lunes, 18 de julio de 2011

Venas Cloacales

El pavimento brilla con la luz. Mira para adelante, la ruta. Aprieta el manubrio, abre la ventanilla para no quedarse dormido. Hacía un año ya desde que se había comprado el Torino. Arreglaba cachivaches, como les decía a los autos que le llevaban al taller. Tomaba unos mates a la tarde. Se acordaba de la negrita y de todo el pasado.

Aceleraba el motor y la noche se volvía purpura. Sentía que tenía poderes o que no los necesitaba. Las estrellas eran escaleras cuando la vieja y las tías hacían el café para la torta. Hablaban a veces con la banda

“Mi vieja era un genia” y Monte le pasaba el mate a José

“Es así… la vida, es así”

En la calle pasaba un auto. La luz de la tarde se escapaba anunciado que otra vez volvía el viernes y las escaleras de estrellas. Pisaba el acelerador, subía la música y sólo pensaba en todo ese amor que lo inundaba en ganas de morirse.

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