Escritos

viernes, 9 de diciembre de 2011

Platón y la orquesta de Castrenses de five o´clock

Cuando nos hablaban de escribir, nos decían de estudiar. Cuando hablan de las grandes ciudades y del mundo desarrollado, nos dicen del orden, una manera de vivir, un lugar tranquilo para morir, una lugar para ser, otro para dejar de ser, el mundo organizado. No estamos preparados para leer al Quijote en sexto grado, pero es parte de un orden del bachillerato, conocimiento universal y espíritu santo
Por eso nos cuesta tanto escribir, horas y horas de estudio frente a una hoja, hipocresía del verbo cuando se impone sobre la expresión, claro esta, y que importante, el trabajo organizado para un fin, nuestro, cómo la extensión del cuerpo, la evolución del hombre, hacer, hacer para expandirse.
Pero la libertad no es eso, la libertad es poder encontrarse con Dios y el Diablo, temer a su ira y su fuego, anhelar el cielo, mucho sabran sobre eso los que viven con una moneda, poco sabran los dueños de las aerolineas o del general motors. No vale la pena tanta poesía si esta organizada, el alfabeto fue hecho para desordenarse. Por eso es tan precioso Buenos Aires y su sucesión de edificios sin sentido: Por ahí una casona antigua, una castillo aglosajon, un duplex setentoso, un monoblock, una villa y el IBM empire state, todo en una caminata por Libertador.
Me río de la casualidad de las palabras, acá no hay que hacer nada para ser, estamos protegidos, hay libertad gracias al desorden, gracias a que no existe un razón que sistematiza nuestros actos.
Me voy al maso con una flor de 33 de espada y el sable San Martiniano, patrimonio universal del estoicismo que ahora hace una reverencia y deja pasar una murga de pibes en zapatillas, de caranaval de gualeguaychu, rey momo y un baile de Vivaldi y Piazzolla

viernes, 25 de noviembre de 2011

tus pechos turgentes

 cuanto  cuentan tus pechos turgentes?
cuentan lo que se puedan balancear, esquivando al aire un miércoles a las tres de la mañana corriendo por el living de nuestra casa, desnudos o semidesnudos, mirándonos, rozándonos, mírandonos de nuevo en un abrazo casual arriba de la mesa, casual dije sí, casual arriba de la mesa, en una oración que nunca se termina como esa noche, y que en algún momento solo se queda dormida sin morirse, tirada en en un costado, una madrugada con luces y sombras, pero de las de en serio, con sonrisas de amor y sonrisas macabras, sonrisas de esas que incluso entre nosotros no terminamos de entender a donde van, que empiezan en la punta del dedo índice que no te apunta ni de costado y terminan en la cara que ahora te da la espalda y que podés intuir reflejada en un florero y 

sábado, 5 de noviembre de 2011

Hilo y aguja



Los días que se habían convertido en eso, sentarse en una sillita roja de madera, bien sólida, en una burbujita en el medio de la ciudad, y dejar que el sol te entrara sobre las manos por izquierda y el olor a jazmines por la derecha.
A diestra y siniestra; y escuchar dos gallos picoteándose en las alturas.

Una ley que nos trasciende. Eso es lo que siempre nos hicieron mirar. Nosotros preferimos pensar cómo un haz de luz a las once de la mañana puede cortar los hilos de una marioneta. Cortar como la luz corta; no se trata de romper sino de dejar ver.

Así fue que dimos un paso para atrás en media luna, acompañado por un gesto con la mano, y que nos retiramos de la conquista del mundo, para poder observar su belleza. Fue en ese mismo instante en que un golpe de viento nos empujo de vuelta al ruedo y nos obligó a recorrer nuevamente las madrugadas antes del sol, rápido, siempre sobre ruedas.

Fuimos, llevados por un remolino, a veces viendo los hilos enredarse y recalentarse. Nos mareamos, y aquí estamos, confundidos de tantos cimbronazos, que a veces damos, pero casi siempre recibimos.

Debemos confesar, que ya no encontramos el hilo-aguja, el que unía el rabillo de nuestros ojos con la luna, y nos dejaba movernos para otro lado mientras mirábamos para acá.

Dicen que hemos perdido ese hilo-encanto, pero las lecturas del presente son tan difíciles que nadie se atreve a pronunciarse en voz alta. Los rumores continúan  pesar de todo, anónimos. Los rumores se contradicen, como todo rumor, y se ha hablado incluso de un proyecto de hilos-tirabuzón pero los hombres comunes damos vuelta la cara cuando alguna voz socarrona se acerca con esos cuentos.

viernes, 4 de noviembre de 2011

-sonreí, dale, que este es tu ultimo momento y de ahora en más sólo queda un pedo cósmico- Tiempo después pensaría la coherencia de sus palabras y en esa dirección planearía un modelo de ciudad, placer, trabajo, ocio, pensamiento. Desde aquella vez había entendido que se necesitaba
-Ahora que todo es nada y los cimbronazos de vida aparecen para borrarse del mapa, ahora quiero que hables, a ver que parte de vos sale a flote- buscaba, se dio cuenta después, alguna excusa para no matarla. Lo había planeado con cautala, cómo planean los hombres realmente heridos, detallistas, sin errores

jueves, 13 de octubre de 2011

Zarpa el barco

La rivera parece siempre la misma pero ya hace tiempo partimos a ultramar. El motor empieza ronroneando, la bocina suena y de a poco, nos alejamos, aunque todo indica que siempre estamos en el mismo lugar, tal vez sea así, es posible que nosotros estemos en el mismo lugar, y en realidad el mundo es el único que se mueve. Tal vez por eso perdemos para siempre a esas cosas que queremos más.

Los meses pasan en el yugo y el silencio muerde al aire el corazón se para de mano y en un momento se detiene el tiempo. A escotilla a fumar un pucho y mirar el crepúsculo de los idolos, de los heroes del amor y de la infancia, cómo si fuesen la misma cosa. Avanza el barco y el tiempo vuelve cada vez más atrás y otra vez la bocina que suena cómo requiem de trompeta y bandoneon ronco.

Dos meses en el barco para pisar el mismo suelo en otro país, danza, de vuelta a encontrarla a ella. No recuerdo su cara, sólo su nombre y sus pies calientes. La noche es larga, el amor es una copa amarga y dulce con perfume de flores mojadas.

El mar entiende mis recuerdos y la luna siempre besa el pozo donde flota la embarcación. Pronto todo duele, grotesca la risa, el placer y todas las fiestas, las mujeres con mirada triste. Morir antes de que amanezca, antes que el vicio me ilumine para ver que la vida es una cicatriz.

domingo, 9 de octubre de 2011

El pantano Buenaventura revisitado




(Cuarto pequeño. Se asoma el personaje por la puerta. Desde allí dice: )

Elena Walsh trabajaba para la Oficina de asuntos legales del Imperio, ahora ha muerto.
Los cuentos de animales tienen éxito entre los payasos tristes. Sus hijos aman oir esas historias e imaginan a los osos como osos de peluche. Los padres aman esos cuentos porque saben que, cuando el momento llegue, podrán enseñarle nuevas versiones profesionales.

(El personaje entra completamente en escena, se sienta en una silla bajita que hay en el cuarto. Frente a él muñecos sentados mirándolo.
El personaje dice su monólogo como contándoles un cuento: )

Como todos los días, esa tarde hacía un calor agobiante en el pantano Buenaventura. El cielo estaba muy transitada y cincuenta y siete palomas se mecían en hilera sobre el único cable de télefono, hundiéndolo un poquito. La serpiente no se cansa de retar y criticar a la gacela por veloz, pero ama contarle un cuento por las noches.
 
La rana luce una cartera de cebra. Como ella, los reptiles muestran un encanto nuevo en los tiempos que corren, y se erigen como los nuevos vencedores. Eso, preocupa a la lechuza Flora, top modél del pantano Buenaventura.
¡Qué será de mí!, se pregunta Flora al verse enfrentada a tal situación, no tan gata. Ella siempre trabajó muy duro es su mirada de cacatúa para ganarse un lugar de respeto entre la farándula pantanezca.
Caída de su rama acabó de encontrarse frente a frente con el yacaré,
                                                                que la esperaba hace tiempo al pie.

 El yacaré es una yacaré. Una yacaré hembra llamada Irka. Su séquito ha sido entrenado en ucraniano, y da la pata a la orden de “dai labú”. Irka es vanidosa en su espíritu rastrero que sabe muy valorado en tierras latinas. Su temperamentalidad senil provoca espanto entre los habitantes del pantano y los hace tomar distancia. Ika interpreta ese temor como una reverencia, y se considera reina de aquel charco que los animales confunden por lago y que ella gusta llamar represa. Entre sol y sol, Irka se hac coronado Reina de la Represa de al Lado. También gusta llamar guardia pretoriana a las dos weimaraneres que siempre la esperan en la orilla, hipnotizadas por su forma de arrastrarse. Merlin y la Pinta, las ucranianas.
 Las ucranianas no esconden su sumisión a Irka, y si bien el resto de los animales del pantano las creen unas gordas ingenuotas que se han dejado seducir demasiado fácilmente, ellas traen consigo toda una historia de vida.
Es una de animales combinados, o mejor dicho, combidados, o mejor dicho, de peces león y peces gato.
 Pues Irka fue la única que se atrevió a extirparles el tumor que cada una de ellas llevaba, Merlin en una pata y la Pinta detrás de la oreja. Y con ellos se llevó el dolor, de un tarascón.

 Viejas y agradecidas, han cedido sin mucho refunfuñar a cruzarse de patas al costado de la pelopincho y fingir hacer guardia. Ellas no se sienten esclavas de nadie tampoco. Solo han decidido mudar la entrada de su casa al costado del lago y chusmear ahora ahí, invierno y verano. Los días de frío; y los de calor un poquito más a la izquierda, debajo del árbol, que se acaba de caer, con lechuza y todo. Esperemos sus ramas no hayan pinchado la piletita, y que Irka disponga dos paraguas amarillos, o mejor aún, un paraguas y un abanico para que nuestras dos viejas puedan seguir así, paliándola y pedaliándola en el pantano Buenaventura.



viernes, 30 de septiembre de 2011

Paliarla y pedaliarla en el pantano Buenaventura (o como cambiar los libros de auto ayuda por los cuentos para niños)

El escritor habla de la escritura y el filósofo de la vida.
El hombre común se queja pues ama la poesía.
M.E.W. trabajaba para el Imperio, ahora ha muerto.

Como todos los días, hoy hace un calor agobiante en el pantano Buenaventura. La serpiente se cansa de todo y critica a la gacela por veloz, pero ama contarle un cuento por la noche. Sabe que la enfermedad más grave es esa en la que pierde la lucidez. "Con ella hago todo menos comer", dijo la serpiente a la abeja que también estaba enterada.

Los cuentos de animales tienen éxito entre los poderosos. Sus hijos aman oir esas historias e imaginan a los osos como osos de peluche. Sus padres aman esos cuentos porque saben que, cuando el momento llegue, podrán enseñarle significaciones nuevas y profesionales.

La ropa está tirada por todo el piso,
 y el niño vive en el piso.
 Se imagina cariñoso,
 el abrazo del oso.

 La cartera de la rana está hecha de cebra, pues los reptiles muestran una sutileza nueva en los tiempos que corren, y se erigen como los nuevos vencedores. El animal lúcido por antonomasia, sigue siendo el canguro, y eso preocupa a la lechuza Flora, top modél del pantano Buenaventura.
¡Qué será de mí!, se pregunta Flora al verse enfrentada a tal situación, no ya tan gata. Ella siempre trabajó muy duro es su pose de esfinge para ganarse aquel lugar. Pero la sabiduría materna ha sabido, con su rastrilleo constante, hacerla caer del árbol al lago, y como ella, la lechuza visca, decidió mantenerse firme en su posición de anciana ave que no puede volar,
acabó de encontrarse frente a frente con el yaguareté,
                           que la esperaba hace tiempo al pie.

 El yaguareté es una yaguareté. Una yaguareté hembra, llamada Irka. Su séquito ha sido entrenado en ucraniano,y dan la pata a la orden de “dai labú”. Irka es vanidosa en su espíritu rastrero que sabe muy valorado en tierras latinas. Su temperamentalidad obliga a quienes la rodean a tomar distancia y es por ello que se ha vuelto la reina de aquel charco que todos confunden por lago y ella gusta llamar dique. También gusta llamar guardia pretoriana a las dos weimaraneres que siempre la esperan en la orilla, hipnotizados por su forma de arrastrarse. Merlin y la Pinta, las ucranianas.
 Las ucranianas no esconden su reverencia por Irka, y si bien el resto de los animales del pantano las creen unas gordas ingenuotas que se han dejado seducir demasiado fácilmente, ellas traen consigo toda una historia de vida. Es una de animales combinados, o mejor dicho, combidados, o mejor dicho, de peces león y peces gato. Pues Irka fue la única que se atrevió a extirparles el tumor que cada una de ellas llevaba, Merlin en la pata y la Pinta detrás de la oreja. Y con ellos se llevó el dolor, de un tarascón. Viejas y agradecidas, han cedido sin mucho refunfuñar a cruzarse de patas al costado de la pelopincho y fingir hacer guardia. Merlin y la Pinta están cansadas, y difícilmente podrían levantarse o despertar respeto con su mirada. Son una guardia vieja y descuidada, y lo saben. Ellas no se sienten esclavas de nadie tampoco. Solo han decidido mudar la entrada de su casa al costado del lago y chusmear ahora ahí, invierno y verano. Los días de frío; y los de calor un poquito más a la izquierda, debajo del árbol, que se acaba de caer, con lechuza y todo. Esperemos sus ramas no hayan pinchado la piletita, y que Irka disponga dos paraguas amarillos, o mejor aún, un paraguas y un abanico para que nuestras dos viejas puedan seguir así, paliándola y pedaliándola en el pantano Buenaventura.

Preludio de un descenso.

Estar tan fuera de las buenas costumbres que ya ni entrar en la lista. Olvidarlo todo. Una cabeza más vacía que si de la chimenea largara marihuana; ya ni la resina hay dentro. Una horrible sensación de que adentro huele hueco. La diferencia entre acostarse muerto a la noche y no poder despertarse a la mañana. Las hojas vacías. Los nombres olvidados. Todos los desafíos de otra época son ya solo un recuerdo de un dínamo ahora apagado. El dentífrico espera a la mañana, pero la maquinita de afeitar no. Sufrir, solo está permitido poéticamente. El arriba lo encontrarás solamente buceando en lo profundo. Allí donde te encuentras ahora, Jonás, solo hay una impaciente desesperación de ceniza. Un cementerio recubierto luego de la erupción de un volcán. Todo está tan duro, como allí, en Qatar y en aquellos lugares donde el petróleo lo ha congelado todo con un olor apestoso. Si quieres levantarte primero deberás descender. Los caminos derechos no llevan a ningún lado, y son muy pocos a pesar de que infinitas rectas paseen por un solo punto. No me pidas que escriba derecho. Descenderás al abismo, como el Cristo. Sin pedir permiso, con respeto al mar. Pero tú no eres el Cristo, y tu única certidumbre es la de no tener nada que perder, pues ningún banquero está dispuesto a hipotecar tu alma, siquiera por un níquel. Ese es tu alivio; nada que perder en el descenso pues adentro tuyo no ha quedado nada luego de la silenciosa tempestad. Empácaste. Y las valijas, las quemaste con los barcos.

Silencio

La vida calló, sin muerte, sin miedo, sin tristeza,
los ojos se abrieron y el sol salió,
el tiempo tiembla y pasa el pasado.
El ruido del disparo,el gusto frío del metal
Se rompen los dientes
y la lluvia lava los pulmones,
el hollín y la ciudad,el bandoneon
y la sangre

Saltando la soga, el verde, el árbol, la rosa,
el sol, la casa, el infinito,
el amor que se respira no pide perdón
los ojos se lavan
cuando vibran los corazones con las letras

viernes, 16 de septiembre de 2011

Las estrellas se habían colgado

La vía láctea se colgó. Algún insomne le había derramado café negro. El sistema de estrellas está por reiniciarse. La comunicación se hubo interrumpido. El botón no anda y va a haber que reiniciar el sistema en modo manual. ¿Hay todavía alguién vivo que recuerde el funcionamiento? Cuando nos preguntan a qué nos dedicamos decimos “a anunciar profecías, a guiar al que se deje.” Y a aquellos que tanto nos preguntan cosas, y nos tratan de chantas, yo les digo que cuando debo completar el cuadro de profesión en los formularios siempre escribo profeta en mayúscula, y que para llegar a eso he debido trabajar mucho. Fueron días interminables aprendiendo cómo poner la voz, sobre todo!, cómo instrumentar el espacio dentro de la boca y las orejas para que los silencios tengan una duración matemáticamente estipulada y produzcan el estímulo correspondiente. Y toda matemática proviene de la mística, que es una disciplina y no un agujero negro como muchos piensan. Puede de hecho comprobarse en los números sagrados que seguramente se esconden en las relaciones que existen en las edificaciones de cualquier religión, donde los arcos y las paredes -en realidad todas las terminaciones- están dispuestos para que la colectividad sea la que resuene pero jamás el individuo. - Con el tiempo desentrañamos el verdadero sentido de todos los animés japoneses. Guiados por el frenesí orientalista no pudimos ver que el mayor secreto de nuestra infancia se encontraba en Cartoon Network, y más precisamente en aquellos dos ratones que despertaban todas las mañanas de su vida queriendo conquistar el mundo. Allí mismo se encontraba la explicacón de tantos gatos agarrándose sus bigotes y tirando de ellos, apasionados por el dilema de comerse a esos ratoncitos o escucharlos un rato más, una tensión tan epidérmica que les producía una voluptuosidad que jamás habían experimentado pero les gustaba mucho. ¿Y cuál es su profesión? Soy profeta. No traigo verdades o engaños, solo palabras que llenarán sus corazones de fervor. Un fervor que es el verdadero origen de la civilización y no la razón, como tantos malditos demonios les quisieron hacer creer durante tanto tiempo. Un fervor que puedo garantizarle, tardará mucho tiempo en apagarse. Recuerda siempre que, cuando los niños juegan a las naves espaciales, no es la sensación de estar en el espacio -como adultocéntrica-nostálgicamente habrías de suponer- sino la cantidad de botones que tienen para apretar.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Campos de algodón

Pensar que escribo sin orden, eso impulsa mis palabras. Sentir que la vida se desprende cada día que pasa y ella no está, eso es la tristeza, la única medida que tengo acerca de mi existencia y la profundidad del universo. Las estrellas brillan, flotar dentro de un caleidoscopio, átomos de colores separados por distancias ¿Acaso no son las distancia invento del hombre?

Llovió cien años de soledad con lagrimas violeta jacarandá y los gritos se escucharon desde lejos. Ayer perdía el pellejo en agua hirviendo y hoy escucho el viento infinito de un pampa que se convierte en el soplo de flautas renacentistas. Quisiera poder volar.

El río refleja la luz de la mañana y el bosque canta Creendence. Es así cómo uno aprende a vivir. Ya me fui a escribir otra cosa, descubrí que para que te entiendan nunca hay que ofrecer carne cruda, disculpen si esta vez si indigestan de sinceridad.

martes, 23 de agosto de 2011

Los cosos de al lao

El tiempo pasó y no se dio cuenta, buscavida berretón, nunca le salió una bien y se le escaparon todas esas cosas que amó; la casa de la abuela en verano, el fulbito de las diez en el patio del colegio, la caza de mariposas y ranas, el matinée del club con Estela Arrabal y los Cuatro latinos.

Miró a la pared, lo rodeaba basura sin sacar, platos sucios, mugre en los rincones y el goteo de una canilla. Movió el vaso de metal con vino y las palabras se le escaparon, cómo te quiero chinita, viajó a la calles de tierra que fueron su infancia. Ayer bailamos el vals, vos con tu vestido floreado y esos ojos grandes. Perdóname si no te lo dije, nunca me animé, pero ahora sí. Te invito al centro a tomar un helado, para mí de frutilla, para vos del gusto que quieras.

No la dejó pasar otra vez, cuando se fue al mazo. Pero la mano había terminado y se le reveló uno de esos secretos que se rebelan antes de la muerte, el hombre no se arrepiente de lo que hizo, se arrepiente realmente de lo que nunca se animo a hacer.

lunes, 18 de julio de 2011

Venas Cloacales

El pavimento brilla con la luz. Mira para adelante, la ruta. Aprieta el manubrio, abre la ventanilla para no quedarse dormido. Hacía un año ya desde que se había comprado el Torino. Arreglaba cachivaches, como les decía a los autos que le llevaban al taller. Tomaba unos mates a la tarde. Se acordaba de la negrita y de todo el pasado.

Aceleraba el motor y la noche se volvía purpura. Sentía que tenía poderes o que no los necesitaba. Las estrellas eran escaleras cuando la vieja y las tías hacían el café para la torta. Hablaban a veces con la banda

“Mi vieja era un genia” y Monte le pasaba el mate a José

“Es así… la vida, es así”

En la calle pasaba un auto. La luz de la tarde se escapaba anunciado que otra vez volvía el viernes y las escaleras de estrellas. Pisaba el acelerador, subía la música y sólo pensaba en todo ese amor que lo inundaba en ganas de morirse.

jueves, 14 de julio de 2011

Chiflando moños


En pleno Coronel Diaz se prende fuego el hombre de traje blanco. El cielo estaba gris. Los linyeras negros. Descubrí la lapicera en el papel entonces no estaba escribiendo, por el contrario, estaba bailando. Quise llorar pero las gotas solo caían del cielo. De mis ojos un coro de niños hablaban de la muerte, otra vez.

Los autos chocan, un camión sale volando, la gente se pone a matarse entre sí. Violaciones. Centinelas se arrancan la cabeza. Esa es una versión.

La otra son dos tipos hablando "Hola che ¿Cómo andás? De donde sos?"
-Chacabuco ¿Vos?-
-Yo también, que casualidad-
- En que calle vivís-
-Lavalle y catamarca-
-Pará, yo también. Cómo es tu casa?-
- Es la del número 568, la naranja y verde-
-Yo vivo ahí también, ¿Cual es tu nombre?-
-Juan Perefigue-
-El mío tamibén, no puedo creerlo-
-¿Papá?-
-¿Hijo?-
Se dan un abrazo y la obra termina.

La tercera versión es en la que se ponen a cantar y bailar, algunos juegan a la pelota, otros se bajan de los autos y se ponen a abrazarse uno a los otros, muchos salen corriendo y riendo, jugando como si el mundo fuese nuevo a cada segundo.

Todas hablan de los principios ordenadores. Todo orden nuevo establece un nuevo desorden. De ahí tal vez que el rock ya no rompa nada, y que el arte caduque cada dos por tres. Me siento en el momento de querer cortar con ese mambo y declarar la importancia de no tener principio. Después es todo una cuestión de Fe, ya lo dijieron alguna vez, todo sistema religioso, político y financiero, funciona con confianza y eso no es otra cosa que esperar la promesa. Esa espera aturde a la vida, la promesa no es el problema, tal vez la cosa. Nuevas concepciones de felicidad que no definan?

"La revolución empieza con la palabra!" Esto lo digo rodeado de mugre en un día gris, curioso como se vuelven a construir las esperanzas, por mí cuenta vuelvo a la lapicera en el papel, quiero bailar mientras escribo.

miércoles, 13 de julio de 2011

Retomando

La unica verdad puede escribirse en un apuro.
Sin tiempo, como aquel que de verdad necesita vivir.

La verdad solo puede escribirse si cada vez que nos vemos reflejados en un rio recordamos la inminencia de la muerte.

La muerte, cuantas veces lo escribias fede, y tanto tanto me costo entender el lugar de la muerte. Recien hace dos o tres dias, cada vez que se pensaba una estupidez recordaba la muerte, y su inminencia, y encontraba un lugar.

El rio, que se mueve algo rapido por la corriente, y que si no fuera por eso estaria congelado, y tu imagen, que si no fuera solo eso, tambien estaria ahi adentro realmente, congelada,

y que mas bien temprano que tarde va a terminar ahi adentro.

Cien pies


El anillo se escondía detrás de la vuelta. Yo era un pibe para ese entonces y solo sabía de correr y mariposas. La pelota a la calle, el campito, terreno baldío con historias berretas, enfrente del cachivachero que todas las mañanas salía con su caballo a pescar botellas y cazar cartones. En ese lugar aprendí lo que era la solidaridad y los alfajores fulbito de 10ctavos. Lo natural transcurre, bien hablaba Heraclito del río y el cambio. El hueso se quiebra, la verdad se escapa. Vainilla, canela un poquito, arroz con leche y me tiro por el tobogan de colores, desde las montañas de Maimará hasta los guerrilleros de sendero luminoso. El otro día escuchaba a un profeta que me lleno el alma. Hablaba de aceptarse, mirar al espejo y decir "Che, te quiero. No porque seas algo importante, sino porque Dios me puso a cargo tuyo"

Esas palabras me emocionaron, sentir como ajeno a este cuerpo y a la felicidad como un deber hacia el ser que me tocó. Después me enteré que el tipo era un narco traficante, fachadas, canciones del mismo tono. Defendió delincuentes, en nombre de la paz y de una cuenta en suiza. Los sicarios no se confunden, no vengamos con joda, pero como hacer ahora para desacralizar al rey? Tanto muñeco prediendose fuego me hace mudar metaforas de La Verdad.

Carajo mierda, todos somos responsables, ya lo dijo ese loco en el mercado, todos asesinamos a Dios, mientras se le reían a caracajadas y la Gaya Ciencia se escribía en un cabaret. El pibe creció y nunca se olvido de los charcos y los pelotazos a la estratosfera, se le complico comunicarlo, nadie entendía como era posible que los lugares de nadie fueran tanto para él y su mundo.

Hoy se dedica a construir castillitos de cristal, es que entendió la metáfora. Pero aclaro que no siempre fue así, al principio intentó prohibirla. En su cruzada, su ejercito murió en batalla y fue destronado a una realidad donde tuvo que aceptar como incierta. Los hechos son como balas de francotirador pero las metaforas disparan para todos lados. La sabiduría se trata de entender que nadie puede entender a nadie y ser tan valioso como para valer un Perú.

Vida y muerte al rey, solaré tu soledad.

la pieza maestra

el pedacito que estaba faltando y que nunca ibamos a poder ver hasta que no se rebelara a nuestros ojos.
El fracaso antes de la huida, toda una novedad sin elegancia para quien no puede ya poner cara de tragedia a una vida que se rebela sin sentido desde un lugar tan comodo.

El sin sentido en el castillo del rey, o quien no habra comprendido, al entrar a tantos y tantos castillos que el interes no estaba tanto en los muebles como en las miradas desde los ventanales.

Esta prohibido sacar fotos aqui adentro, dijeron alguna vez, en los castillos de Walt Disney, y alli mismo me puse a sacar fotos a las ventanas, de alli para afuera, solo para provocar.
Pero alli encontre algo.

La soledad tragica de los romanticos, esa pena malcrida o el fracaso de la huida.

El que habla y escribe sin entender realmente de eso de lo que habla, vos lo dijiste.

Pero cada tanto algo se activa, las distancias y la inclinacion, sobre todo esa iclinacion que podemos imaginar con un triangulo imaginario que atraviesa la tierra despues de Galileo y Colon.

La chispa que entra en contacto no ya con el roce, sino con algun otro movimiento que no puede no ser calorico, como esas oraciones que de tanto negar solo acaban diciendo que si y asi encienden la borrachera de algun pobre diablo que ni siquiera se digno a visitar la casa de fyodoro dostoyevskovnyo.

Quien creera alguna vez en nosotros?

Posdata: quien va a creer alguna vez en nosotros que tan solo buscamos el permiso de los demas para decir que si, y luego aparentamos haberlo dicho sin permiso. O alguien cree realmente en la genialidad de Duchamp o de Woody Allen? Y Girondo?
Buen consuelo, y no esconde trampa.

333 334 338

un dos tres, hubiera querido decir
pero ya no podemos empezar de ahi, tampoco podemos seguir en orden.

La huida esta vez fracaso antes de empezar,
y tendrian que verlo, el abismo frente a tus ojos que te mira desnudo, como nunca.
Un rojo tan oscuro, tan bordo oscuro, y 47 grados de calor en buenos aires, eso debe estar ardiendo

en san petesburgo nunca se hace de noche, y los mosquitos tienen mas rallitas en el cuerpo,

de nuevo nos tenemos que poner a cavar en el suelo
y enviar libretas a traves del centro de la tierra,
porque es lo mas rapido y economico

hace tiempo que no nos veimos,
cabano la tierra con las manos para hacer el agujero
y cada tanto levantar la mirada secarse la frente con el codo y mirar el sol o la niebla

y tener que escribir en el borrador de un mail para que no se borre,
y que todas nuestras oraciones empiecen con y porque ya no podemos empezar desde el uno dos tres

lunes, 4 de julio de 2011

Demasiada fiaca para la venganza

Cómo una película de Carlitos Chaplin en donde todos bailan en cámara lenta y los colores de India aparecen en unos Beatles cantando Eleanor Rigby con Gardel. Infinito muralla china punto rojo, un fierro calibre 38 en Fiorito. Tanto sueño de revolución terminan por cansar y uno cae en el picnic, ahora solo un sueño y alguien dijo “¡Qué bueno tener Fe sin religión!”

La saca a bailar y se la lleva a su casa. Por soledad e imposibilidad, tanto barba azul limpiando la calle imposibilita el boxeo organizado. Te cansas de tanta lucha libre en soledad. El vagabuendeo es la libertad rentable, hasta que te quitan el colchón.

Cómo una dolarización. Es fácil hacerla pero después cagaste, estas atado. Un asentamiento militar revolucionario, sin miltiares, sin revolucionarios, sin asentamientos, es un picnic de uno solo. Ya, es tarde ¿De dónde carajo voy a buscar la fe ahora que esta todo perdido?

viernes, 1 de julio de 2011

Capricho 21p (eso costaba el vino)

Pasa eso. Ya lo sabes Santi. Vos te vas y nosotros acá. Por eso es que escribimos mejor. De alguna manera hablas vos. Si, si. Esa parte tuya que nunca existió del mate, el caballo, la pampa, toda la sabiduría popular. ¿Como que no? Si, ¡¿Vos no te sentías argentino!? Acá tenes y entonces jodete. Vas a acordarte de la panadería de la esquina, el horno de barra,la pava mitad e en el fuego para que no hierva y el mate listo con churritos dulce de leche. ¿Nunca? No importa, porque es tan vos como los pantalones y mochilas de colores, no entendés como y yo tampoco pero es así. Como cuando hablamos del amor y decimos que tiene algo de tristeza y de que dura poco, no hay razón y de eso hablaba Nitzche en nuestro ensayo favorito.
La intuición pibe. Eso que te dice quien sos y lo peor que te vas a sentir obligado a los excesos de paisanaje y de solidaridad, a la vida, galleta de campo y carnada de Carpa.
Santi, todo se trata de la muerte. Vos lo explicaste pero suponer que lo entendiste es no haber entendido nada. La huida se trata de que no necesariamente el que lo escribe lo entiende, sino que lo intenta, intentar, que mierda. Así que yo te hablo un poco de eso, ya que estas ahí, en la creme de la crema, porque bueno sabemos que no es un teatrito de Parque Centenario, ya que estás ahí, Huí. Pero de la mejor manera, de la que te quedas pero sos otro. Si ya lo hiciste. Hacelo nuevamente, por nosotros. Los que somos así porque tal vez no nos queda otra y en esta encontramos tal fundamento que damos la vida, después anda a cantarle a Gardel porque no nos vendemos ni en pedo. Sin embargo siempre fue así.

La muerte, todo amor necesita de la muerte

sábado, 25 de junio de 2011

Los espero que vengan cuando quieran mirando los Simpsons y fumando una vela

Dormí poco. La autoridad y el respeto por los esquemas me dan ganas de vomitar y en esta declaración no hay esteriotipo ni ropa comprada. Muchos querrán poner en clasulas su personalidad, por mi parte, la vida corre a través de un río que llega al mar. Elcause no es claro y sólo se ve, mirando para atrás. Las drogas y los wisky´s me quemaron la racionalidad, nunca el bocho, nunca la dignidad. Juan SinTierra conseguió su sueño cuando la cana lo mató, mi lugar, de donde no retrocedo ni en el infierno, es donde los sueños se deslizan, allí donde la necedad de Oreseme es un abrazo de Oso, donde la Genalogía de la Moral me ceba un mate, donde el Aleph me muestra el universo y Roberto Arlt a los Zaratustras porteños.

Por eso, y esta es mi conclusión, no hay tiempo para cadenas de argumentos, los presidentes nunca pelean las guerras, por eso las empresas más perversas son sociedades anónimas y por eso los genocidios se planean desde estados. Burocracia perversa, autoridad y disciplina.

Opto por la pava a las 5 de la mañana en la leñita seca, por el Rey Lear aprendiendo de su desprecio, por el Hijo de Pedro Parámo descendiendo al infierno y Julio Cortazar jugando a la rayuela.

jueves, 23 de junio de 2011

En no sé donde

Todavía tengo la muñequita como para escribir un pilon de flores
O cartas de amor.

Podría quizas escribir solo una y poner las cosas a girar, en el lugar,

No tengo miedo de despertarme y recordar que no soy dios. De hecho me fanatiza el halo de fracaso que me envuelve cuando me decis que no –siempre que pienso que todavía hay un poquito de tiempo para que me digas que sí.

Podría entonces agitar la muñequita una vez más, y poner a tiritar-tambalear en el aire todos esos recuerdos; como segunda opción siempre puedo amistarme con gente de tapado de la Rusia del XIX, decirles que yo hacia buenas migas con el doctor del traje raído, Rakolnikof, y en todo caso pedir que te secuestren y te hagan aparecer en alguna costa portuguesa o rioplatense. O que lo secuestren a él y lo lleven a dar un paseo por las pirámides egipcias.

Pero la mejor creo, es la de la dinamita en un costado de tu cabeza y la cirugía plática luego para que no quede rastro. Una dinamita, que lo hace saltar casi todo por los aires y una falsa invitación a un retiro espiritual en no se donde para justificar tu escapatoria del mundo por unos días.

Una escapatoria en no sé donde, porque yo me imagino que tu mundo no está pintado con los colores del horizonte y el atardecer. O yo, que solo puedo hacer de esa hipótesis mi mundo, el único en el que tengo un lugarcito para existir.

martes, 21 de junio de 2011

Resurrección del ángel


La vida disuelve su sabor en el vaso. Mirame, te estoy hablando. Amame cómo nunca pude amar. Tantos domingos en la semana y funerales en verano, se marchitó la parra del jardín y el vestido celeste de la abuela se destiñó. Pero igual hacelo, ya está, ahora tranqui que ya pasó, diría todo pero valen soles las lunas que faltan mirar y los niños con tanto caballos y flores azules.

No tengo problema en hablar y aunque sabes que no sé rezar voy a intentarlo, con mi historia, mostrando mi sombra. Imagenes de ahorcados, despellejamiento, torturados, la cruz, la picana, la sorba, la rastra, el empalado, felación y violaciones con botellas de 7up de kioscacho de Garage muerto bajo la sonrisa de un Wal-Mart con los precios bajos todos los días.

¿Sabías que nunca vi al mar? Cangrejos y ostras en un barco pesquero, con vos, no tan Titanic y esas boludeces, nuestro romanticismo, bailar en bolas y te regalo lo más preciado del mundo, una mandarina criolla.

Los miserables y los buenos hombres, ¿Seguir a la regla o ser un bandido? Pareciese que Víctor Hugo busco una realidad paralela mostrando cuán miserable es la organización, y dio un final feliz. Tantas veces fui engañado por Walt-Disney y los Mupets con mocos en la nariz que ya no quiero ni pensar si existe el paraíso. Sin futuro, sin mar, me retiro al retrete.

Me cuesta retractarme pero le voy a tener que dar la derecha a Socrates y a los estoicos. Alguien malo no puede ser feliz en ninguna novela que mi mente pudiera escribir en este momento. Pero no me queda la resignación. Sé y tienen razón, ahora lo veo. Si una mente, sin la ceguera de las pasiones (en esta cultura significa prejuicios, dogmas,etc. En otras significa vida), viera lo sucedido, tendría un juicio Justo, como tal vez no exista en la tierra. Por lo tanto a mirar la bala y recibir el fusilamiento que al final todos vamos para el mismo hoyo.

No acepto sin embargo su resignación. Le doy la mano pero no el codo. Acepto todo eso. Pero sigo siendo fiel del Eterno retorno y más con esa premisa. Lo hago por disfrutar más de cada momento, porque soy humano demasiado humano y mi fundamento ontológico ¿Puede un animal tenerlo? Es esa postura moral. No hay manera de moverme si sucede lo contrario. Acepto que soy un mal hombre y también la felicidad. No es demasiado tarde para empezar, estos fueron mis 20 años bajo la higuera, guerras, elefantes de mil cabezas no pudieron parar la revelación final. El ángel que se había muerto con el principito, volvió. Se acuerda del otro, del que era él. Pero ya no es más boludo, ahora sabe lunfardo, le gusta la milonga y el rap. No desea la muerte a nadie ni a su propia bondad, al fin al cabo el mundo necesita jesuscristos y jacobinos y con el ejemplo solo se puede encontrar la felicidad.

No pido ser una constitución. Sino un cuaderno de 4to grado que un pibito usa de 11 de la noche a 11.10. Con ese ejemplo y postura moral, todo cambia. Los arboles ya no se mueven con el viento, sólo saludan tú pasar ángel que volviste de la alcantarilla, allá por av. San Juan y Brasil.


martes, 14 de junio de 2011

Cuando llega el mediodía?


La yeca está vacía. Domingo a la noche, nunca podría funcionar un piquete acá. Quiero pungiar una buena racha al destino pero el muy rata corre y no se deja agarrar.

¿Alguien realmente disfruta este show patetico de verme una y otra vez torcer el brazo?

Hay una idea del destino. Toda la existencia de un hombre se resume a un momento a una elección, luego de eso la chance no vuelve más, ya estás definido. Después, no queda un después, solo la pregunta "¿Qué pasaría si no hubiese sido así?"
Hecho la culpa y hace evidente que no soy inocente.

Que pelotudo que soy al pensar así. Suena a teología barata. Aparece por ahí la misma tragedia, porque algo con el sistema de enajenación tiene que ver, de alguna manera soy el pensamiento de otro, un sujeto sujetado. Pero esta vez se hace más terrible la impotencia, no vale con un rifle y una guerrilla, el destino es invencible. Pienso que mi libreto ya fue escrito. No voy a rajar, uno teje redes y queda atrapado como una mosca. Me doy cuenta me crearon para caer y mi final está escrito; terminar en el baldío, con la miseria humana y las botellas vacías, no hay lugar para nosotros en el mundo.

Sin embargo, nos quedamos. Eso es lo más terrible, nos quedamos.

jueves, 9 de junio de 2011

Tus labios rojos

Saltabas. Yo reía. Poco a poco las sílabas se unieron y comprendí que ya era tarde. Tarde para derrumbar murallas, tarde para cincelar tu nombre. Deseo tanto besar esas piernas amputadas que duermen bajo el frío de un invierno porteño por Juan B. Justo y av. Santa Fe. Me enervo de placer al punto de irme por el vacío, descargar el placer en un punto cuando los niños piden con sus manos sucias. Se me hincha el pantalón en la entrepierna cuando la vieja llora de dolor y el pibe con la bolsa que ahora no sabe dónde queda dios cruza la calle con el semáforo en verde. Que delirante son los colibrís del río Paraná que recorren mi pecho. Realmente el placer me emociona y sueño con ver payasos de colores saliendo de los árboles y de las ventanas de los edificios y pido perdón a dios, por pecar de esa manera, por tanto éxtasis, me siento tan culpable.

Los colores se destiñen, los payasos quedan y ya mi espalda se empieza a quebrar, se nota tanto que quedo gacho mirando al suelo. Ya todo es antaño de vuelta y cada día que me saco los zapatos se van los colores, ya te empiezo a extrañar de vuelta querida. Amo a las calles como nadie ama a sus propias venas, como una jeringa a los perros flacos y a las pupilas violetas, suspiro mariposas. Escucho de a poco una dulce melodía de flautas en honor a la Virgen de la montaña y soy tan feliz que no tengo miedo de morir.

Besar el piso, los ojos, el sexo, besar la muerte y la vida sin dejar de lado a las palabras, no podemos dejar las cosas a menos que la muerte. Besar el pelo y el cuello, morder la oreja y el dedo, sentir el inevitable destierro de la razón en plena luz del día y besarla. Es la única manera de gritar cuando te ahogas en los sentidos y no sabes para donde rajar porque cada paso que das es un genocidio de ángeles caídos y una procesión de crueldad organizada.

viernes, 3 de junio de 2011

Sabores de invierno

Anteojos del sol en pleno invierno, voz ronca, flaco, estatura mediana. Un ángel manejando un taxi, un ángel gris, mismísima encarnación de Discepolo y toda la humildad de aquel capaz de reconocer su propia ignorancia y la belleza ajena. Es que la música es universal, dijo, y después explayo acerca del Medio Pelo, la rutina y boludo contento pero sin tanto recelo más que nada con acento en la soledad, esa de la que duele ¿Alguna no? No hablamos de Boedo ¿Por qué esa maldita fascinación de tanto Almagro y Gardel? Como si no tu-viera padre y tu-viera que citar una y otra vez a filósofos y libros cada vez que digo una palabra, pero es toda la fiaca acumulada y el faso desesperanzado, perder la capacidad de soñar o por lo menos compartirlo y para mi es todo un poco lo mismo.

No hablemos de Blues ni de Milonga por favor, me siento que no puedo hablar sin citas bibliográficas. No esperen otra cosa, no sé que haces leyendo esto, lo que lees es mate y mandarina criolla, pleno Junio, aprovechar la cosecha que no vuelven más, si si, ya se, se viene Julio, y otra vez toda la cosa de morir y volver a nacer, dejar las flores, las hojas y quedar en bolas contra el viento, resistir hasta el calor. Lindo vivir siempre en primavera pero la marca de la vida es también un apéndice de la conciencia. Ya sé que la conciencia es una gota de licor en un mar de mierda, se que la universidad es la tumba del saber y la cuna del poder, si ya sé, no entraban las frases, pero las quería decir y no tenía otro lugar donde meterlas, tengo los cajones llenos de boludoces y muchas ganas de hablar del hombre gen, masa uniforme. Porque sí, porqye soy esto, un mate y una mandarina, en el bulín, plena madrugada a las 12 de la noche, tanta mierda en el día que me siento feliz de morir otra vez.

Gracias.

sábado, 14 de mayo de 2011

experimentos con el cuerpo, nueva redundancia

Entendí por fin mi obsesión con esas palabras que marcan que hay algo más antes, y que así se sigue. “Luego”, “y”, “así”, “y así”, expresiones que resguardan el comienzo de mis oraciones por doquier.
Vi que la literatura no precisaba de principios y fines, y que esas eran exigencias editoriales y del lector en todo caso, que se habían adherido a la estética para volverse inseparables. El libro. Esa idea de que la literatura tiene que ser como las cosas tangibles en la tierra, finitas, como la humanidad, que también debe tener un alfa y un omega.
Oi que no se trataba de eso, e intuí que la literatura nos era solo dada, como el fuego de Prometeo, para que la continuáramos y nada más.

(Pero los imberbes de mis lectores se miraron y dijeron: argentino, fanático de Borges, repite solamente, acá no hay nada. Pobre de ellos, cómo se equivocaron. Acá no hay metáfora.)

Un seguir escribiendo algo que nosotros no habíamos comenzado y cuyo objetivo nos era incomprensible, pero que por otra parte no queríamos tampoco conocer.

Es que las religiones son exitosas ahí cuando los hombres no se preguntan tanto el objetivo de la cosa sino que simplemente la viven en su piel y se deja recorrer como si se encontraran acostados al costado de un hormiguero. Y esa sensación da placer.
Pobres de aquellos que creen que se han puesto de pie, y que pueden ver y preguntarse todo, y que con un aire de superioridad se atreven a preguntarle a este, ¿Dónde está tu dios?, ¿Puedes mostrármelo?
Como si la razón pudiera acceder tan solo imaginarse, al menos intuir ese otro mundo. Como si la ilustración y todas esas lucesitas hubieran traído solo progreso y ganancias para el hombre, y ninguna pérdida. Como si el universo pudiera tolerar un segundo algo así como el óptimo paretiano.
Toda vez que ganamos una cosa perdimos otra. Toda vez que creímos poder reírnos de una religión al preguntarle la dirección exacta en la que podíamos encontrar a su dios hubo algo que se nos pasaba por alto, algo de la sensibilidad con nosotros mismos.


Cansado ya de tanta barbaridad, y aburrido de tanto francés iluminista postivista, harto de tanta luz por la mañana después de no haber dormido durante dos días y sin anteojos; en fin, harto de tanta pregunta autocomplaciente que no lleva a ninguna parte, imaginé un grupo de amigos y amigas que emprendían una “sociología de las relaciones carnales”, un estudio de cuerpos desnudos con un poco de luz.

(Y por favor les pido, no me vengan con eso del niño obsesionado con analizar todo, porque esas cosas me alteran rápido y hoy no tengo un par de tijeras, tengo un cuchillo de carnicero en la mano).

Me dí cuenta que esas preguntas eran más … de esas que nos llevan hacia algún lado otro desde donde mirar; porque nosotros hemos depasado a los iluministas y ya no encontramos placer en cualquier pregunta, sino sólo en esas que nos corren, y nos corren la mirada, y nos dejan mirar desde otro lado.

Una sociología de las personas sentadas después de tener relaciones sexuales, de las miradas, de las manos, las caricias, los juegos de luces y sombras y sábanas o ropa interior. Incluso una de esos momentos en los que los amantes ya no se quieren ver más, pasada la calentura, y tan solo hacer que el otro desaparezca –si se trata de la casa de uno-, o como mínimo que se duerma en la otra punta de la cama. Algo sobre desconocidos y sobre viejos amantes, una sociología –y perdón a mí también ya me da naúseas esta palabra, contentémonos al menos que sea esta y no las otras— de niños que se reencuentran después de mucho tiempo o una de virgos que encima tienen que relacionarse con terceros medios anticonceptivos.
Algo sobre princesas sobrevestidas de siglos de antes que pocas veces han visto su cuerpo pero bien lo intuyen en el rozar de ásperas telas.
Y de manos caídas sobre el cuerpo, algunas buscando tapar el pudor que vuelve pasada la excitación y otras que no se quedan quietas, dedos que van de acá para allá, no inquietas, recorriendo las curvas de un cuerpo cualquiera que no tienen nada de perfectas;
cuerpos enganchados, enroscados que no se pueden soltar,
cabezas enroscadas que ya se relajan, se desestresan algo y pronuncian un la que no acaba, que no se cae y que invade toda la mente y ya no deja entrar otras cosas, ni ninguna.

sociólogos y orientalistas

Para enseñarle a un hijo, mostrarle y darle la pista.
Mostrar con el acierto y el error, el cambio y la necedad.
Dar la pista, la pieza faltante, sin indicarle dónde va,
Si total él puede adivinar y nosotros no sabemos



La tensión entre el individuo y la comunidad,
Que quizás se encuentre en el anarquismo y quizás no,
Es la de la utopía liberal y algún otro sentido del hombre.
Es cual?
Es la del hombre que se quiere fundir en la comunidad, el que deja todo por su familia?

O uno más profundo aún, la del hombre que se quiere fundir para encontrar la tranquilidad en ese suave hundirse eterno.

Es interesante que la última novedad para a esta tensión, o para escapar del polo del individuo, no proponga fundirse en la comunidad.
Me refiero a los libros de autoayuda: el éxito y la búsqueda de uno mismo que son sus propuestas no necesariamente buscan reinsertar al individuo en el todo y la comunidad.

La astrología sabe de eso, de individuos hundiéndose en el todo, y otros buscando la individualidad. Una tensión constante a lo largo y ancho del zodíaco.


Existe en todo caso, el no poder?
El lugar de tranquilidad. Los orientales están convencidos.
Yo creo que hay una posibilidad de tranquilidad para aquellos que llegan a la cima, bien llegados, y sé que aquí soy polémico. Los que no se pierden en la cuesta, ellos gozan de una cierta tranquilidad.

Pero más interesante aún sería saber si la tranquilidad es también para aquellos que no han subido, una tranquilidad al pie de la montaña.
Esa tranquilidad, sería la del no poder, la de no hacer caso al poder y sus exigencias, y quedarse viviendo hay, después de armar un nidito.

Los sociólogos se espantan con la idea de no poder. Los orientalistas en cambio, la dan por hecho. Tomar postura frente a una cuestión como esta, en apariencia tan irrelevante, esconde quizás una diyuntiva entre dos tipos de vida completamente diferentes.

domingo, 10 de abril de 2011

las 7 cavernas y el pecado capital


Irresoluta tarea, esa, definir la realidad. Podes pasear por este mundo arrastrando cadenas, moviendote de acá para allá pero al final del día no te gusta la conciencia que arroja el espejo. Escuchar lunas de dulce de leche y soñar con la teletransportacion sin importarme el propio pensamiento, otra vez no.
¿Pero como frenar?

Jugada sin gol, eso es mi planteo, una jugada que piensa en llegar al arco, en la gambeta, para darte vuelta el argumento y hacerte entender que vos no querías estar dentro de la cancha, encerrado por el alambrado, preferible cielo, horizonte y mar.

Es que a veces el hombre entiende algunas cosas con el cuerpo, de ahí se desprenderían cosas como discriminación y normalidad, pero para mí, alma triste con nostalgía de cartón para justificar la existencia, en donde mi bandera tiene un circulo y un carlitos chaplin adentro, la experiencia a aprender con el cuerpo es la de la libertad.

Kant, Perón, Guevara... tomarse el 60 y mandarse a mudar. La iluminación no está en el sufrimiento del infierno o por lo menos no está en este circulo, cuando vaya por claypole te aviso que voy pensando, mejor te tiro una carta dedsde más lejos, las playas de Perú se me antojan más linda para arrojar al ser.

Que el Dasein se moje las patas en agua cristalina

miércoles, 6 de abril de 2011

Extractos de "Tuco Ntingencia" de Frederich Morezzati

"Me preguntaste si todo eso era un juego para mí, una nueva diversión.
Obvio que sí, te dije ¿o de qué se iba a tratar si no?
Creíste que hacía trampa con tu pregunta y que la respondía como yo quería pero no. Tu pregunta sobre tonteras y estereo-machitos te abrió un portal de cuatro colores.

"Será que de todo lo que somos ignorantes solo podemos hacer juego, o condenarnos a una nulidad total, y quizás ese “solo podemos hacer”, no sea la menos peor de todas las opciones sino la que hubiéramos elegido incluso en el mejor de lo mundos imaginables.
La seducción como un juego o nada.

Para v. f. y juana bignozzi

Un día, al costado del camino vimos burros comiendo flores amarillas, y entendimos que la poesía era eso, hacer caballos de burros, y azules de amarillas. El camino estaba ahí y el costado le seguía también, pero no nos confundimos mucho.

Si de algo quisimos aprender –y siempre fuimos tan ignorantes- fue sobre las reglas de la seducción, sus volteretas y anti-pantuflas.
Todo ese tiempo nos pasamos, inventando las declaraciones de amor más rompe-cielos de todas, partiendo las estrellas en mil pedazos y haciendo picadillo y confeti solo para que te rías un rato, y reírnos también.
Todo eso para que doctores italianos nos dijeran que solo nos gustaba mojar una vanilla en cada vaso de leche.

Todo eso pasó, y acá seguimos, paraditos, teniendo que escuchar el eterno sonido de un planeta que se queda quieto mientras nosotros aprendemos sobre los misterios de la velocidad de luz, y cada tanto volver a proyectarnos en algún traste viejo y recordar que esas cosas siguen ahí, la culpa el pecado y tanta caperuza desteñida.

Nos quedarnos ahí mirando, alumbrando -y no es que seamos luz, es que vamos con la luz. Escucharte convencerte de que igual eso -yo- no es tan importante despues de todo, si hay tantos otros como vos, e imaginarte así una y otra vez,y recordarme a mí convenciéndome tantas otras, prometiéndome siempre que era la última.

Todo porque estamos cagados de miedo. Porque todos ustedes están tan cagados de miedo como yo y solo tienden en sus lavaderos sábanas negras, y ni siquiera se atreven a oler el jabón blanco y a dejar que un rayito de sol les golpe el lóbulo de la oreja a las nueve y doce de la mañana.

¿Pero sabes que?, hoy justo estoy de buen humor. Me voy a quedar ahí, al ladito de la luz imaginándome que yo te lanzo esos rayitos. Voy a estirar los brazos y las manos y voy a hacer fuerza con los músculos de la cara, y te los voy a tirar y a tirar hasta que tus sábanas negras se vuelvan grises, violetas y naranjas; voy a hacer que el olor a jabón blanco entre por tu casa –porque le gané una apuesta a la brisa, y me debe una - y ahí mismo te voy a enroscar en eso. Vas a dar tres vueltas en el lugar y te vas a encontrar bailando sin música.

martes, 5 de abril de 2011

Declaración (esto debería haber estado al inicio y me hubiese ahorrado muchos problemas)

Declaro, no sé escribir, lo que leí lo leí a mi manera, no puedo decir que fue mucho, no puedo decir que fue poco. Pero lo hice a mi manera, no me importó la cabala, ni la suma de matrices, solo quise ahondar en el otro lado del corazón, donde la luna se esconde. Es verdad, no tengo estructura pero tengo recursos. Pero no me limpio las manos como lo hace Argentina. Es verdad que no tuve gobiernos, es verdad que tuve desaparecidos y cambie tantas veces de cociencia que diariamente me olvido mi nombre pero todo esto no es determinante, prefiero ser un algarrobo que un mueble, con sus infinitas marcas de guerra, aunque ningún hombre lo pueda leer, tantos niños escucharan sus violines mientras corren a las mariposas. Después, cuando la sociedad hago lo suyo, ya no van a importar, pero tal vez algún día en vez de apretar el gatillo escuchen un eco a lo lejos, un viento primero, luego una corriente que empieza a crecer en ondas y se encuentren en la ultima fatalidad de la tormenta, les aseguro, entiendan o no, veran el algarrobo y sus mariposas.

Sé que en poco tiempo, en veinte años o cuando pase abril, los reyes magos de la ausencia pasarán a dejarme la sal con la que voy a bañarme, llaga de la existencia, herida abierta del vivir para tener que morir sin una razón que me avale, sin un corazón que me ilumine, en la traición y miseria, en el mercado de ideales. Sé que en la cruz las ramas le lloraran al viento y será para mí un requiem en mi honor.

domingo, 20 de marzo de 2011

Strange Days

Wisky no más, un poco de mate para alimentar la acidez con la que se construyen los argumentos. Un revolver y si el sin sentido de las repetidas muertes y resurrecciones no llega, no lo esperes, el 60 casi que no pasa a la noche, solo estas durmiendo con Elenor Rigby y las pompas de jabón en tu mundo de cristal, donde una grieta destruye la irrea realidad donde todo es posible lo imposible no tiene estadística. Vayámonos a vivir a Mairamá, si es posible no conjugues en gerundio que para eso están los asilos.

viernes, 4 de marzo de 2011

Cachafaz


En aquel reino, de castillos y realeza, en aquel patio de malvones y mandarina había un sapo sin princesa. Solsticios de soledad, bisiestos, menguantes y siempre en la misma postura, en un mirar lejano de profundidad, donde las palabras no son. Moscas rondando a Cachafaz en su dialectica con un enano de jardín con sonrisa de pincel con el baile sigiloso con la babosa y el caracol. Tanto pasto, tanto dolor y tan insignificante la existencia, pero tanto dolor.

Este sapo sin princesa no se suicida aún porque no ama tanto a la humanidad.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ping


Judea contra Roma? Sur vs Norte? Heroína vs Plan de carrera profesional?

Retórica en la luna 10, Vaciamiento de Significantes 9.50, Desarrollo de polímeros Ausente.

Sin más deseos que el del prójimo, corro por la vida magnética de tanto tufo y tareas. Si me gusta ese chica, pero ¿Qué pasa con las esencias? ¿Con el camino del héroe y los 40 días en el desierto?
Cierto que la llevo tres o cuatro años, son como muchas cuaresmas, sigo sin la iluminación final ,¿y donde está acaso mi salvador personal? Esa providencia divina en forma de anciano que accedía en dar una clave para escapar del pantano.
Pero siempre me gusto ser medio tortuga ninja, eso de vivir en la alcantarilla y que mi maestro fuese un rata, eso de los monstruos ciberneticos, la genética y los medios de comunicación masivos ¿Kierkegaard o Nietzsche? ¿ Leproso o Canalla?

Plomo en las venas, Elliot Smith y sus siete puñaladas, quisiera poder, pero el de la pistola cargada, el del Chevy negro y el wisky, explotar contra una pared, contra la pared, por lo menos, contra ese muro que me separa tanto del otro, y siento el perfume de mujer, su aliento, su rubor en las mejillas, se baja de la parada de subte, ahora me concentro en el brazo del tipo de al lado, su mirada dulce y después se baja, otra piba, misteriosa e intelectual y de pronto se baja.

Late el pantalón, color chocolate, mulata ojos hielo color cristal, tanto rato su figura baila y me deja sin aliento se acerca de noche y de día, hundiéndome, pesadez de uñas en el corazón, se ríen unos pendejos de la calle, se ahogan de la risa, soy un mono atado al cual se violan, despedazando mi inocencia en ardor y humillación, me sacan los pelos de la piel y juegan con mi cola larga de mono, y recién entumeciendome, temblor de pies bajo el agua aparecen los ángeles renacentistas pero es la mujer de negro que se lleva su premio. Viendo su luz, tan contento de poder haber conocido ángeles, me hundo en soledad y sin dolor, con temor pero con certeza, tal vez de la única manera que aparece la certeza, con temor. Suelto una sonrisa, siento la lagrima, me hago otra vez, como aquella vez que mi madre soltó colores por el delantal.

lunes, 28 de febrero de 2011

Falso alpinismo astrológico o juego de manos

Recuerdo todavìa los dìas en que hablábamos de la relación del sujeto y el objeto y yo no entendía nada.

Otro dìa sentí que todos éramos objetos y que el sujeto era algún otro, y como no terminaba de convencerme hice como que tiraba todo eso a la basura.
Dije que huía.
Me quedé sin experiencias, el tiempo pasaba y ya no tenía nada más que decir. Ni siquiera las astrologías acaban de convencerse a sí mismas de que aquella separación no existía a pesar de repetirlo de nuevo y de nuevo, y de citar igual cantidad de veces al gil de Delez.
Una vez convencidos ya de que la tierra se movía y con dos o tres iglesias en retirada, los nuevos maestros del cicu de neón vienen a proponer nuevos cables de acero y nos informan que nosotros somos el sol y que nuestro Ascendente son aquellas Olas que vienen a nuestro encuentro.
Jesucristo que se vuelve a colar por la ventana, medio en pelotas porque se le rasgaron las vestiduras y Cris Morena -en reemplazo de Sócrates-, haciendo alarde de la nueva tendencia primavera-verano: las vesti-vestiduras con ventolinas.

Todo eso y yo, un poco aburrido ya de la misma perinola, llego a casa y encuentro un dibujito del camino que va de mi casa al jardín de mi nueva hermanita y unas moneditas para comprarle un alfajor si me pide.
Al jardín deberíamos ir en cochecito, pero el naranja fluorescente no me gusta nada, asi que la voy a convencer de ir caminando y si me consulta de lo que todos quieren saber, creo que le voy a contar que el Misterio, que se encuentra en el origen de toda religión, es justamente eso. El misterio como verdad no revelada, como un correrse de ahí, y emprender un camino hacia ningún lado.
La sustitución del lugar por el camino, pues está claro que el paraíso y el infierno no existían en los siete días de la creación.
Contra esa yo te propongo la otra, la sustitución del lugar por el camino, del cochecito por el alfajor y del alfajor por un juego de manos que te va a llevar caminando desde casa hasta el jardín sin que preguntes donde está el cochecito anaranjado.
La huìda.

domingo, 27 de febrero de 2011

Doscientas páginas

Deseando que llegara el día, salté hacia ese idiolio trunco de permitirme soñar. Poco interesante pero bailan, sucede que de vez en cuando alguien las mira y no sé ya si es sospecha, temor o envidia, si es dulzura o acidez lo que se esconde detrás de sus ojos. Tantos murieron por otras cosas y otros por esas, algunos quemaron iglesias, otros crearon mundos, la estadistica, el amor y lo terrible de la impotencia.

Sucede que a veces Poder y su hermana Libertad corren por los laberitos de Creta. Se escucha llorar a un niño enfermo, las campanas dejaron de sonar, Dedalo sonríe burlonamente consgrado a construir la ornamenta, donde se apoya el espíritu , llamada servilismo, donde se limpian la boca los intelectuales del siglo XXI

viernes, 18 de febrero de 2011

Cuadernito

Ahora vivo al final de un corredor…
El piso es de ripio y como a veces se junta mucha tierrita puede que crezca algún yuyo, y como nunca para de llover, uno siempre lo recorre a los saltos.
Una cagada en tres tiempos, diría mi tía.

Los rayos laser ya van pasando de moda, pierden todo su interés. No es por esa pretensión de querer volverse siempre fluorescentes, neon, tornasolados. Acá nunca pegó eso. Es ese intento de querer atravesarlo todo de un golpe y listo. De atravesarnos una y otra vez –y como siempre, uso el plural pero me refiero a mí mismo-, de querer hacernos picadillo, apresarnos, reventarnos, neutralizarnos con lanzas que uno no puede ni agarrar. Intocables, inodoras. Insípidas me animaría a decir si no fuera porque nunca te atreves a apuntarme en la boca y dejarme probar. Pero todo eso ya va pasando de moda, aunque antes no fue asi.

El cuaderno está siempre demasiado pequeñito y a mis músculos se les hace difícil. Y encima te atrevés a pedirle la biblia a un adolescente que viene cortando leña desde los siete años. Y el niño tiembla, claro, ¿o de qué estamos hablamos?
Le tiemblan los músculos para ese trabajo que diste en denominar “fino”, con el solo fin de volverme bruto para luego llamarme de “vago”.

Los diarios locales informan que nuestra provincia no cuenta con personal doméstico capacitado, porque las mujeres prefieren andar de prostitutas. Hablaste de mi madre, y me supuse hijo de puta, sin nunca haberla conocido.

En el colegio me llaman mal educado. Un compañero tartamudo interrumpe -aparentemente en mi defensa- y se atreve a corregirte: “en todo caso deberíamos decir mal aprendido”, que mi madre no tenía la culpa, dijo.
El era tartamudo y se atrevió a interrumpirte en frente de todos profe, y los compañeros se echaron a reír, no sé si de su forma de hablar o de mi madre.

Y de ese intersticio –para que vean que conozco hasta las palabras más difíciles- vi salir rayos láser, de las narices de mis compañeros y de la punta de su regla, profe.
Nadie podía decir de donde salían o para donde iban, si mis compañeros las escupían o si eran atravesados por ellos.
Me quedé sentado, mirando hacia abajo, con tantos pensamientos que soplaban en mi cabeza siquiera dos para el mismo lado. Calladito, sin nada que decir por un largo rato. La lucha de clases y el trabajo duro, voces verborrágicas que no me decían nada, si nadie podía entender que yo me quedaba dormido por las tardes y que mi hermanita no comía a la noche porque Madrastra le mezquinaba la comida; que el cuadernito que me daban era demasiado chiquito para que mis dedos y codos pudieran y sitiarlo y apoderarse de él, pues mis músculos habían crecido al calor de los hachazos.
Y me hablaban del esfuerzo del trabajo por la familia y de la lucha de clases; y me piden quue transcriba la biblia en este cuadernito. Pero yo sé que tan solo quieren burlarse de mí, y yo me dejo porque no se de donde salen esos rayitos láser tan tensos, de donde vienen o a donde van.
Papá que ni el documento me consiguió para que yo fuera a rendir para pasar a sexto grado –porque yo tenía buenas notas-, aunque más no fuera con un nombre prestado, para sentir el orgullo de saber que podía hacerlo, y que no era tan ignorante después de todo.
Pero papá de eso nada sabía, y tampoco de que Madrastra le mezquinaba la comida a mi hermanita y que por eso ella estaba tan flaca. Ni siquiera quiere comprar un espejo para el baño, papá, y ya estoy empezando a sospechar de que lo hace porque no quiere que me vea la naríz, dos rayitos láser atravesándome los orificios a mí también.

Así que toda encorvada arremeto contrami mi cuadernito, haciendo fuerza y buscando la presición entre la hoja y la punta del lápiz, que tiene una punta demasiado gorda. Pruebo haciendo círculos y luego rayas, poniendo el lápiz verticalmente y torciéndolo solo un poquito.
El cuerpo se me empieza a cansar, los músculos ya se me acalambran después de temblarme un rato. ¡Del cansancio!, no van a creer que del miedo.
Y ni puedo decir esto o alguna cosa, acurrucada arriba de la mesita atiborrada de cajitas vacías y un pañuelo usado.
Pasan los días, ya es 31 de marzo, perdón, de enero, y todavía no llego a transcribir los primeros dos versículos de Isaias, en una letra que a la vez yo misma pueda leer, y que guarde lugar para el resto.
Y como no puedo transcribir la biblia ni dibujar mis propios versos salgo a la calle y empiezo a repartir patadones, pagadav por algún sindicalista o narcotraficante con campera de gamuza.
El trabajo lo tengo asegurando eso sí. Lo que más me gusta es cuando el Flaco dice: “háganlo cagar”, y tenemos que salir –yo y dos compañeras más- a romperle el fierro en la cabeza a algún piquetero que espera que lo atiendan en la entrada de alguna oficina municipal para que le den 7 u 8 planes para su gente.
¿Para qué lo hacen esperar?, lo atendemos nosotros primero; y no es que lo conociera antes de hoy al doctor Arias pero cuando llego a casa ya ni tengo ganas de Scar el cuadernito que por otra parte fue a juntar polvo encima de un armario con dos o tres libros más, y que a veces se deja ver.
Sigo llegando a casa cansado, como cuando era chico, pero ya me expreso bien durante el día no necesito eso del desabafo, como dice Joao que es un brasilero malabarista amigo al que le decimos Juan.
El desabafo decía él cada tanto, los días que llegaba de mal humor y sin haber comido nada en todo el día, harto de tanto esfuerzo para nunca llegar a nada y de tanta lucha de carteles, que ya no sabían si eran de la droga, o de esos rojos que a veces los compañeros llevan a la plaza y que siempre se completan con letras cualquiera, aunque preferiblemente con Ces, y que vaya a saber uno si alguna vez fueron portadoras de verdadera clase.

Llega Juan, y empieza con el desabafo -aunque él no usa esa palabra casi nunca-, empieza a insultar al cielo y a las gabiotas. Yo le digo que con el cielo no se meta, que cada una de esas estrellas son una letra de la Sagrada Escritura, para aquellos que tuvieron la oportunidad de aprender a leer eso, y que nadie tiene la culpa si nosotros no supimos conseguirnos un cuaderno grande como el cielo para poder escribir con los pies y con los brazos en la corta noche de las danzas ecoeternas.
Ahí nomás le cuento que el Flaco anda buscando un muchacho más para salir por las noches, que dice que queda mucho trabajo por delante pero que los tiempos ya se van a poner mejores y promete mejor paga. No incluye obra social pero sí desabafo, y una verdadera carrera en romper naríces, con prometedores descubrimientos sobre aquellos rayos láser de nuestra niñez y otros artilugios de la gran ciudad.

lunes, 17 de enero de 2011

Apuntes violentos para un Auténtico Libro de Autoayuda

"Claro que sí, las palabras también tienen acento.
Ritmo.
Todo escritor escribe con ritmos,
incluso quien completa un Acta.
¿Vos podés leer esos ritmos?

Jototo, Dalai Lama de Berazategui


Que tal si nos dejamos de leer tantos clásicos y tanta basura. Si queremos leer basura, entonces deberíamos tomarlo en serio y buscarnos unos buenos libros de mierda.
Eso es una actividad respetable; y no lo de andar refregando la vista por páginas y páginas en idiomas, con justificaciones inventadas de que tal y tal y que la reputísima madre que lo re parió.

Señor vaya y cómprese un libro de mierda si eso quiere. Un dividí. Vaya y páguese una puta o un taxi-boi.

Pero por favor, hágalo. a - ga - lo.

Tómese la molestia de pensarlo cinco segundos, agarre papel y lápiz si le hace falta, y dibuje un diagrama. Aunque sea en código, no hace falta que el vecino lo lea.
O hágase un diagrama mental, si se despertó ecológico.

Pero déjese de joder con eso del cansancio, la tele a color (ele-ce-de;ele-de-de;ele-e-de) y las cenas semanales con la suegra y con las mismas personas que no soporta pero que sigue viendo por miedo a quedarse solo.
Justamente, quédese solo un ratito al día, a ver que pájaros le sobrevuelan el balero, para graficarlo con una expresión regional y de época.

Vaya y clávese un pase haber si se le descoloca algo más que la peluca y por lo menos se propone volver a poner todo en su lugar.

Reaccione, por favor se lo pido.

Y si se aburre, deje una chinche o un sobresito de garrapatas sobre la silla de su jefa, que es demasiado quedan nueve horas por delante y con algo hay que despertar a la oficina.

Reflexión de la semana: Dos violencias siempre son mejores que una violencia si vienen con diferente dirección. No se muestre reacio a las cachetadas ni a los golpes en la boca del estómago.

martes, 11 de enero de 2011

Brazo atado

Delinquí por tercera vez, eso en California es pena severa. Pensé que el cable del teléfono era un rulo de tu pelo, me tragué la bronca y tuve que disparar, contra la vida, la moral, el éxito, la familia, contra los siglos. Pero nada me arregló. Miro al mundo desde las raíces de un árbol mientrás Orión me guiña el ojo, y con el revés alotro lado delva lle. No existen paredes de metales, niños, caballos, tanques, solo la profundidad atada a mi brazo. En la cima de la soledad un ángel gris arriba del árbol contemplando la eternidad, suicidadose con gillettes de plomo y cristal. Tanto ruido, pero sin embargo los payasos de antaño siguen cantando, el Rey Mago de la ausencia buscará otros que atormentar y la sal ronronea en la llaga.

Cementerio, oxidado nobodyman, sé que pronto moriré, ni mis venas quedarán, ni los vagos recuerdos, esta calma, el viento recorriendo callejones, nichos de flores marchitas y pasto crecido. El cemento y el color nostalgia, desierto de cenizas, foto vieja, algunos tal vez, nada de eso, ni los brazos del sol pueden contener esta soledad.


miércoles, 5 de enero de 2011

Purgatorio

Para seguir escribiéndote necesito un disfraz.
Uno como de Jesucristo, con la túnica hasta el suelo.
Necesito que desde ahora cuentes los días de tu existencia en relación a los míos, y que te convenzas que yo –y todos los planetas- giramos alrededor por los siglos de los siglos.
Historia sin final o que termina en mi blando corazón, con música blanca.
El delirio del profeta, no es uno de grandeza. Más que eso si lo entendés como la realidad de quien se vuelve inaprensible. Con toda la furia en las palabras, se vuelve, te mira, y se muestra inaprensible.
Todos los que escondimos deseos, ambiciones y miedos impronunciables soñamos alguna vez devenir profetas. Y todo eso solamente para seguir escribiéndote.

El purgatorio y la promesa, todo listo para que no estalles en mil pedazos de sesos. Te permitimos algunos deslices, darle rienda suelta a tu instinto de vez en vez.
“Escucheme señor periodista lo que le digo, saque esa carita de indignación. Mi marido violó a la nena porque es hombre. Y bueno, los hombre tienen esas necesidades, sabe. Más que la chica es una putita, tiene catorce años pero no sabe como provoca, por eso que acá en el barrio nadie le cree esas lágrimas de cocodrilo. Todos los vecinos salieron a las calles porque acá se sabe que ella provocó, y que mi marido y sus amigos no tienen la culpa.”

Si hasta tu jermu puede entenderte.
Yo puedo hacer que todos tus días se vuelvan iguales. Todos en formación, equidistantes a un hombre que se levanta y se acuesta en una cama, ya sin siquiera abrir o cerrar las cortinas -siempre semi abiertas-, sin poder distinguir la mañana de la tarde.
Esperando. Con la certeza de que su condena tiene fin, aunque ya ha perdido la cuenta de los días. ¿Alguien puede imaginar este como un lugar alegre?