domingo, 14 de noviembre de 2010

No sé cómo


Escribo porque pesan,
los días las horas las culpas.
Pasa cada vez más
el pasado la vida las flores
las primaveras hundidas
en humedad profunda oscura fría
noche
suave noche se desliza ahí
en ese lugar
donde pasean los sueños

Una leve brisa fría entre por mi ventana
junto a la garganta amarga de cebada
malta un cuchillo, algún arma.

Un leve murmullo entra por mi ventana
junto a mi ahogo de mortalidad
mis perezas de frustrada inmortalidad

De cada palabra, cada rama, cada vida,
cotidiana, simple, austera,
donde se esconde,
donde está la vida,
parecen pequeños y lejanos
justo cuando se acercan a nosotros
y nosotros observamos
el peso de las montañas
y su inmensidad


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