martes, 15 de diciembre de 2009

cara o rostro

Vi esa cara. Vi una cara honesta y sincera. Un cuerpo atravesado por todas partes, como todos nuestros cuerpos atravesados aunquea veces el fracaso en la huida nos haga creer lo contrario. Un cuerpo atravesado por lanzas, diferentes de esas que atravesaban a Cristo. Lanzas enormes, que ocultaban entre sombras su principio y su final con el solo objetivo de volvernos impotentes.
Con todo yo mire esa cara, mejor dicho, recordé esa cara algún tiempo despues de haberla visto. Recordé esa cara de golpe, y casi me pongo a llorar. Un rostro marcado por la vida pero impasible, tranquilo y que me miraba (a mi porque yo pasaba pero así miraba a todos).
Me miraba como recordándome lo cierto. Recordándome que esas lanzas tenían un fin, que si hacíamos lo necesario podíamos desclavar al menos una o dos. En todo caso, lo suficiente como para poder estirar una mano y llegar a otro rostro y pedirle, con una caricia, que nos mire, para así poder sacarle una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario