¡Qué pocas las personas que escuchan al viento!
¡Cuántas!, aquellas que dicen "frase poética" para referirse a lo que les suena lindo pero no pueden ni quieren entender.
Enumeración.
La repetición que no aburre.
Pinturas que se multiplican y se continuan por diferentes manos. No vuelvas a tocar el timbre y preguntar por tus pinturas si pretendes encontrarlas de nuevo, PERMANECIENDO.
La esperanza como ancla, la ilusión de anular tiempo y espacio en esa ráfaga de viento que te habla en la mejilla.
Y poder compartirlo, reflejarte en otro rostro, ver sin espejos otro semblante maquillado al viento.
Los poros que se abren,
esa cara que no podes
dejar de mirar al cruzarla.
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