática luego para que no quede rastro. Una dinamita, que lo hace saltar casi todo por los aires y una falsa invitación a un retiro espiritual en no se donde para justificar tu escapatoria del mundo por unos días.
Una escapatoria en no sé donde, porque yo me imagino que tu mundo no está pintado con los colores del horizonte y el atardecer. O yo, que solo puedo hacer de esa hipótesis mi mundo, el único en el que tengo un lugarcito para existir.
martes, 21 de junio de 2011
Resurrección del ángel
martes, 14 de junio de 2011
Cuando llega el mediodía?
Hay una idea del destino. Toda la existencia de un hombre se resume a un momento a una elección, luego de eso la chance no vuelve más, ya estás definido. Después, no queda un después, solo la pregunta "¿Qué pasaría si no hubiese sido así?"
jueves, 9 de junio de 2011
Tus labios rojos
Saltabas. Yo reía. Poco a poco las sílabas se unieron y comprendí que ya era tarde. Tarde para derrumbar murallas, tarde para cincelar tu nombre. Deseo tanto besar esas piernas amputadas que duermen bajo el frío de un invierno porteño por Juan B. Justo y av. Santa Fe. Me enervo de placer al punto de irme por el vacío, descargar el placer en un punto cuando los niños piden con sus manos sucias. Se me hincha el pantalón en la entrepierna cuando la vieja llora de dolor y el pibe con la bolsa que ahora no sabe dónde queda dios cruza la calle con el semáforo en verde. Que delirante son los colibrís del río Paraná que recorren mi pecho. Realmente el placer me emociona y sueño con ver payasos de colores saliendo de los árboles y de las ventanas de los edificios y pido perdón a dios, por pecar de esa manera, por tanto éxtasis, me siento tan culpable.
Los colores se destiñen, los payasos quedan y ya mi espalda se empieza a quebrar, se nota tanto que quedo gacho mirando al suelo. Ya todo es antaño de vuelta y cada día que me saco los zapatos se van los colores, ya te empiezo a extrañar de vuelta querida. Amo a las calles como nadie ama a sus propias venas, como una jeringa a los perros flacos y a las pupilas violetas, suspiro mariposas. Escucho de a poco una dulce melodía de flautas en honor a la Virgen de la montaña y soy tan feliz que no tengo miedo de morir.
Besar el piso, los ojos, el sexo, besar la muerte y la vida sin dejar de lado a las palabras, no podemos dejar las cosas a menos que la muerte. Besar el pelo y el cuello, morder la oreja y el dedo, sentir el inevitable destierro de la razón en plena luz del día y besarla. Es la única manera de gritar cuando te ahogas en los sentidos y no sabes para donde rajar porque cada paso que das es un genocidio de ángeles caídos y una procesión de crueldad organizada.
viernes, 3 de junio de 2011
Sabores de invierno
Anteojos del sol en pleno invierno, voz ronca, flaco, estatura mediana. Un ángel manejando un taxi, un ángel gris, mismísima encarnación de Discepolo y toda la humildad de aquel capaz de reconocer su propia ignorancia y la belleza ajena. Es que la música es universal, dijo, y después explayo acerca del Medio Pelo, la rutina y boludo contento pero sin tanto recelo más que nada con acento en la soledad, esa de la que duele ¿Alguna no? No hablamos de Boedo ¿Por qué esa maldita fascinación de tanto Almagro y Gardel? Como si no tu-viera padre y tu-viera que citar una y otra vez a filósofos y libros cada vez que digo una palabra, pero es toda la fiaca acumulada y el faso desesperanzado, perder la capacidad de soñar o por lo menos compartirlo y para mi es todo un poco lo mismo.
No hablemos de Blues ni de Milonga por favor, me siento que no puedo hablar sin citas bibliográficas. No esperen otra cosa, no sé que haces leyendo esto, lo que lees es mate y mandarina criolla, pleno Junio, aprovechar la cosecha que no vuelven más, si si, ya se, se viene Julio, y otra vez toda la cosa de morir y volver a nacer, dejar las flores, las hojas y quedar en bolas contra el viento, resistir hasta el calor. Lindo vivir siempre en primavera pero la marca de la vida es también un apéndice de la conciencia. Ya sé que la conciencia es una gota de licor en un mar de mierda, se que la universidad es la tumba del saber y la cuna del poder, si ya sé, no entraban las frases, pero las quería decir y no tenía otro lugar donde meterlas, tengo los cajones llenos de boludoces y muchas ganas de hablar del hombre gen, masa uniforme. Porque sí, porqye soy esto, un mate y una mandarina, en el bulín, plena madrugada a las 12 de la noche, tanta mierda en el día que me siento feliz de morir otra vez.
Gracias.
sábado, 14 de mayo de 2011
experimentos con el cuerpo, nueva redundancia
Vi que la literatura no precisaba de principios y fines, y que esas eran exigencias editoriales y del lector en todo caso, que se habían adherido a la estética para volverse inseparables. El libro. Esa idea de que la literatura tiene que ser como las cosas tangibles en la tierra, finitas, como la humanidad, que también debe tener un alfa y un omega.
Oi que no se trataba de eso, e intuí que la literatura nos era solo dada, como el fuego de Prometeo, para que la continuáramos y nada más.
(Pero los imberbes de mis lectores se miraron y dijeron: argentino, fanático de Borges, repite solamente, acá no hay nada. Pobre de ellos, cómo se equivocaron. Acá no hay metáfora.)
Un seguir escribiendo algo que nosotros no habíamos comenzado y cuyo objetivo nos era incomprensible, pero que por otra parte no queríamos tampoco conocer.
Es que las religiones son exitosas ahí cuando los hombres no se preguntan tanto el objetivo de la cosa sino que simplemente la viven en su piel y se deja recorrer como si se encontraran acostados al costado de un hormiguero. Y esa sensación da placer.
Pobres de aquellos que creen que se han puesto de pie, y que pueden ver y preguntarse todo, y que con un aire de superioridad se atreven a preguntarle a este, ¿Dónde está tu dios?, ¿Puedes mostrármelo?
Como si la razón pudiera acceder tan solo imaginarse, al menos intuir ese otro mundo. Como si la ilustración y todas esas lucesitas hubieran traído solo progreso y ganancias para el hombre, y ninguna pérdida. Como si el universo pudiera tolerar un segundo algo así como el óptimo paretiano.
Toda vez que ganamos una cosa perdimos otra. Toda vez que creímos poder reírnos de una religión al preguntarle la dirección exacta en la que podíamos encontrar a su dios hubo algo que se nos pasaba por alto, algo de la sensibilidad con nosotros mismos.
Cansado ya de tanta barbaridad, y aburrido de tanto francés iluminista postivista, harto de tanta luz por la mañana después de no haber dormido durante dos días y sin anteojos; en fin, harto de tanta pregunta autocomplaciente que no lleva a ninguna parte, imaginé un grupo de amigos y amigas que emprendían una “sociología de las relaciones carnales”, un estudio de cuerpos desnudos con un poco de luz.
(Y por favor les pido, no me vengan con eso del niño obsesionado con analizar todo, porque esas cosas me alteran rápido y hoy no tengo un par de tijeras, tengo un cuchillo de carnicero en la mano).
Me dí cuenta que esas preguntas eran más … de esas que nos llevan hacia algún lado otro desde donde mirar; porque nosotros hemos depasado a los iluministas y ya no encontramos placer en cualquier pregunta, sino sólo en esas que nos corren, y nos corren la mirada, y nos dejan mirar desde otro lado.
Una sociología de las personas sentadas después de tener relaciones sexuales, de las miradas, de las manos, las caricias, los juegos de luces y sombras y sábanas o ropa interior. Incluso una de esos momentos en los que los amantes ya no se quieren ver más, pasada la calentura, y tan solo hacer que el otro desaparezca –si se trata de la casa de uno-, o como mínimo que se duerma en la otra punta de la cama. Algo sobre desconocidos y sobre viejos amantes, una sociología –y perdón a mí también ya me da naúseas esta palabra, contentémonos al menos que sea esta y no las otras— de niños que se reencuentran después de mucho tiempo o una de virgos que encima tienen que relacionarse con terceros medios anticonceptivos.
Algo sobre princesas sobrevestidas de siglos de antes que pocas veces han visto su cuerpo pero bien lo intuyen en el rozar de ásperas telas.
Y de manos caídas sobre el cuerpo, algunas buscando tapar el pudor que vuelve pasada la excitación y otras que no se quedan quietas, dedos que van de acá para allá, no inquietas, recorriendo las curvas de un cuerpo cualquiera que no tienen nada de perfectas;
cuerpos enganchados, enroscados que no se pueden soltar,
cabezas enroscadas que ya se relajan, se desestresan algo y pronuncian un la que no acaba, que no se cae y que invade toda la mente y ya no deja entrar otras cosas, ni ninguna.
sociólogos y orientalistas
Mostrar con el acierto y el error, el cambio y la necedad.
Dar la pista, la pieza faltante, sin indicarle dónde va,
Si total él puede adivinar y nosotros no sabemos
La tensión entre el individuo y la comunidad,
Que quizás se encuentre en el anarquismo y quizás no,
Es la de la utopía liberal y algún otro sentido del hombre.
Es cual?
Es la del hombre que se quiere fundir en la comunidad, el que deja todo por su familia?
O uno más profundo aún, la del hombre que se quiere fundir para encontrar la tranquilidad en ese suave hundirse eterno.
Es interesante que la última novedad para a esta tensión, o para escapar del polo del individuo, no proponga fundirse en la comunidad.
Me refiero a los libros de autoayuda: el éxito y la búsqueda de uno mismo que son sus propuestas no necesariamente buscan reinsertar al individuo en el todo y la comunidad.
La astrología sabe de eso, de individuos hundiéndose en el todo, y otros buscando la individualidad. Una tensión constante a lo largo y ancho del zodíaco.
Existe en todo caso, el no poder?
El lugar de tranquilidad. Los orientales están convencidos.
Yo creo que hay una posibilidad de tranquilidad para aquellos que llegan a la cima, bien llegados, y sé que aquí soy polémico. Los que no se pierden en la cuesta, ellos gozan de una cierta tranquilidad.
Pero más interesante aún sería saber si la tranquilidad es también para aquellos que no han subido, una tranquilidad al pie de la montaña.
Esa tranquilidad, sería la del no poder, la de no hacer caso al poder y sus exigencias, y quedarse viviendo hay, después de armar un nidito.
Los sociólogos se espantan con la idea de no poder. Los orientalistas en cambio, la dan por hecho. Tomar postura frente a una cuestión como esta, en apariencia tan irrelevante, esconde quizás una diyuntiva entre dos tipos de vida completamente diferentes.
domingo, 10 de abril de 2011
las 7 cavernas y el pecado capital
Jugada sin gol, eso es mi planteo, una jugada que piensa en llegar al arco, en la gambeta, para darte vuelta el argumento y hacerte entender que vos no querías estar dentro de la cancha, encerrado por el alambrado, preferible cielo, horizonte y mar.
miércoles, 6 de abril de 2011
Extractos de "Tuco Ntingencia" de Frederich Morezzati
Obvio que sí, te dije ¿o de qué se iba a tratar si no?
Creíste que hacía trampa con tu pregunta y que la respondía como yo quería pero no. Tu pregunta sobre tonteras y estereo-machitos te abrió un portal de cuatro colores.
"Será que de todo lo que somos ignorantes solo podemos hacer juego, o condenarnos a una nulidad total, y quizás ese “solo podemos hacer”, no sea la menos peor de todas las opciones sino la que hubiéramos elegido incluso en el mejor de lo mundos imaginables.
La seducción como un juego o nada.
Para v. f. y juana bignozzi
Si de algo quisimos aprender –y siempre fuimos tan ignorantes- fue sobre las reglas de la seducción, sus volteretas y anti-pantuflas.
Todo ese tiempo nos pasamos, inventando las declaraciones de amor más rompe-cielos de todas, partiendo las estrellas en mil pedazos y haciendo picadillo y confeti solo para que te rías un rato, y reírnos también.
Todo eso para que doctores italianos nos dijeran que solo nos gustaba mojar una vanilla en cada vaso de leche.
Todo eso pasó, y acá seguimos, paraditos, teniendo que escuchar el eterno sonido de un planeta que se queda quieto mientras nosotros aprendemos sobre los misterios de la velocidad de luz, y cada tanto volver a proyectarnos en algún traste viejo y recordar que esas cosas siguen ahí, la culpa el pecado y tanta caperuza desteñida.
Nos quedarnos ahí mirando, alumbrando -y no es que seamos luz, es que vamos con la luz. Escucharte convencerte de que igual eso -yo- no es tan importante despues de todo, si hay tantos otros como vos, e imaginarte así una y otra vez,y recordarme a mí convenciéndome tantas otras, prometiéndome siempre que era la última.
Todo porque estamos cagados de miedo. Porque todos ustedes están tan cagados de miedo como yo y solo tienden en sus lavaderos sábanas negras, y ni siquiera se atreven a oler el jabón blanco y a dejar que un rayito de sol les golpe el lóbulo de la oreja a las nueve y doce de la mañana.
¿Pero sabes que?, hoy justo estoy de buen humor. Me voy a quedar ahí, al ladito de la luz imaginándome que yo te lanzo esos rayitos. Voy a estirar los brazos y las manos y voy a hacer fuerza con los músculos de la cara, y te los voy a tirar y a tirar hasta que tus sábanas negras se vuelvan grises, violetas y naranjas; voy a hacer que el olor a jabón blanco entre por tu casa –porque le gané una apuesta a la brisa, y me debe una - y ahí mismo te voy a enroscar en eso. Vas a dar tres vueltas en el lugar y te vas a encontrar bailando sin música.
martes, 5 de abril de 2011
Declaración (esto debería haber estado al inicio y me hubiese ahorrado muchos problemas)
domingo, 20 de marzo de 2011
Strange Days
Wisky no más, un poco de mate para alimentar la acidez con la que se construyen los argumentos. Un revolver y si el sin sentido de las repetidas muertes y resurrecciones no llega, no lo esperes, el 60 casi que no pasa a la noche, solo estas durmiendo con Elenor Rigby y las pompas de jabón en tu mundo de cristal, donde una grieta destruye la irrea realidad donde todo es posible lo imposible no tiene estadística. Vayámonos a vivir a Mairamá, si es posible no conjugues en gerundio que para eso están los asilos.
viernes, 4 de marzo de 2011
Cachafaz
miércoles, 2 de marzo de 2011
Ping
lunes, 28 de febrero de 2011
Falso alpinismo astrológico o juego de manos
Otro dìa sentí que todos éramos objetos y que el sujeto era algún otro, y como no terminaba de convencerme hice como que tiraba todo eso a la basura.
Dije que huía.
Me quedé sin experiencias, el tiempo pasaba y ya no tenía nada más que decir. Ni siquiera las astrologías acaban de convencerse a sí mismas de que aquella separación no existía a pesar de repetirlo de nuevo y de nuevo, y de citar igual cantidad de veces al gil de Delez.
Una vez convencidos ya de que la tierra se movía y con dos o tres iglesias en retirada, los nuevos maestros del cicu de neón vienen a proponer nuevos cables de acero y nos informan que nosotros somos el sol y que nuestro Ascendente son aquellas Olas que vienen a nuestro encuentro.
Jesucristo que se vuelve a colar por la ventana, medio en pelotas porque se le rasgaron las vestiduras y Cris Morena -en reemplazo de Sócrates-, haciendo alarde de la nueva tendencia primavera-verano: las vesti-vestiduras con ventolinas.
Todo eso y yo, un poco aburrido ya de la misma perinola, llego a casa y encuentro un dibujito del camino que va de mi casa al jardín de mi nueva hermanita y unas moneditas para comprarle un alfajor si me pide.
Al jardín deberíamos ir en cochecito, pero el naranja fluorescente no me gusta nada, asi que la voy a convencer de ir caminando y si me consulta de lo que todos quieren saber, creo que le voy a contar que el Misterio, que se encuentra en el origen de toda religión, es justamente eso. El misterio como verdad no revelada, como un correrse de ahí, y emprender un camino hacia ningún lado.
La sustitución del lugar por el camino, pues está claro que el paraíso y el infierno no existían en los siete días de la creación.
Contra esa yo te propongo la otra, la sustitución del lugar por el camino, del cochecito por el alfajor y del alfajor por un juego de manos que te va a llevar caminando desde casa hasta el jardín sin que preguntes donde está el cochecito anaranjado.
La huìda.
domingo, 27 de febrero de 2011
Doscientas páginas
viernes, 18 de febrero de 2011
Cuadernito
El piso es de ripio y como a veces se junta mucha tierrita puede que crezca algún yuyo, y como nunca para de llover, uno siempre lo recorre a los saltos.
Una cagada en tres tiempos, diría mi tía.
Los rayos laser ya van pasando de moda, pierden todo su interés. No es por esa pretensión de querer volverse siempre fluorescentes, neon, tornasolados. Acá nunca pegó eso. Es ese intento de querer atravesarlo todo de un golpe y listo. De atravesarnos una y otra vez –y como siempre, uso el plural pero me refiero a mí mismo-, de querer hacernos picadillo, apresarnos, reventarnos, neutralizarnos con lanzas que uno no puede ni agarrar. Intocables, inodoras. Insípidas me animaría a decir si no fuera porque nunca te atreves a apuntarme en la boca y dejarme probar. Pero todo eso ya va pasando de moda, aunque antes no fue asi.
El cuaderno está siempre demasiado pequeñito y a mis músculos se les hace difícil. Y encima te atrevés a pedirle la biblia a un adolescente que viene cortando leña desde los siete años. Y el niño tiembla, claro, ¿o de qué estamos hablamos?
Le tiemblan los músculos para ese trabajo que diste en denominar “fino”, con el solo fin de volverme bruto para luego llamarme de “vago”.
Los diarios locales informan que nuestra provincia no cuenta con personal doméstico capacitado, porque las mujeres prefieren andar de prostitutas. Hablaste de mi madre, y me supuse hijo de puta, sin nunca haberla conocido.
En el colegio me llaman mal educado. Un compañero tartamudo interrumpe -aparentemente en mi defensa- y se atreve a corregirte: “en todo caso deberíamos decir mal aprendido”, que mi madre no tenía la culpa, dijo.
El era tartamudo y se atrevió a interrumpirte en frente de todos profe, y los compañeros se echaron a reír, no sé si de su forma de hablar o de mi madre.
Y de ese intersticio –para que vean que conozco hasta las palabras más difíciles- vi salir rayos láser, de las narices de mis compañeros y de la punta de su regla, profe.
Nadie podía decir de donde salían o para donde iban, si mis compañeros las escupían o si eran atravesados por ellos.
Me quedé sentado, mirando hacia abajo, con tantos pensamientos que soplaban en mi cabeza siquiera dos para el mismo lado. Calladito, sin nada que decir por un largo rato. La lucha de clases y el trabajo duro, voces verborrágicas que no me decían nada, si nadie podía entender que yo me quedaba dormido por las tardes y que mi hermanita no comía a la noche porque Madrastra le mezquinaba la comida; que el cuadernito que me daban era demasiado chiquito para que mis dedos y codos pudieran y sitiarlo y apoderarse de él, pues mis músculos habían crecido al calor de los hachazos.
Y me hablaban del esfuerzo del trabajo por la familia y de la lucha de clases; y me piden quue transcriba la biblia en este cuadernito. Pero yo sé que tan solo quieren burlarse de mí, y yo me dejo porque no se de donde salen esos rayitos láser tan tensos, de donde vienen o a donde van.
Papá que ni el documento me consiguió para que yo fuera a rendir para pasar a sexto grado –porque yo tenía buenas notas-, aunque más no fuera con un nombre prestado, para sentir el orgullo de saber que podía hacerlo, y que no era tan ignorante después de todo.
Pero papá de eso nada sabía, y tampoco de que Madrastra le mezquinaba la comida a mi hermanita y que por eso ella estaba tan flaca. Ni siquiera quiere comprar un espejo para el baño, papá, y ya estoy empezando a sospechar de que lo hace porque no quiere que me vea la naríz, dos rayitos láser atravesándome los orificios a mí también.
Así que toda encorvada arremeto contrami mi cuadernito, haciendo fuerza y buscando la presición entre la hoja y la punta del lápiz, que tiene una punta demasiado gorda. Pruebo haciendo círculos y luego rayas, poniendo el lápiz verticalmente y torciéndolo solo un poquito.
El cuerpo se me empieza a cansar, los músculos ya se me acalambran después de temblarme un rato. ¡Del cansancio!, no van a creer que del miedo.
Y ni puedo decir esto o alguna cosa, acurrucada arriba de la mesita atiborrada de cajitas vacías y un pañuelo usado.
Pasan los días, ya es 31 de marzo, perdón, de enero, y todavía no llego a transcribir los primeros dos versículos de Isaias, en una letra que a la vez yo misma pueda leer, y que guarde lugar para el resto.
Y como no puedo transcribir la biblia ni dibujar mis propios versos salgo a la calle y empiezo a repartir patadones, pagadav por algún sindicalista o narcotraficante con campera de gamuza.
El trabajo lo tengo asegurando eso sí. Lo que más me gusta es cuando el Flaco dice: “háganlo cagar”, y tenemos que salir –yo y dos compañeras más- a romperle el fierro en la cabeza a algún piquetero que espera que lo atiendan en la entrada de alguna oficina municipal para que le den 7 u 8 planes para su gente.
¿Para qué lo hacen esperar?, lo atendemos nosotros primero; y no es que lo conociera antes de hoy al doctor Arias pero cuando llego a casa ya ni tengo ganas de Scar el cuadernito que por otra parte fue a juntar polvo encima de un armario con dos o tres libros más, y que a veces se deja ver.
Sigo llegando a casa cansado, como cuando era chico, pero ya me expreso bien durante el día no necesito eso del desabafo, como dice Joao que es un brasilero malabarista amigo al que le decimos Juan.
El desabafo decía él cada tanto, los días que llegaba de mal humor y sin haber comido nada en todo el día, harto de tanto esfuerzo para nunca llegar a nada y de tanta lucha de carteles, que ya no sabían si eran de la droga, o de esos rojos que a veces los compañeros llevan a la plaza y que siempre se completan con letras cualquiera, aunque preferiblemente con Ces, y que vaya a saber uno si alguna vez fueron portadoras de verdadera clase.
Llega Juan, y empieza con el desabafo -aunque él no usa esa palabra casi nunca-, empieza a insultar al cielo y a las gabiotas. Yo le digo que con el cielo no se meta, que cada una de esas estrellas son una letra de la Sagrada Escritura, para aquellos que tuvieron la oportunidad de aprender a leer eso, y que nadie tiene la culpa si nosotros no supimos conseguirnos un cuaderno grande como el cielo para poder escribir con los pies y con los brazos en la corta noche de las danzas ecoeternas.
Ahí nomás le cuento que el Flaco anda buscando un muchacho más para salir por las noches, que dice que queda mucho trabajo por delante pero que los tiempos ya se van a poner mejores y promete mejor paga. No incluye obra social pero sí desabafo, y una verdadera carrera en romper naríces, con prometedores descubrimientos sobre aquellos rayos láser de nuestra niñez y otros artilugios de la gran ciudad.
lunes, 17 de enero de 2011
Apuntes violentos para un Auténtico Libro de Autoayuda
"Claro que sí, las palabras también tienen acento.
Ritmo.
Todo escritor escribe con ritmos,
incluso quien completa un Acta.
¿Vos podés leer esos ritmos?
Jototo, Dalai Lama de Berazategui
Que tal si nos dejamos de leer tantos clásicos y tanta basura. Si queremos leer basura, entonces deberíamos tomarlo en serio y buscarnos unos buenos libros de mierda.
Eso es una actividad respetable; y no lo de andar refregando la vista por páginas y páginas en idiomas, con justificaciones inventadas de que tal y tal y que la reputísima madre que lo re parió.
Señor vaya y cómprese un libro de mierda si eso quiere. Un dividí. Vaya y páguese una puta o un taxi-boi.
Pero por favor, hágalo. a - ga - lo.
Tómese la molestia de pensarlo cinco segundos, agarre papel y lápiz si le hace falta, y dibuje un diagrama. Aunque sea en código, no hace falta que el vecino lo lea.
O hágase un diagrama mental, si se despertó ecológico.
Pero déjese de joder con eso del cansancio, la tele a color (ele-ce-de;ele-de-de;ele-e-de) y las cenas semanales con la suegra y con las mismas personas que no soporta pero que sigue viendo por miedo a quedarse solo.
Justamente, quédese solo un ratito al día, a ver que pájaros le sobrevuelan el balero, para graficarlo con una expresión regional y de época.
Vaya y clávese un pase haber si se le descoloca algo más que la peluca y por lo menos se propone volver a poner todo en su lugar.
Reaccione, por favor se lo pido.
Y si se aburre, deje una chinche o un sobresito de garrapatas sobre la silla de su jefa, que es demasiado quedan nueve horas por delante y con algo hay que despertar a la oficina.
Reflexión de la semana: Dos violencias siempre son mejores que una violencia si vienen con diferente dirección. No se muestre reacio a las cachetadas ni a los golpes en la boca del estómago.
martes, 11 de enero de 2011
Brazo atado
Cementerio, oxidado nobodyman, sé que pronto moriré, ni mis venas quedarán, ni los vagos recuerdos, esta calma, el viento recorriendo callejones, nichos de flores marchitas y pasto crecido. El cemento y el color nostalgia, desierto de cenizas, foto vieja, algunos tal vez, nada de eso, ni los brazos del sol pueden contener esta soledad.
miércoles, 5 de enero de 2011
Purgatorio
Uno como de Jesucristo, con la túnica hasta el suelo.
Necesito que desde ahora cuentes los días de tu existencia en relación a los míos, y que te convenzas que yo –y todos los planetas- giramos alrededor por los siglos de los siglos.
Historia sin final o que termina en mi blando corazón, con música blanca.
El delirio del profeta, no es uno de grandeza. Más que eso si lo entendés como la realidad de quien se vuelve inaprensible. Con toda la furia en las palabras, se vuelve, te mira, y se muestra inaprensible.
Todos los que escondimos deseos, ambiciones y miedos impronunciables soñamos alguna vez devenir profetas. Y todo eso solamente para seguir escribiéndote.
El purgatorio y la promesa, todo listo para que no estalles en mil pedazos de sesos. Te permitimos algunos deslices, darle rienda suelta a tu instinto de vez en vez.
“Escucheme señor periodista lo que le digo, saque esa carita de indignación. Mi marido violó a la nena porque es hombre. Y bueno, los hombre tienen esas necesidades, sabe. Más que la chica es una putita, tiene catorce años pero no sabe como provoca, por eso que acá en el barrio nadie le cree esas lágrimas de cocodrilo. Todos los vecinos salieron a las calles porque acá se sabe que ella provocó, y que mi marido y sus amigos no tienen la culpa.”
Si hasta tu jermu puede entenderte.
Yo puedo hacer que todos tus días se vuelvan iguales. Todos en formación, equidistantes a un hombre que se levanta y se acuesta en una cama, ya sin siquiera abrir o cerrar las cortinas -siempre semi abiertas-, sin poder distinguir la mañana de la tarde.
Esperando. Con la certeza de que su condena tiene fin, aunque ya ha perdido la cuenta de los días. ¿Alguien puede imaginar este como un lugar alegre?