Saliendo de aca. parte 1.

Despues te salieron dos o tres cosas bien, concluiste que hasta el otoño te caia bien aunque se repitiera por tercera vez en el año, que hasta eso tenia su encanto, que la maceta de piedra blanca porosa con la tierra y la planta de piedra blanca porosa que hay en la entrada de tu casa era linda

Dijiste que eras patetico luego que odiabas al mundo y amabas a la vida.
Odiabas al mundo porque solo encontrabas automatas respondiendo al danzar de las estrellas pero tal como se lo explicaron en el horoscopo del dentista.
Y hasta las estrellas pueden ser pateticas, hasta las estrellas bailando, te dijiste.
Te agarro bronca porque en el fondo vos respondias a lo mismo. Si hubieras sido Kahn o algun otro superheroe de bollywood nunca te lo hubieras ni puesto a pensar.
Y ahi estaba el odio al mundo.
La planta de marmol es linda hoy y mañana le quiero dejar una cajita con termitas al lado e irme silbando sin que nadie me vea.
Al final todo depende de donde vengo, siempre de la calle pero de donde.

Y cada tanto te encontras a alguien mas loco que vos, que te agarra y te rebolea. Una chica que te vuelve loco, te mete un hilito en la boca y te la cierra de un golpe en la frente.
Y te remonta en barrilete, no era hilo dental.

Ahi te volves rapido a casa te fijas si no podes meter las termitas de vuelta en la cajita, que la planta no era tan fea.
Si en ese momento pudieramos no olvidar la huida...
Quizas un golpe de suerte. Llegas hasta la entrada de tu casa y encontras que las termitas ya se comieron casi toda la planta, que empezaron desde abajo, desde adentro, y que el proceso es irreversible.
Y en ese momento se te infla la cabeza una vez mas, y se te dibuja una sonrisa enorme.
Creiste que dominabas el mundo y que eras el peor sometido, todo al mismo tiempo.

Y en esas termitas deglutiendo viste tu patetismo y no lo pudiste olvidar, porque se priodujo un desfasaje extraño, se rompio el tiempo y llegaste justo despues, no pudiste fracasar en tu huida, el mundo siguio siendo patetico.

Pero eso no pasa casi nunca, cuando fuiste a comprar las termitas pediste las mas baratas y eran unas holgazanas, volviste y todavia estaban ahi, tiradas panza arriba, se conformaron con las pulgas de la alfombra y los poros del marmol siguen intactos.

Vemis remando con los seres mas endemoniados y nuestra tragedia se ha desplazado.
Que ya no es el odio al mundo y el amor a la vida. Se trata de que siempre compramos termitas de mala calidad, no porque seamos pobres ni ratas, porque nos morimos de miedo.
Hacemos que nos gusta el movimiento pero lo unico que sabemos hacer es colgarnos de un barrilete.
Y cada vez que nos caemos estamos en la misma, adorando a gengis kahn y a indiana jones.

Y ese ciclo es tu tragedia, y no hay nada que diga que algun dia puedas salir. Nos hablaron de martillos y tijeras que rompen palabras y voluntad de poder. Pero no se a que estuviste jugando porque cuando empezas de nuevo los maquillajes que tenes en el tocador son siempre los mismos, la misma base y el mismo rimmel y el rouge, que a lo sumo lo cambias por uno mas violeta o negro.
Arrancas de nuevo, con que el mundo esta para ponerse a llorar, y que el frasco de humanidad se quedo vacio.
Pero si te fijas bien y dejas que las personas te disparen con sus rayos lazer de dignidad te vas a dar cuenta que no podes pestañar mas, y quien no pestanea no llora.
Vas a ver esas nuevas sombras, las que proyecta esa planta que esta a punto de derrumbarse, ya casi hueca por dentro. Esas sombras que te van a hacer una nueva mueca en la cara, una nueva sonrisa de guason, y una mirada bien metida para dentro. Una locura que divida al mundo en dos. Porque el mundo siempre termina dividdo en dos, y no es una cuestion de liberales y socialistas.
Miras a las personas, tu cara explicando lo que viste, una planta que ya no se hace linda ni fea, a punto de derrumbarse, una sombra que te marca todos los rasgos de la cara.
Es solo cuestion de animarse a salir a la calle asi. Porque mirar dejarse mirar, y creeme que cuando te empiezen a mirar con esa cara, los malvones cruzan la calle.
Y haber si te podes quedar haciendo equilibrio. Tu patetismo, tu cara de enfermo medicado, tpdo ese miedo, de llegar y que las termintas hayan terminado su trabajo, y que ya no quede planta de marmol.
No podemos destruirte pero vamos a intoxicarte. Te voy a hacer que te pongas amarillo con puntitos colorados y que te salga humo verde por los oidos.
(...)