jueves, 28 de octubre de 2010

tú, vasija de miel. (Escarabajeando en patines o viceversa)

La ciudad se pone lúbrica y nos deja ver.
Lubricada, patina y anda.
Querías escapar a la muerte y te investaste la in-muerte.
Sentiste que de tus manos siempre escaparías y optaste por la ciudad. Algunos puntos de apoyo.
Te coronaste emperador y la prendiste fuego. Tú, Nerón.
Creíste contenerla en tu puño y así escapar a la muerte. Fracasaste en la huída y te uniste al clan.
Algunos puntos de apoyo.
Avistar la ciudad o sostener al mundo. Un solo planeta, nada más que eso.
Tres parques localizables, un mismo jardinero.
Un gato caído en algún patio, también jardín.
Un patio interno copia de algpun otro, autocopia del mismo jardinero en un estilo español morisco.
Un gato gobernante de jardín, sin botas.

Despatriado por mercenario
por la puerta de entrada.

Blanco sin manchas sin comas
el reinado más corto de la historia y muerto de hambre.

Ya plebeyo, se sienta a esperar al costado
que alguien más reconozca su nueva condición.
Tan rápido. Tiene hambre. Un sinvergüenza.

Adentro, otro mercenario recibe una dádiva que no le interesa
pero no puede escabullirse de la condecoración.

Ni un minuto ha pasado y ya nada quiere saber
de ese imperio de miserables;
regocijo de escarabajo o banquete de cortes populares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario