lunes, 26 de marzo de 2012

La Biblioteca Bar

"a nadie le importan las reflexiones" Pensaba y se contradecía con el simple hecho de esas lecturas que lo empujaban a la calle "¿Sabes que pasa Tito? Que el hombre moderno ya no sabe que hacer, está buscando alguna batalla en la cual desperdiciar su vida, alguna quimera y que lo crucifiquen" Claramente Tito no sabía el significado de la palabra quimera, pero lo escuchaba al tipo, lo escuchaba desde mucho antes de ser el tipo del sombrero, cuando era sólo un pibe y llegóal bolichón con intenciones de hablar con alguién; de fútbol, de anécdotas y de tango. Jacinto Chiclana y Ferrocarril Oeste, Edmundo Rivero y la anecdota de la gorda gallega que se la llevó a su casa después de invitarle un alfajor.

Pero era la primera vez que hacía un planteo de ese estilo. El flaco Bermudez lo miró y Arcuria largó un "dejate de joder" empacado y se puso hablar "¡Vos sos cómo el tipo ese que se mató por una boluda que se garchaba al amigo, dejate de joder... Te hacés tanto problema porque estás bien, nosotros buscamos el mango día a día y venís a colgarnos una garrafa de los huevos" El Flaco lo miró "Arcuria, siempre el mismo hijo de puta vos. Escuchá lo que está planteando, es lo mismo que me decí¿ias el otro día, de que no hay cielo ni infierno, a todos nos come la tierra cómo los perros" "A vos galgo de mierda que le oles el culo a la vieja" Todos rieron, hasta el tipo del sombrero, bebieron un trago largo.

El silencio inundó el lugar, se respiraba el frío y la humedad y los ojos parecían aflojarse a la lamparita bajo consumo, el estaño quería crujir mientras que la maquina de cortar fiambre le guiñaba el ojo a un fernet berreta camuflado en una botella sin marcas. Resonaba "Que a todos nos come la tierra cómo los perros" casi como sentencia de muerte y todos la entendían y nadie la mencionaba y parecía de afuera que poco pasaba.

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