"Me preguntaste si todo eso era un juego para mí, una nueva diversión.
Obvio que sí, te dije ¿o de qué se iba a tratar si no?
Creíste que hacía trampa con tu pregunta y que la respondía como yo quería pero no. Tu pregunta sobre tonteras y estereo-machitos te abrió un portal de cuatro colores.
"Será que de todo lo que somos ignorantes solo podemos hacer juego, o condenarnos a una nulidad total, y quizás ese “solo podemos hacer”, no sea la menos peor de todas las opciones sino la que hubiéramos elegido incluso en el mejor de lo mundos imaginables.
La seducción como un juego o nada.
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