martes, 24 de agosto de 2010

crisálida de látex

Despacito le irá invadiendo el cansancio de los días para quien todo parece andar tan...
Despacito, de abajo para arriba, de los pies al cuerpo, llegando por el piso...
Desde adentro de la boca hacia afuera, tomando la cara, bajando por el cuello...
Desde el pelo y por los ojos tantas veces; aunque no esta.

Todo tan 1,2,3,
1,2,3,
un dos tres. Los días de taquito,
llenos de buenas noticias
como el obvio descubrimiento de que la distancia entre dos puntos que parece no tener camino en realidad tiene ciento, casi por definición, aunque por esa misma razón aparenta no tener,,,
Que del cambio climático por ahora estamos a favor porque a nosotros no nos tocan los terremotos y no se nos mueren los osos panda que nunca tuvimos; y nos deja un veranito en pleno invierno tan...

No te bañas. Te encerras en tu y no a escribir. Te encerras en tu nuevo ecosistema que por novedoso es tan autocomplaciente y empezas adherir a los puntos suspensivos de una manera que...
Te relames entre los puntos suspensivos aunque un poquitito cansado. (Un poquiTITIto, casi más intiutivo que sensual-sensorial, aunque con hamber.) No tanto, re poco, quizás es solo la autocomplacencia de látex del pibe que encuentra un re buen óptimo, sobre todo con tanta gente pasándola como el orto alrededor y decide RECUBRIRSE CON UN FORRO GIGANTE, para conservar la forma, el lugar exacto, quedarse bien quietito.
Y casi que el látex tiene onda, así que nadie te va a mirar raro, y casi seguro que hasta lo adulan, sí.
La autocomplacencia de látex del pibe que encuentra un óptimo tan calmo, tanto mejor que el de tantos y...
Quedarse ahí, como la oruga esperando ser mariposa, un día de estos, y mientras tanto... ay!, como se regocija la crisálida, como se masturba ahí adentro.
Quietita, que los autos le pasan alrededor
shuuuummmmm
shummmm

quietita, esperando la primavera llegar, sin sufrirse del frio, sin enterarse de su existencia (no es el frio ni tiene nada que ver, aca, no vengas con excusas que yo tambien me bañé hoy),
Qué rápido pasannnn!

Quedarse quietita esperando la primavera llegar, sin angustia ni reproches a los días. Quietita, aunque con esto del cambio climático y la posmodernidad,
dan unas ganas de vomitarse encima, ahí adentro sí, haber si algo se quema, o el olor se hace insoportable y salis a decirle te amo a la primer chica que te cruzas con tal de no tener que soportarte más ahí adentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario