sábado, 6 de marzo de 2010

Cuerno mágico

Por el valle de la muerte caminan las almas
hacia el desembarque.
La tierra es de arcilla roja,
el cielo se ha puesto gris
inundado con nubles que gritan piedad.
Al costado, enredaderas de espinas,
a lo lejos las montañas
y un mar violeta.

Entre las moscas y las calaveras,
la desolación fue plantada
por la hipcoresía teatral
de los manejables titeres .

El enorme y raido barco
zarpa a un horizonte negro.
Ángeles pasan gritando
y demonios silbando.

Una gorda y asquerosa vieja llena de joyas de oro,
con sus labios mal pintados y su nariz parada,
baila junto a los tres mensajeros de la verdad,
Enfermedad, Vejez y Muerte;
pero se niega a seguirlos
al palacio de la sabiduría,
y con soberbia e hipocresía
se hace la ofendida.

Las canaletas contienen y las cascadas se desbordan.
Las ratas se arrancan sus orejas para no escuchar la verdad.
Mientras unos esperan la gonorrea de Sodoma
otros pueden escuchar sus pecados
y esperan ser castigados sin piedad


otros escuchan al Señor
obedecen sus reglas y matan
a niños flacos con temor.

Las almas sin culpa que siguen su sentir
pueden comunicarse con la realidad;
a poetas y hombre perdidos,
les envían escalofrios,
sueños y delirios
Que ellos ecriben sin comprender.

Un miércoles 3 de marzo, cuando la luna llevaba ocho giros de los trece que realiza cada año, Antonio se levantó sobresaltado y con las sabanas mojadas de transpiración. A las tres de la tarde cuando la verdulería boliviana recibía su pedido de frutas, él tuvo una gran incomodidad, sed de algo que todavía no conocía y ni siquiera había considerado en su cabeza empirista; sentarse a escribir.

Al día siguente después dar vueltas en la cama se encontró sentado en su escritorio frente a una hoja. Esto fue lo que escribió:

La dimensión de los arboles

Los seres humanos ni sospechan que los arboles tienen un vida coherente y racional en otra dimensión, parecida en cierto sentido a la nuestra. Pero los hombres no sospechan que la apariencia no es algo real.

Un árbol sigue teniendo corteza, hojas y raíces en su dimensión, pero también tiene nariz, ojos, boca, dedos, brazos, piernas y manos. Nosotros podemos ver sus almas plasmadas en forma de madera estática, pero ellos se mueven.
Un sauce llorón puede invitar a un ciruelo a tomar un café, pueden pasar toda una tarde riéndose, pueden salir a saltar por los charcos y luego hacer el amor. Ellos se perciben así, como amantes o amigos, como compañeros de cafe o vecinos del barrio, pero el hombre tiene la ignorada capacidad de ver el interior más profundo de estos seres.

Podríamos ver que por ejemplo, un sauce llorón es un ser nostálgico que crece mirando para abajo, de forma un poco caótica, como salpicando sus verdes hojas para todos lados y su corteza rugosa refleja sus percepciones, ojos que se fueron abriendo y cerrando, sensaciones que dejaron huellas en su tallo. Sus elecciones en su dirección, esas ramas que se vifurcan en caminos diferentes pero que todas intentan llegar al sol.

El ciruelo, en cambio, tiene la caracteristica principal de brindarse. Su perfume lanzado al viento y sus frutos ofrecidos a cualquiera que quiera estirar la mano. La textura, sabor y olor dependen de su situación concreta. Por lo general se encuentran en buen estado, ya que este bicho baila y desborda constantemente de felicidad, pero alguna que otra ciruela puede venir amarga y arenosa, pidiendo ayuda y amor.

Hay muchos tipos de arboles; los que se olvidan los colores, lo que viven bajo el agua. Pero hay unos que se destacan actualmente y son los que tienen pura raíz; nada de corteza ni de altura ni de hojas ni de frutos. Se acostumbran solo a succionar y esconder los nutrientes junto a su temor, en la oscuridad. Su profundidad es solo un refugio del sol e envidían a simples e inocentes carozos. Frente a esta envidía constante y al odio desefrenado contra los globos de los niños, quieren que todos sean como ellos. La mejor forma de hacerlo salir es mostrandoles lo que hay fuera del pozo.

Un rayito de sol puede caer en el mismo lugar. Se acomoda en un hueco en la tierra y pone una roca, busca escaparle a la muerte, busca que no le caiga un rayo de alguna tormenta. Sin embargo a veces llueve y ellos se mojan todos, pueden estar casi inundados. Pero ese hueco en la tierra puede ser decorado ypor muchos momentos reconfortantes. El miedo hizo que se tapen con una piedra, ahora la sombra que lo salvó de la tormenta, hizo que se mueran por la falta de sol. Algunos aprenden, con su ejemplo, que la amenaza es una jugarreta del miedo, y el miedo es una pared invisible que nosotros construimos por comodidad.

El árbol de madera es solo la expresión de las almas de los genios del bosque. El otro día vi a un árbol moviéndose con el viento, saludandome al pasar, y me di cuenta que ese árbol era el de mi alma. Ese arbol era yo, Antonio, ese ser alargado y magico que sale a tomar cafe con ciruelos.

A mí me tocó ser un tala y a mi abuelo Federico le tocó ser un roble

Antonio quedó atónito después de leer lo que había escrito pero nunca había pensado, lo que otro había escrito con su mano

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